Cultura
El colombiano Rosero lanzará novela sobre Juan Pablo I
El escritor colombiano Evelio Rosero lanzará la novela ''Plegaria por un Papa envenenado''
Evelio Rosero declaró hoy que a principios del próximo año lanzará una nueva novela titulada "Plegaria por un Papa envenenado" que está dedicada a la figura de Juan Pablo I.
"En 1978 fue elegido como Papa y duró 33 días en su pontificado. Lo envenenaron la mafia y la curia romanas", dijo Rosero (Bogotá, 1958) en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara ( FIL).
"Sale en enero de 2014, la terminé a principios de este año y es sobre el papa Albino Luciani (1912-1978)", alguien "muy especial" que traía una visión progresista a la Iglesia Católica incluso más profunda que el papa Francisco, consideró el autor.
"Investigué muchísimos libros alrededor de la vida de Luciani. Se han escrito también novelas sobre su vida pero me parecieron más bien comerciales, buscando la venta de libros, que novelas que de verdad reflejaran un compromiso del escritor con la literatura y también con una figura histórica", agregó.
"Comparado con lo que yo estudié, investigué con la figura de Luciani, lo que ha propuesto el papa Francisco no es nada especial. Ojalá sí sea un poco más radical con cambios que necesita la Iglesia" y "no nos decepcione", dijo Rosero.
Nacido y educado en una familia católica, Evelio Rosero ha abordado ya en "Los almuerzos" (2009) problemáticas asociadas con la Iglesia Católica, en aquel caso la situación de una parroquia en Bogotá y la relación de los sacerdotes con el narcotráfico.
En esta ocasión una investigación seria dejará al descubierto una figura quizás no suficientemente conocida ni bien abordada desde la literatura, como la de Juan Pablo I, que planeaba "cambios importantes".
Rosero le da crédito a Luciani por haber atacado "directamente a los manejos financieros del Vaticano, que estaban lavando dólares de la mafia".
Entre sus planes había algunos para "destituir a prelados importantes del Vaticano" y por ello "la mafia y la curia lo envenenaron", sostiene el escritor.
Rosero respeta sobre todo la cultura de Juan Pablo I y su progresismo.
"Él hablaba de una Iglesia de los pobres, realmente pensaba en repartir todos los tesoros de la Iglesia a los países en vías de desarrollo. Quería que las mujeres pudieran llegar al sacerdocio, dar misa; estaba pensando en aceptar el aborto, que es algo a lo que la Iglesia siempre se ha negado", indicó.
Rosero considera que su sucesor, el cardenal Karol Wojtyla, que se convirtió en Juan Pablo II, "se dedicó solamente a ignorar todo lo que tenía planteado y planeado Albino Luciani", lo que consideró una "lástima".
El escritor no se considera un detractor de la Iglesia Católica, ni un acérrimo crítico de la misma, pero sí de sus errores, entre los que destaca la pedofilia que desarrollan muchos sacerdotes debido a "cierta vida enfermiza porque viven solos".
"La Iglesia es cuna y centro de la pedofilia más absurda, más atroz, que hay en el mundo", asegura el escritor, quien sin embargo valora que también la institución ha contribuido con "seres muy importantes, como el mismo Luciani, filósofos, pensadores, que han aportado a la humanidad".
"Mi familia es religiosa, mi madre y mi padre eran católicos, apostólicos, romanos, y ese ambiente que me ha rodeado es el que también ha impulsado mis novelas", expuso.
Esta semana en Guadalajara, oeste de México, donde se celebra la más importante feria del libro en español de las que se realizan en el año, Rosero ha presentado una reedición de "En el lejero" (2003), publicada en su día por una editorial universitaria y ahora en Tusquets.
En el libro hay un "tratamiento onírico-simbólico del secuestro" y el mismo es el "antecedente literario de 'Los Ejércitos'" (2007), un libro que aborda el mismo tema pero más objetivo, "casi como una investigación periodística" basada "en la realidad colombiana".
Rosero considera que el secuestro es uno de los delitos que más le han afectado como persona y reconoce que en su momento le creó "una paranoia personal".
No obstante, escribiendo del tema logró exorcizar sus temores: "Yo no soy el mismo porque después de escribir sobre eso me di cuenta de que había entregado mi opinión, que había hecho lo posible con el medio que yo tengo para comunicarme con el mundo, la literatura".
GUADALAJARA, JALISCO (08/DIC/2013).- El escritor colombiano
"En 1978 fue elegido como Papa y duró 33 días en su pontificado. Lo envenenaron la mafia y la curia romanas", dijo Rosero (Bogotá, 1958) en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara ( FIL).
"Sale en enero de 2014, la terminé a principios de este año y es sobre el papa Albino Luciani (1912-1978)", alguien "muy especial" que traía una visión progresista a la Iglesia Católica incluso más profunda que el papa Francisco, consideró el autor.
"Investigué muchísimos libros alrededor de la vida de Luciani. Se han escrito también novelas sobre su vida pero me parecieron más bien comerciales, buscando la venta de libros, que novelas que de verdad reflejaran un compromiso del escritor con la literatura y también con una figura histórica", agregó.
"Comparado con lo que yo estudié, investigué con la figura de Luciani, lo que ha propuesto el papa Francisco no es nada especial. Ojalá sí sea un poco más radical con cambios que necesita la Iglesia" y "no nos decepcione", dijo Rosero.
Nacido y educado en una familia católica, Evelio Rosero ha abordado ya en "Los almuerzos" (2009) problemáticas asociadas con la Iglesia Católica, en aquel caso la situación de una parroquia en Bogotá y la relación de los sacerdotes con el narcotráfico.
En esta ocasión una investigación seria dejará al descubierto una figura quizás no suficientemente conocida ni bien abordada desde la literatura, como la de Juan Pablo I, que planeaba "cambios importantes".
Rosero le da crédito a Luciani por haber atacado "directamente a los manejos financieros del Vaticano, que estaban lavando dólares de la mafia".
Entre sus planes había algunos para "destituir a prelados importantes del Vaticano" y por ello "la mafia y la curia lo envenenaron", sostiene el escritor.
Rosero respeta sobre todo la cultura de Juan Pablo I y su progresismo.
"Él hablaba de una Iglesia de los pobres, realmente pensaba en repartir todos los tesoros de la Iglesia a los países en vías de desarrollo. Quería que las mujeres pudieran llegar al sacerdocio, dar misa; estaba pensando en aceptar el aborto, que es algo a lo que la Iglesia siempre se ha negado", indicó.
Rosero considera que su sucesor, el cardenal Karol Wojtyla, que se convirtió en Juan Pablo II, "se dedicó solamente a ignorar todo lo que tenía planteado y planeado Albino Luciani", lo que consideró una "lástima".
El escritor no se considera un detractor de la Iglesia Católica, ni un acérrimo crítico de la misma, pero sí de sus errores, entre los que destaca la pedofilia que desarrollan muchos sacerdotes debido a "cierta vida enfermiza porque viven solos".
"La Iglesia es cuna y centro de la pedofilia más absurda, más atroz, que hay en el mundo", asegura el escritor, quien sin embargo valora que también la institución ha contribuido con "seres muy importantes, como el mismo Luciani, filósofos, pensadores, que han aportado a la humanidad".
"Mi familia es religiosa, mi madre y mi padre eran católicos, apostólicos, romanos, y ese ambiente que me ha rodeado es el que también ha impulsado mis novelas", expuso.
Esta semana en Guadalajara, oeste de México, donde se celebra la más importante feria del libro en español de las que se realizan en el año, Rosero ha presentado una reedición de "En el lejero" (2003), publicada en su día por una editorial universitaria y ahora en Tusquets.
En el libro hay un "tratamiento onírico-simbólico del secuestro" y el mismo es el "antecedente literario de 'Los Ejércitos'" (2007), un libro que aborda el mismo tema pero más objetivo, "casi como una investigación periodística" basada "en la realidad colombiana".
Rosero considera que el secuestro es uno de los delitos que más le han afectado como persona y reconoce que en su momento le creó "una paranoia personal".
No obstante, escribiendo del tema logró exorcizar sus temores: "Yo no soy el mismo porque después de escribir sobre eso me di cuenta de que había entregado mi opinión, que había hecho lo posible con el medio que yo tengo para comunicarme con el mundo, la literatura".
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