Cultura
El lenguaje de los fósiles
Los vestigios de tres megaterios y dos gonfoterios hallados en Amacueca en 2014, ya están en el Museo de Paleontología para su estudio
Federico A. Solórzano Barreto” tiene bajo su custodia la mayor parte de los restos fósiles encontrados durante la excavación que, de agosto a diciembre de 2014, se realizó en un rancho cercano al municipio de Amacueca, Jalisco; se trata de más de mil 400 piezas registradas y una cantidad similar sin numerar que, como indica el biólogo y curador del recinto, Ricardo Aguilar, parecen corresponder a cinco esqueletos, tres de megaterio y dos de gonfoterio, ambas especies de mamíferos que habitaron la región durante el Pleistoceno.
El museo, que surgió del interés por divulgar la importancia de los fósiles como vestigios de la vida prehistórica y para salvaguardar y conservar este patrimonio para su estudio científico, ahora alberga estos materiales que podrían significar un hito para la paleontología local; en especial, dice el biólogo, “porque ahora el material procede de una excavación controlada, otros hallazgos han sido casuales y se carece de los datos geológicos, incluso del sitio donde se encontraron. Estos datos son de importancia para poder realizar investigaciones más completas con los fósiles”.
Cuestiones vinculadas a la falta de recursos y el clima mantienen “suspendida” la excavación, sin fecha precisa para reanudarse, “también hay que plantear el proyecto y que se autorice, pero podría tomar otros cuatro meses de trabajo intensivo”; por lo que toca a los materiales recién llegados —refiere Aguilar— “hay que reorganizar los elementos por cada cuadrante en que se dividió el terreno; se hará limpieza y se hará la consolidación (endurecimiento), para lo cual tenemos un equipo de dos personas (de planta) y el apoyo de seis estudiantes universitarios (pues nos da para proyectos de práctica profesional); yo creo que esto puede tomarnos dos o tres años”.
Gracias a las particularidades geológicas de la zona donde se extrajeron, los fósiles proceden de estratificaciones “revueltas”, lo que —explica el biólogo— puede significar que se tengan restos que procedan tanto del Pliosceno como del Pleistosceno, lo que abre la posibilidad de que los restos de megaterio (de la familia Eremotherium) correspondan “a dos especies distintas”, una más antigua que otra, “si nuestros cálculos son correctos”.
Descubrimiento de gran importancia
Si se toma como referencia el gonfoterio descubierto en Santa Cruz, Chapala, en 2000, este nuevo hallazgo —asegura Ricardo Aguilar— “tiene su importancia porque en Jalisco, tradicionalmente, no se han hecho colectas sistemáticas con excavaciones controladas, muchas veces sólo toman material superficial, y nos da mucha más información cuando el material proviene de los estratos; desde lo de Santa Cruz, no se había dado otra excavación de este tipo. En su mayoría, los fósiles proceden de recuperaciones indebidas, así que este bien puede ser no sólo el descubrimineto de la última década, sino uno de los más trascendentes en la historia”.
Con más experiencia, adquirida en los pasados 15 años, “ahora aprovechamos los espacios y la ayuda de estudiantes que aprenden a trabajar con materiales fósiles”. Con todo, ahora enfrentan “materiales más fragmentarios; hay húmeros, mandíbulas y fémures completos, pero lo demás hará difícil la restructuración de los esqueletos, no creo que podamos completar los cinco esqueletos que sabemos que están, pero si reconstruirlos en buen grado”.
Hacia la producción de más datos
Cuando el material se encuentre “en condiciones de exhibición”, comenta el biólogo, “estará disponible para ser investigado —o para formar parte de exposiciones—; la idea es que produzca mucha información, acerca de la distribución de estos animales en el país, variaciones ontogénicas, posibles dinámicas de convivencia ecológica”.
A veces se piensa de manera “muy local”, destaca, “pero estos materiales estarán a disposición de investigadores de todo el mundo. La idea es producir información paleontológica en la Entidad, tenemos fósiles y sitios, lo que falta es labor de investigación formal”.
SABER MÁS
Perezoso
El Megatherium americanum fue uno de los mayores mamíferos terrestres conocidos, es pariente de los perezosos arborícolas actuales, evolucionó en Sudamérica durante el Plioceno y Pleistoceno. Con el surgimiento del Istmo de Panamá, esta criatura se trasladó a territorios de Centro y Norteamérica, su existencia en dichas partes del continente comprende desde hace alrededor de 780 mil años hasta hace unos 10 mil años, cuando se extinguió. En Jalisco se han hallado restos que indican su presencia en San Gabriel, El Limón y Chapala.
Gonfoterio
El Gomphotheriidae fue una especie tropical o subtropical de mamut; de la familia de los proboscídeos, habitó en Norteamérica del Plioceno al Holoceno. Se estima que podía pesar hasta cuatro toneladas y poseía defensas óseas en el maxilar y a veces en la mandíbula, que erróneamente se consideran colmillos.
GUADALAJARA, JALISCO (21/AGO/2015).- Desde el miércoles pasado, el Museo de Paleontología de Guadalajara “
El museo, que surgió del interés por divulgar la importancia de los fósiles como vestigios de la vida prehistórica y para salvaguardar y conservar este patrimonio para su estudio científico, ahora alberga estos materiales que podrían significar un hito para la paleontología local; en especial, dice el biólogo, “porque ahora el material procede de una excavación controlada, otros hallazgos han sido casuales y se carece de los datos geológicos, incluso del sitio donde se encontraron. Estos datos son de importancia para poder realizar investigaciones más completas con los fósiles”.
Cuestiones vinculadas a la falta de recursos y el clima mantienen “suspendida” la excavación, sin fecha precisa para reanudarse, “también hay que plantear el proyecto y que se autorice, pero podría tomar otros cuatro meses de trabajo intensivo”; por lo que toca a los materiales recién llegados —refiere Aguilar— “hay que reorganizar los elementos por cada cuadrante en que se dividió el terreno; se hará limpieza y se hará la consolidación (endurecimiento), para lo cual tenemos un equipo de dos personas (de planta) y el apoyo de seis estudiantes universitarios (pues nos da para proyectos de práctica profesional); yo creo que esto puede tomarnos dos o tres años”.
Gracias a las particularidades geológicas de la zona donde se extrajeron, los fósiles proceden de estratificaciones “revueltas”, lo que —explica el biólogo— puede significar que se tengan restos que procedan tanto del Pliosceno como del Pleistosceno, lo que abre la posibilidad de que los restos de megaterio (de la familia Eremotherium) correspondan “a dos especies distintas”, una más antigua que otra, “si nuestros cálculos son correctos”.
Descubrimiento de gran importancia
Si se toma como referencia el gonfoterio descubierto en Santa Cruz, Chapala, en 2000, este nuevo hallazgo —asegura Ricardo Aguilar— “tiene su importancia porque en Jalisco, tradicionalmente, no se han hecho colectas sistemáticas con excavaciones controladas, muchas veces sólo toman material superficial, y nos da mucha más información cuando el material proviene de los estratos; desde lo de Santa Cruz, no se había dado otra excavación de este tipo. En su mayoría, los fósiles proceden de recuperaciones indebidas, así que este bien puede ser no sólo el descubrimineto de la última década, sino uno de los más trascendentes en la historia”.
Con más experiencia, adquirida en los pasados 15 años, “ahora aprovechamos los espacios y la ayuda de estudiantes que aprenden a trabajar con materiales fósiles”. Con todo, ahora enfrentan “materiales más fragmentarios; hay húmeros, mandíbulas y fémures completos, pero lo demás hará difícil la restructuración de los esqueletos, no creo que podamos completar los cinco esqueletos que sabemos que están, pero si reconstruirlos en buen grado”.
Hacia la producción de más datos
Cuando el material se encuentre “en condiciones de exhibición”, comenta el biólogo, “estará disponible para ser investigado —o para formar parte de exposiciones—; la idea es que produzca mucha información, acerca de la distribución de estos animales en el país, variaciones ontogénicas, posibles dinámicas de convivencia ecológica”.
A veces se piensa de manera “muy local”, destaca, “pero estos materiales estarán a disposición de investigadores de todo el mundo. La idea es producir información paleontológica en la Entidad, tenemos fósiles y sitios, lo que falta es labor de investigación formal”.
SABER MÁS
Perezoso
El Megatherium americanum fue uno de los mayores mamíferos terrestres conocidos, es pariente de los perezosos arborícolas actuales, evolucionó en Sudamérica durante el Plioceno y Pleistoceno. Con el surgimiento del Istmo de Panamá, esta criatura se trasladó a territorios de Centro y Norteamérica, su existencia en dichas partes del continente comprende desde hace alrededor de 780 mil años hasta hace unos 10 mil años, cuando se extinguió. En Jalisco se han hallado restos que indican su presencia en San Gabriel, El Limón y Chapala.
Gonfoterio
El Gomphotheriidae fue una especie tropical o subtropical de mamut; de la familia de los proboscídeos, habitó en Norteamérica del Plioceno al Holoceno. Se estima que podía pesar hasta cuatro toneladas y poseía defensas óseas en el maxilar y a veces en la mandíbula, que erróneamente se consideran colmillos.
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