Cultura

El corazón de Washington habla y canta en lengua quechua

El National Mall de Washington acoge a centenares de parlantes y músicos de lengua quechua, zapoteca y arhuaco

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (28/JUN/2013).- El National Mall de Washington, DC, espacio comprendido entre la Casa Blanca, el Congreso y los monumentos a Lincoln y Jefferson, acoge estos días a centenares de parlantes y músicos de lengua quechua andina, zapoteca mexicana y arhuaco colombiana, entre muchos otros idiomas amenazados.

Bajo el lema "Un mundo, muchas voces", el 47 festival anual "Folklife" de la Institución Smithsonian pretende concienciar a los visitantes de la importancia de la diversidad lingüística, a la vez que pone sobre la mesa la crítica situación por la que pasan miles de idiomas en el mundo, considerados "en peligro de extinción".

"Yo crecí hablando quechua y me enorgullece mostrar aquí lo grande y hermosa que es esta lengua", explicó el boliviano Roberto Sahonero, director desde 1969 del grupo de música tradicional quechua Los Masis, junto al que se ha desplazado hoy para tocar en el mismo centro de Washington.

"Aunque se ha mejorado en los últimos tiempos, me sigue preocupando el futuro de la lengua. Nunca va a estar garantizada su supervivencia", se sinceró.

"Tenemos temas íntegros en quechua y otros en los que lo mezclamos con castellano, como parte de una estrategia para hacer llegar el quechua a las nuevas generaciones", indicó el músico, quien aseguró que el uso del español les permite "abrir una puerta a la interculturalidad de los jóvenes, tanto de los urbanos como de los del campo".

La ONU calcula que actualmente existen más de siete mil lenguas "vivas" en el mundo -es decir, que cuentan con hablantes que las dominan con fluidez-, pero alerta que a finales de este siglo pueden haber desaparecido prácticamente la mitad de ellas.

"Se trata de un tema crítico. La lengua significa cultura, significa maneras distintas de ver el mundo y de pensar. Cuando se pierde un idioma, se pierde más que sólo palabras, se pierde una manera de entender el mundo", indicó a Marjorie Hunt, curadora del programa "Un mundo, muchas voces".

En las varias decenas de casetas dispuestas sobre el césped del National Mall, las 18 lenguas y culturas amenazadas representadas en el festival se dan a conocer mediante charlas, música, bailes, actividades artesanales, e incluso cocina.

De entre ellas destacan, además del quechua, el idioma zapoteco, hablado por varios pueblos indígenas en los estado de Oaxaca y Veracruz (México) y las lenguas autóctonas de Colombia arhuaco, wayú, camsá, huitoto y palenquero.

"En Colombia tenemos 68 lenguas nativas, de las que 65 son de pueblos indígenas, dos son criollas y otra es de base léxica inglesa. Somos uno de los países con más lenguas del mundo", indicó Camilo Hurtado, trabajador del ministerio de Cultura de Colombia.

Hurtado, que trabaja desde el ministerio a favor del cuidado y la promoción de todos estos idiomas, lamentó que, pese a la riqueza lingüística del país, "un 60 por ciento de nuestras lenguas están en riesgo o en alto riesgo de desaparición", algo que achacó tanto a la gran influencia del español como a los "desplazamientos forzados" de personas y comunidades a causa del conflicto armado.

Aunque cuando se habla de lenguas en peligro de extinción se tiende a pensar en Latinoamérica o África, también las hay -y en gran cantidad- en otras partes del planeta como Norteamérica o Europa, como el caso del galés en el Reino Unido (otra de las lenguas invitadas), o del hawaiano y el passamaquoddy en Estados Unidos.

La tribu india de los Passamaquoddy, por ejemplo, reside en Maine (extremos noreste de EU) y tiene sólo entre 200 y 300 parlantes de su idioma, pero estos "rechazan dar su lengua por muerta, y cada vez se esfuerzan más en enseñarla en las escuelas, en promocionar sus canciones y sus bailes", explicó la curadora Hunt.

La exhibición "Un mundo, muchas voces", en el marco del festival "Folklife", abrió sus puertas el pasado miércoles, es de acceso gratuito y podrá visitarse hasta el próximo siete de julio (con la excepción de los días primero y dos de julio, que no habrá actividades).
Síguenos en

Temas

Sigue navegando