Cultura
''El arte de la compasión'', una exaltación del dolor
Pinturas y esculturas del siglo XVII al XIX integran la exposición inspirada en el libro Ejercicios espirituales, de San Ignacio de Loyola
GUADALAJARA, JALISCO (15/ABR/2011).- Una virgen arrodillada encoge su pecho porque tiene clavado un puñal en su corazón, su rostro muestra el dolor, uno que a simple vista parece insoportable, con dicha imagen comienza el recorrido por la exposición titulada Tercera semana: El arte de la compasión, que hoy, a las 20:00 horas, se inaugura en Casa ITESO Clavigero.
La muestra está integrada por 42 piezas, entre pinturas y esculturas, que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX. Para presentar las obras, provenientes de colecciones particulares de Guadalajara y Guanajuato, se contó con la guía de Alfonso Alfaro, director de Investigaciones de la revista Artes de México, quien destaca que cada pieza es un ejemplo del arte que se produjo durante el virreinato para el culto doméstico.
De las obras que componen la exhibición, Alfonso Alfaro expresa que “tuvieron un papel muy importante en la formación de la cultura de este país” y señala que fue a través de ellas que los pueblos indígenas y el mundo hispánico se unieron, así que “son testigos de la fusión” multicultural, que dio origen al mestizaje.
Durante ese periodo histórico, una de las funciones de este tipo de obras era ser el vehículo por el cual “los seres humanos manejaban su propia relación personal con el dolor y el sufrimiento”, expresa el investigador.
El título Tercera semana: El arte dela compasión está inspirado y tomado del libro Ejercicios espirituales, de San Ignacio Loyola (1491-1556), quien propuso generar una experiencia que le permitiera a los individuos a partir de “su propio abismo interior redefinir el rumbo de su vida. Este trayecto está estructurado en cuatro semanas, a lo largo de las cuales el ejercitante va afinando su sensibilidad y sus afectos hasta llegar a inflamarse de gratitud y de gozo ante el espectáculo de la creación. A lo largo de la tercera de estas semanas, el individuo confronta su propia experiencia del dolor con la del cosmos entero en la carne martirizada de Cristo, cuya humanidad le permite hacer suya la marca irrenunciable de nuestra estirpe: la capacidad para el sufrimiento”.
Alfonso Alfaro detalla que para entender el significado del placer y del dolor en los seres humanos se recurrió al modelo de San Ignacio Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Del subtítulo El arte de la compasión cometa que busca generar la flexión de “una divinidad que es capaz de tener tanta compasión por los seres humanos”, cuya capacidad consiste en asumir su miseria para renovarlos”.
La propuesta estética
El director de la revista Artes de México expresa que la propuesta estética dedicada al dolor marcó no sólo a México, sino al mundo entero. Agrega que desde hace un par de siglos “nos hemos acostumbrado a ver estas piezas aisladas, fragmentadas y separadas, porque estas obras sufrieron un proceso de dispersión”, ya que entonces se exaltó las expresiones del gozo y de gloria.
La exposición tiene dos objetivos el primero otorgar un contexto de las propuestas estéticas del virreinato y el segundo es “entender cómo funcionaba el mecanismo, ya que detrás de estas obras había una filosofía, una teología y una teoría de la sociedad”, expresa Alfonso Alfaro. Lo anterior se presenta en las obras y en los textos que acompañan las imágenes, los cuales son el resultado de un proceso de investigación.
El académico destaca que las piezas durante los siglos XVII al XIX estaban expuestas en escenas comunes, que podrían compararse con la versión actual del Altar de Dolor. El ambiente que entonces cobijada a las obras de expresiones dolorosas era “un mecanismo de integración social y, además, un instrumento de gozo, ésas dos dimensiones son las que no aparecen o las que se eclipsaron, cuando tenemos lo que queda de las imágenes, ya sea en un templo vacío o en una casa”. Señala que antes del siglo XVIII, las imágenes de gozo y dolor estaban integradas en un solo espacio, pero después fueron separadas.
En el recorrido de la exhibición hay esculturas fragmentadas como tres cabezas de Cristo expuestas en una de las salas, así como algunas imágenes de crucifixión y dolorosas.
La muestra estará abierta hoy y mañana al público y cerrará durante la Semana Santa, para regresar el próximo 15 de abril.
Inauguración de la exposición Tercera semana: El arte de la compasión / Hoy, 20:00 horas / Casa ITESO Clavigero, José Guadalupe Zuno 2083 / Entrada libre
La muestra está integrada por 42 piezas, entre pinturas y esculturas, que datan de los siglos XVII, XVIII y XIX. Para presentar las obras, provenientes de colecciones particulares de Guadalajara y Guanajuato, se contó con la guía de Alfonso Alfaro, director de Investigaciones de la revista Artes de México, quien destaca que cada pieza es un ejemplo del arte que se produjo durante el virreinato para el culto doméstico.
De las obras que componen la exhibición, Alfonso Alfaro expresa que “tuvieron un papel muy importante en la formación de la cultura de este país” y señala que fue a través de ellas que los pueblos indígenas y el mundo hispánico se unieron, así que “son testigos de la fusión” multicultural, que dio origen al mestizaje.
Durante ese periodo histórico, una de las funciones de este tipo de obras era ser el vehículo por el cual “los seres humanos manejaban su propia relación personal con el dolor y el sufrimiento”, expresa el investigador.
El título Tercera semana: El arte dela compasión está inspirado y tomado del libro Ejercicios espirituales, de San Ignacio Loyola (1491-1556), quien propuso generar una experiencia que le permitiera a los individuos a partir de “su propio abismo interior redefinir el rumbo de su vida. Este trayecto está estructurado en cuatro semanas, a lo largo de las cuales el ejercitante va afinando su sensibilidad y sus afectos hasta llegar a inflamarse de gratitud y de gozo ante el espectáculo de la creación. A lo largo de la tercera de estas semanas, el individuo confronta su propia experiencia del dolor con la del cosmos entero en la carne martirizada de Cristo, cuya humanidad le permite hacer suya la marca irrenunciable de nuestra estirpe: la capacidad para el sufrimiento”.
Alfonso Alfaro detalla que para entender el significado del placer y del dolor en los seres humanos se recurrió al modelo de San Ignacio Loyola, fundador de la Compañía de Jesús. Del subtítulo El arte de la compasión cometa que busca generar la flexión de “una divinidad que es capaz de tener tanta compasión por los seres humanos”, cuya capacidad consiste en asumir su miseria para renovarlos”.
La propuesta estética
El director de la revista Artes de México expresa que la propuesta estética dedicada al dolor marcó no sólo a México, sino al mundo entero. Agrega que desde hace un par de siglos “nos hemos acostumbrado a ver estas piezas aisladas, fragmentadas y separadas, porque estas obras sufrieron un proceso de dispersión”, ya que entonces se exaltó las expresiones del gozo y de gloria.
La exposición tiene dos objetivos el primero otorgar un contexto de las propuestas estéticas del virreinato y el segundo es “entender cómo funcionaba el mecanismo, ya que detrás de estas obras había una filosofía, una teología y una teoría de la sociedad”, expresa Alfonso Alfaro. Lo anterior se presenta en las obras y en los textos que acompañan las imágenes, los cuales son el resultado de un proceso de investigación.
El académico destaca que las piezas durante los siglos XVII al XIX estaban expuestas en escenas comunes, que podrían compararse con la versión actual del Altar de Dolor. El ambiente que entonces cobijada a las obras de expresiones dolorosas era “un mecanismo de integración social y, además, un instrumento de gozo, ésas dos dimensiones son las que no aparecen o las que se eclipsaron, cuando tenemos lo que queda de las imágenes, ya sea en un templo vacío o en una casa”. Señala que antes del siglo XVIII, las imágenes de gozo y dolor estaban integradas en un solo espacio, pero después fueron separadas.
En el recorrido de la exhibición hay esculturas fragmentadas como tres cabezas de Cristo expuestas en una de las salas, así como algunas imágenes de crucifixión y dolorosas.
La muestra estará abierta hoy y mañana al público y cerrará durante la Semana Santa, para regresar el próximo 15 de abril.
Inauguración de la exposición Tercera semana: El arte de la compasión / Hoy, 20:00 horas / Casa ITESO Clavigero, José Guadalupe Zuno 2083 / Entrada libre
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