Cultura
El mago de las erratas
El catalán busca impregnarle alma a los textos y publicar los libros que el lector aún no sabe que quiere
El originario de Tarragona, provincia ubicada al sur de Cataluña, España, tiene una voz grave y firme. De ésta se vale para despejar cualquier duda sobre su conocimiento en el arte de la edición literaria. Aunque está consciente de uno de sus límites: no puede prescindir totalmente de los errores. No duda en citar a Eugenio d’Ors: “Quien no quiera polvo de erratas que no vaya a la era de las imprentas”. Y agrega que “evidentemente, siempre se cuela alguna errata, pero el trabajo del editor procurará con esmero que no estén, y procurará que el libro se ofrezca al lector de tal modo que se parezca a una pantalla de cine: el lector no deberá verla”.
Con apenas escucharlo unos minutos, es suficiente para descubrir que Vallcorba es un mago de las erratas. Pero su magia no lo hace un tipo que tome su labor a la ligera. Sabe de sobra la responsabilidad que tiene con los lectores, que meceren “tener productos de calidad”.
El año pasado, en el Congreso Internacional del Mundo del Libro coordinado el Fondo de Cultura Económica, Vallcorba aseguró que “se puede trabajar ofreciendo al lector ediciones fiables, ediciones filológicamente serias. Naturalmente, sería una quimera pensar que ninguno acabe sin erratas.
“La edición ha contribuido, desde su fundación allá en los scriptoria medievales y en su posterior industrialización, a la construcción del mundo espiritual en el que se ha movido y que le ha dado sustentación. La caja, el libro, los catálogos, han jugado un papel fundamental. Más que distanciar la creación de su origen, habrá contribuido a darle cuerpo”.
Dos casas editoriales respaldan cualquier afirmación sobre el oficio que pueda salir de la boca del que también ha sido profesor universitario de literatura durante más de 30 años: Quaderns Crema y Acantilado, fundadas en 1979 y 1999, respectivamente, las cuales revelan su espíritu independiente, de adolescente rebelde que rechaza a los grandes grupos que muchos otros consideran necesarios para aspirar al éxito. Pero él no se somete. No es que se trate de una batalla entre el bien y el mal, pero sí de un experimentado editor que está convencido de que “el público es el que debe hacer viable cualquier proyecto”. Esa es la razón por la cual siempre ha procurado mantenerse al margen de las subvenciones, donativos que en su opinión son culpables de que “la edición catalana esté enferma, con fiebre”.
Las modas pasan de moda
Su espíritu rebelde también lo lleva a rechazar las modas. En una entrevista para el programa televisivo español Nostromo, aseguró que Quaderns Crema y Acantilado se han lanzado por “el camino de lo que en ese momento parece que puede interesarle al lector”. Como el mago que es, le gusta impregnarle alma a los textos que pasan por sus casas editoriales, por lo cual quiere ser visto como el editor que “publica los libros que el lector aún no sabe que quiere, que son descubrimientos para él”. Es así, apoyándose en todo lo que él sabe, que asegura: “Las modas, por definición, siempre pasan de moda”. Una sonrisa picarona reafirma su dicho.
Tanto Quaderns Crema, que publica en catalán, como Acantilado, que hace lo propio en castellano, le han obsequiado por igual satisfacciones, a tal punto que esta última ha servido para descubrir un Premio Nobel de Literatura (2002): Imre Kertész. El húngaro se hizo del galardón con su novela sobre el Holocausto *Sin destino (1975). Para Vallcorba, Acantilado “es un espacio de reflexión transversal en el tiempo y en los géneros, con la intención de apostar fundamentalmente por la literatura”.
Fundar dos editoriales, ser autor de tres libros y haber visto pasar miles de textos frente a sus ojos no le es sinónimo de trabajo. Jaume Vallcorba no trabaja y quizá nunca lo haya hecho. Cuando de su labor se trata, no teme caer en un lugar común, o como él prefiere llamarlo, en “un término depauperado por banalizado”: Ama lo que hace. Así lo menciona y recuerda: “En una conferencia que di a unos estudiantes parisinos, una joven me dijo: ‘entonces lo que siente por su trabajo es pasión’. Yo le repliqué: ‘No, señorita, no es pasión. Es amor’”.
La FIL reconoce su labor
Jaime Vallcorba tiene un motivo en especial para arribar a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara en su edición 2010: recibirá el Reconocimiento al Mérito Editorial, premio instaurado desde 1993 y que pretende destacar la visión y el oficio de esta figura del editor en el mundo de la literatura.
El editor reconoce al evento como ‘‘una feria extraordinaria, que se afianza cada vez más. Ya es la feria de referencia en el mundo de la edición en lengua española”. No es el primer premio que recibe, pero no puede evitar mostrar su emoción y gratitud, al afirmar que siente “una satisfacción inmensa y un honor inesperado. Solamente puedo estar agradecido”.
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