Cultura
El mundo de la cultura se despide de Montemayor
El fallecimiento del escritor Carlos Montemayor, el pasado fin de semana, deja un profundo vacío en el mundo de la cultura y las letras
“A su tenaz reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas, se suma su contribución por la recuperación de la memoria histórica y la exigencia de garantizar los derechos a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas de la violencia política en el contexto de la así denominada ‘Guerra Sucia en México’”, indicó el organismo en un comunicado.
El deceso de Montemayor significa la pérdida de “un referente lúcido, crítico y objetivo en el análisis de la realidad mexicana, imprescindible para aquellas personas dedicadas a la promoción y defensa de los derechos humanos”, destacó el organismo.
Siguiendo su deseo, el poeta, académico, escritor, traductor, activista social, defensor de los pueblos indígenas y cantante de ópera mexicano Carlos Montemayor fue despedido en la sede de la Academia Mexicana de la Lengua en la Ciudad de México, de la que formaba parte y a la que consideraba su casa, sin protocolo ni homenajes oficiales. Ahí llegó su viuda, Susana de la Garza, portando la urna que contenía las cenizas del autor nacido en Parral (Chihuahua) en 1947, donde eran esperadas por académicos, familiares y parte de la comunidad literaria e intelectual del país.
A la capilla fúnebre asistieron, entre otros, el editor Jaime Labastida, el periodista Miguel Ángel Granados, la escritora Margo Glantz, el poeta Vicente Quirarte, los directores del Canal 22 y del Fondo de Cultura Económica (FCE), Jorge Volpi y Joaquín Díez-Canedo, respectivamente, y la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar.
Las cenizas de Carlos Montemayor serán esparcidas en Parral y en los lugares donde se desarrollaron algunas de sus novelas históricas, informó Susana de la Garza.
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