Cultura
El arte está en el tapiz, y los gobelinos en el MURA
Las tres salas del Raúl Anguiano ofrecen distintas creaciones que van de lo tradicional, a propuestas más arriesgadas y novedosas
Los textos de sala, algunas fotos de Riedl y del proceso de trabajo, y un gran telar de madera dispuesto en una esquina, ayudan al visitante a comprender mejor el contexto en el que fueron confeccionados los más de 40 gobelinos en exhibición. La mayor parte de ellos pertenecen a colecciones privadas, y fueron prestados al museo para la realización de esta muestra.
En la segunda sala fue montada la obra de artistas modernos como Rufino Tamayo, Jorge Pardo, Francesco Clemente, Ray Smith, Roberto Turnbull, Rachel Feinstein, Germán Venegas, entre otros, cuyas obras se inclinan más hacia el estilo figurativo. Para aprovechar al máximo el espacio, fueron colocadas unas telas blancas en medio de la sala donde se montaron varios gobelinos.
La obra de artistas contemporáneos fue reservada para el segundo piso del recinto ubicado en la avenida Mariano Otero, donde se encuentran las propuestas más recientes y arriesgadas. Por ejemplo, las notas de remisión de una dulcería de Celaya y una mercería italiana, reproducidas en textil en 2013 gracias a la idea de Gabriel Kuri y el trabajo de los tejedores Abraham y Antonio Flores.
Impresiona el minucioso trabajo que se intuye al observar estos enormes tapices llenos de detalles. Particularmente, en la tercera sala, la pieza Hermano Viana (2003), de Matthew Antezzo —donde se reproduce fielmente la portada de una revista— o Chinesco (2007), de Fernando Palomar, un tapiz con motivos chinos que al tener entre sus figuras una cortina abierta, da la sensación de tridimensionalidad.
Tejedores y artistas
Leopoldo Morquecho es uno de los tejedores que aprendió la técnica del gobelino en el taller de Fritz Riedl, y que actualmente trabaja en el Taller Mexicano de Gobelinos. A la exposición —donde hay una pieza que él tejió y otra de su autoría— acudió con su hijo, su sobrino y otros de sus familiares que también están involucrados en el oficio.
Para explicar el proceso de trabajo entre los tejedores y los autores intelectuales de las piezas, Leopoldo dijo que se asemeja a la interpretación que hace un músico de una obra ya escrita. En el caso de los gobelinos, “uno trata de interpretar al artista, de ver su color, y de igualarlo, y de llevar la dirección de las formas que plasmó el pintor”.
La inauguración
La apertura de esta muestar se llevó a cabo el viernes pasado, con un apretado recorrido que inició a las 20:30 horas, luego de que la directora del museo, Patricia Urzúa, y el secretario de cultura de Guadalajara, Ricardo Duarte, inauguraran formalmente la muestra curada por Carlos Ashida, quien además fundó el Taller Mexicano de Gobelinos en 1984 y lo dirigió durante una década. Después de él y hasta la fecha, su hermano Jaime Ashida ha sido el responsable del taller de textil localizado en el centro de Guadalajara, donde fueron realizadas gran parte de las piezas exhibidas.
A la sesión acudieron varios de los tejedores que realizaron las piezas de lana y algodón a partir de obras de artistas como Fritz Riedl, Mathias Goeritz, Roberto Turnbull, Rufino Tamayo, Gabriel Kuri, Joaquín Segura, Fernando Palomar y Eduardo Sarabia.
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