Cultura
El cuento está a la baja: Daniel Sada
Tras el Premio Herralde, el autor prepara la publicación del libro de relatos ''Ese modo que colma'' y la novela ''A la vista''
GUADALAJARA, JALISCO (07/MAY/2010).- Luego de su paso por Guadalajara para participar en una charla sobre su quehacer en la literatura, el escritor mexicano Daniel Sada (1953) asegura que tras la obtención del Premio Herralde 2008 por su novela Casi nunca, las historias en su cabeza siguen revoloteando, pero “si la salud me lo permite, tengo trabajo para 15 ó 20 años. Tengo mucho que escribir, tengo muchas historias en la cabeza y no sé si me alcance toda la vida para vaciar todas las historias que traigo conmigo”.
En los últimos días, el también autor de Ritmo delta -obra con la que obtuvo en 2006 el Premio Nacional de Narrativa- ha estado recibiendo tratamiento médico por un problema de salud que lo aqueja desde hace algunos meses, por lo que desde entonces lleva consigo gafas oscuras “para evitar un deslumbramiento directo en los ojos. Ando un poco mal y el Sol a plomo no me hace nada bien”. Sin embargo, el escritor recuerda que antes de la entrevista salió de su habitación con las gafas, pero ahora no las encuentra. Más tarde, sentado en la sala del lobby del hotel de la ciudad donde se hospeda, busca en el estuche y nada; busca en las bolsas del saco que lleva puesto y lo mismo; se busca en la camisa y tampoco; pide que vaya alguien al restaurante a buscar los lentes y no aparecen. Entonces, se levanta un poco preocupado y mete su mano izquierda en la bolsa interior del saco y ahí están las gafas, en una bolsita. Reniega que “siempre me pasa igual, no sé dónde las dejo, pero no me gusta poneémelas porque parezco narco”.
Se considera a sí mismo “un escritor de minorías”. No obstante, es hasta hace algunos 10 años que su obra ha comenzado a ser buscada en las librerías locales y nacionales, incluso del extranjero, donde sus publicaciones abarcan la traducción a 10 idiomas, seguramente por los distintos premios que ha ido acumulando desde principios de los noventa.
“Seguramente sí sea así, porque un premio internacional da más lectores, abre muchas expectativas que uno no tiene. No son determinantes de la calidad, pero sí de la lectura; cuando hay un premio, la gente quiere leer a la gente premiada. Por eso creo que el mejor premio para un escritor es tener lectores, porque es muy reconfortante ver que lo que uno hace tiene un efecto en la sociedad, ver que hay una empatía”, explica el autor originario de Mexicali, Baja California.
Regreso al cuento
Con una veintena de libros publicados, Daniel Sada ha incursionado primero en la poesía, después en la novela y por último en el cuento, género al que considera en la actualidad “devaludado”, pero enseguida se desmarca de la responsabilidad, asegurando que “eso es cosa de las editoriales, no mía; yo no voy a dictar una directriz de qué va a suceder con el cuento o la novela, esto se dirime en la calidad de los textos”.
Agrega que, “además, es un influjo de las telenovelas, la gente quiere saber más cosas, quiere resolver más conflictos. Es lo mismo que pasa en el cine, ahí no se cuentan historias cortas, se cuentan historias largas y esto tiene que ver también con la imagen. La gente quiere identificar su vida con lo que ve, encontrarse en lo que lee, esto es una inclinación muy natural, por eso la novela ha tenido tanto impacto”.
Sin asumirse como un mesías del cuento, el autor de Registro de causantes vuelve a incursionar en el género luego de 12 años enteramente dedicados a la producción novelística, por lo que Ese modo que colma que se publica en junio marcará el regreso de Daniel Sada a las historias cortas.
El escritor expresa que le ha generado mucha expectativa esta nueva obra, “porque ya no se publican muchos cuentos, sobre todo en España”, y cuenta que cuando presentó sus cuentos a Jorge Herralde, editor de Anagrama, fueron rechazados, aconsejándole que llevara una novela.
“Ahora yo quiero apostar por un libro de cuentos, por obstinación, porque a mí me gusta mucho el género y creo que tiene que reivindicarse ahora más que nunca. Ya fueron muchos años de ‘novelería’, como que ya es tiempo de buscar otras vertientes, pero es muy incierto a lo que pueda pasar con un libro de cuentos”.
De trabajo mental
Daniel Sada asegura que la llegada de un nuevo libro suyo a alguna librería es resultado de “algo que pensé hace cinco años, yo escribo mucho en mi cabeza. Nunca escribo cosas que se me ocurren en el momento, tengo que trabarlo mucho en la mente, hago apuntes, redondeo, quito, corrijo mentalmente y hago una especie de bitácora en mi cabeza. Y pasó que en los últimos años se me agolparon las historias y dije ‘yo no voy a escribir 20 novelas’ y mejor traté de ver esas historias como cuentos”.
Próximas publicaciones
Daniel Sada incluye entre sus planes a corto plazo la publicación de Ese modo que colma, que verá la luz en junio próximo, y A la vista, una novela envuelta por el humor negro que caracteriza al autor originario de Mexicali, que podrá conseguirse el próximo año.
“Quisiera escribir hasta el último día de mi vida y leer no se diga”
Daniel Sada, escritor.
En los últimos días, el también autor de Ritmo delta -obra con la que obtuvo en 2006 el Premio Nacional de Narrativa- ha estado recibiendo tratamiento médico por un problema de salud que lo aqueja desde hace algunos meses, por lo que desde entonces lleva consigo gafas oscuras “para evitar un deslumbramiento directo en los ojos. Ando un poco mal y el Sol a plomo no me hace nada bien”. Sin embargo, el escritor recuerda que antes de la entrevista salió de su habitación con las gafas, pero ahora no las encuentra. Más tarde, sentado en la sala del lobby del hotel de la ciudad donde se hospeda, busca en el estuche y nada; busca en las bolsas del saco que lleva puesto y lo mismo; se busca en la camisa y tampoco; pide que vaya alguien al restaurante a buscar los lentes y no aparecen. Entonces, se levanta un poco preocupado y mete su mano izquierda en la bolsa interior del saco y ahí están las gafas, en una bolsita. Reniega que “siempre me pasa igual, no sé dónde las dejo, pero no me gusta poneémelas porque parezco narco”.
Se considera a sí mismo “un escritor de minorías”. No obstante, es hasta hace algunos 10 años que su obra ha comenzado a ser buscada en las librerías locales y nacionales, incluso del extranjero, donde sus publicaciones abarcan la traducción a 10 idiomas, seguramente por los distintos premios que ha ido acumulando desde principios de los noventa.
“Seguramente sí sea así, porque un premio internacional da más lectores, abre muchas expectativas que uno no tiene. No son determinantes de la calidad, pero sí de la lectura; cuando hay un premio, la gente quiere leer a la gente premiada. Por eso creo que el mejor premio para un escritor es tener lectores, porque es muy reconfortante ver que lo que uno hace tiene un efecto en la sociedad, ver que hay una empatía”, explica el autor originario de Mexicali, Baja California.
Regreso al cuento
Con una veintena de libros publicados, Daniel Sada ha incursionado primero en la poesía, después en la novela y por último en el cuento, género al que considera en la actualidad “devaludado”, pero enseguida se desmarca de la responsabilidad, asegurando que “eso es cosa de las editoriales, no mía; yo no voy a dictar una directriz de qué va a suceder con el cuento o la novela, esto se dirime en la calidad de los textos”.
Agrega que, “además, es un influjo de las telenovelas, la gente quiere saber más cosas, quiere resolver más conflictos. Es lo mismo que pasa en el cine, ahí no se cuentan historias cortas, se cuentan historias largas y esto tiene que ver también con la imagen. La gente quiere identificar su vida con lo que ve, encontrarse en lo que lee, esto es una inclinación muy natural, por eso la novela ha tenido tanto impacto”.
Sin asumirse como un mesías del cuento, el autor de Registro de causantes vuelve a incursionar en el género luego de 12 años enteramente dedicados a la producción novelística, por lo que Ese modo que colma que se publica en junio marcará el regreso de Daniel Sada a las historias cortas.
El escritor expresa que le ha generado mucha expectativa esta nueva obra, “porque ya no se publican muchos cuentos, sobre todo en España”, y cuenta que cuando presentó sus cuentos a Jorge Herralde, editor de Anagrama, fueron rechazados, aconsejándole que llevara una novela.
“Ahora yo quiero apostar por un libro de cuentos, por obstinación, porque a mí me gusta mucho el género y creo que tiene que reivindicarse ahora más que nunca. Ya fueron muchos años de ‘novelería’, como que ya es tiempo de buscar otras vertientes, pero es muy incierto a lo que pueda pasar con un libro de cuentos”.
De trabajo mental
Daniel Sada asegura que la llegada de un nuevo libro suyo a alguna librería es resultado de “algo que pensé hace cinco años, yo escribo mucho en mi cabeza. Nunca escribo cosas que se me ocurren en el momento, tengo que trabarlo mucho en la mente, hago apuntes, redondeo, quito, corrijo mentalmente y hago una especie de bitácora en mi cabeza. Y pasó que en los últimos años se me agolparon las historias y dije ‘yo no voy a escribir 20 novelas’ y mejor traté de ver esas historias como cuentos”.
Próximas publicaciones
Daniel Sada incluye entre sus planes a corto plazo la publicación de Ese modo que colma, que verá la luz en junio próximo, y A la vista, una novela envuelta por el humor negro que caracteriza al autor originario de Mexicali, que podrá conseguirse el próximo año.
“Quisiera escribir hasta el último día de mi vida y leer no se diga”
Daniel Sada, escritor.
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