'El diamante no le costó a México'
La galerista en México de Jill Magid aclara el origen de los recursos con los cuales se elaboró la joya a partir de las cenizas de Luis Barragán
GUADALAJARA, JALISCO (09/FEB/2017).- Un diamante jamás fue tan polémico como el que fue creado a partir de las cenizas del arquitecto Luis Barragán y que forma parte del proyecto artístico de Jill Magid: “Los Archivos Barragán”. Es así que tanto miembros de la comunidad artística de México como familiares del arquitecto se han pronunciado en contra de este hecho y han exigido que se aclare el origen de los recursos con los cuales se elaboró la joya. En entrevista, Pamela Echeverría, directora de la galería LABOR y galerista en México de Jill Magid, aclara el origen del capital; así como la ubicación actual de la pieza.
—¿Qué instituciones proporcionaron los recursos para llevar a cabo la elaboración del diamante?
—La totalidad del proyecto fue pagado por el San Francisco Art Institute, no se usó en ningún momento recursos públicos de México; de hecho, existe una factura de Algordanza, que es la compañía que hizo el diamante, y un comprobante de pago a nombre del San Francisco Art Institute que comprueba que el proyecto del anillo fue costeado completamente por ellos.
—¿La familia Barragán fue la que autorizó el retiro de las cenizas?
—Sí, de hecho nosotros nos aproximamos a los herederos directos, no a los hijos de los hijos, a los primos de los primos… Les planteamos la idea de crear el diamante para ofrecerlo a cambio de que acervo Barragán se abriera al público, pero fue la familia misma la que aceptó el retiro y nos propuso que el archivo se repatriara a México.
—¿Cuál es el paradero actual del diamante? ¿Quién o quiénes son los dueños?
—Los familiares directos del arquitecto Barragán, quienes están representados por Hugo Barragán Hermosillo, como consta en una carta certificada, ellos tienen la copropiedad con la artista —Jill Magid—; entonces, ellos son los dueños del diamante. De hecho, hay un acuerdo firmado entre el artista y la familia Barragán en el que se define el destino de la pieza y se aclara que ésta nunca va a estar a la venta. Además, en este acuerdo se pide, entre varios puntos, que el diamante sea el vehículo para negociar con Federica Zanco la repatriación del Archivo México (acervo de Barragán) que se encuentra en Suiza, en la Fundación Barragán, de la cual es la directora.
Algo más, en este punto es importante aclarar que el San Francisco Art Institute no es dueño de la pieza; no tiene vela en el entierro, sólo financió el proyecto, tal y como lo hacen el Museo Tamayo o el museo que tú quieras… Ellos tienen recursos para producir sus exhibiciones.
—¿Lograron su cometido con Federica Zanco?
—No, al parecer la señora no se tomó a bien la propuesta
—Entonces, ¿en dónde está actualmente el diamante?
—Hoy en día está en Estado Unidos, en manos de Jill; guardado en una caja de seguridad, y por el momento no hay planes de que sea exhibido.
—La tercera y última etapa del proyecto de Jill culminaría con la presentación del video producido por Laura Poitras, “La exhumación”, el cual sería dado a conocer en la plataforma de Glenn Greenwald (theintercept.com) desde octubre del año pasado y aún no suben, ¿qué fue lo que ocurrió?
—El video todavía está en proceso de edición y calculamos que podrá ser presentado más o menos en abril.
—Después de tantos dimes y diretes, nos puedes recordar… ¿Cuál es el objetivo principal del proyecto “Archivos Barragán”?
—Lo que queremos plantear es cómo es posible que una empresa privada, una firma de particulares —en este caso Vitro— posea el legado cultural de un país, México. De hecho, hoy por hoy y después de todo lo que se ha dicho, la mala información que se ha publicado en torno a este proyecto artístico, creo que el tema debería ser debatido ya en un foro abierto, como en la UNAM, en la Universidad de Guadalajara.
Todo fue confusión de la artista
Ayer se dio a conocer un documento expedido por Algordanza Memorial Diamonds en el que se señala a la doctora Myriam Vachez como la persona que solicitó transformar las cenizas del arquitecto Luis Barragán en diamante. Ante este hecho, la responsable de la Secretaría de Cultura (SC) en Jalisco señaló no tener conocimiento de este papel y aclaró ella no solicitó nada, no firmó nada y agregó que la autorización de extracción no depende de la SC.
La declaración de la funcionaria fue respaldada por la directora de la galería LABOR. Pamela Echeverría comentó que el papel de la titular de SC dentro de este proyecto cultural sólo fue el de acercarla a ella y a Magid con las autoridades que tenían la administración de la Rotonda a fin de tramitar el retiro de las cenizas, “el tema es que en algún momento la artista Jill Magid pensó que este espacio dependía de la doctora Vachez… Pensó que ella es quien tenía a su cargo la dependencia —la Rotonada—, por llamarle de alguna manera, pero no es así… Vachez sólo nos dirigió con las autoridades competentes… En el documento que se comenta, creo que aparece su nombre, porque la artista estaba segura de que la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres estaba bajo la administración de Vachez… Pero eso fue un error, una confusión de la artista —Magid—; además, en ese documento no aparece la firma de la doctora, así que todo fue un error”, finalizó.
Reacciona el MAZ
Después de la denuncia que hicieron diversos descendientes del arquitecto Barragán, en la que se pide una disculpa pública y que se reintegre el diamante a la urna, el gobierno municipal de Zapopan deslinda la participación del Museo de Arte de Zapopan (MAZ), lugar donde se realizó el encuentro entre la artista Jill Magid, su galerista y la familia Barragán, para que ésta última conociera el proyecto de Magid y cedieran parte de las cenizas. La cena se llevó a cabo el sábado 19 de julio del 2014, a las 20:00 horas.