Cultura

''El hombre sin adjetivos'' pasea por la locura

La frialdad y la indiferencia a reflexión, con la puesta en escena dirigida por Carlos Nevárez

''El hombre sin adjetivos'' pasea por la locura
GUADALAJARA, JALISCO (13/NOV/2010).-  La frialdad y la indiferencia, dos características de la sociedad contemporánea que derivan en la despersonalización del mundo, son el “pretexto” escénico que el pasado jueves entretuvo, divirtió e hizo reflexionar al medio centenar de espectadores que se dieron cita en el Teatro Guadalajara del IMSS, para presenciar el montaje bajacaliforniano El hombre sin adjetivos.

La puesta en escena, dirigida por Carlos Nevárez, cuenta la historia de tres amigos que viajan a Veracruz para asistir al funeral de la tía Lula, familiar de Millán, protagonista de la tragicomedia. Desde la planeación del viaje hasta su recorrido, tres personalidades disímiles son capaces de convivir en un mundo que aparenta estar “patas pa’rriba”. Quizás un mundo tan común, habitable para cualquiera, aunque nunca se pierde el deseo de que fuera diferente.

La historia se desarrolla en seis escenarios distintos: donde Millán presenta sus monólogos; la cafetería en la que los tres personajes se enteran del fallecimiento de la tía Lula; una lavandería donde planean el viaje; una terminal de autobuses de un pueblo del que no pueden salir; un hotel de paso y una funeraria donde velan el cuerpo de uno de los tres actores, de quien se espera que sus amigos hablen de lo bueno que fue en vida.

Durante el primer monólogo, el personaje principal destaca que la locura es un término de consenso social. “¿Qué separó a Bush de la locura?”, cuestionó al actor con cabellera despeinada, la pelvis echada hacia delante y la quijada apretada, quien de inmediato se respondió a sí mismo, “pues la silla presidencial”, frase que levantó las carcajadas del público.

Millán es el auténtico reflejo de la sociedad, una persona a la que ya no le sabe la comida, ha perdido los sentimientos e incluso se le han agotado hasta los adjetivos, por lo que su visión es indiferente ante lo que sucede alrededor de él, aunque esté sometido a medicamentos para comprender el mundo.

Aunque el programa de mano señala que la obra de la Universidad Autónoma de Baja California dura 90 minutos, el montaje se desarrolla en aproximadamente 120 minutos, pero a pesar de la agudeza y el cinismo con que se plantea la puesta en escena, es tan ligera que el tiempo pasa de prisa; ni se siente.

El hombre sin adjetivos, al final, es un buen pretexto para burlarse de uno mismo.

Para hoy

 Los sueños de Paco
Grupo Bochinche

Teatro Alarife Martín Casillas
13:00 horas

 Lágrimas de agua dulce

Grupo Hecho a mano
Jaime Torres Bodet
13:00 horas

La impro lucha

Grupo Complott
Larva
23:00 horas

  La flor de los cerezos

Compañía Nacional de Teatro
Teatro Degollado
17:30 horas
Para ingresar a cada función, es necesario llegar con una hora de anticipación.
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