Cultura

El arcoiris de Cildo vibra en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo

Ramón Medina López concluye que el artista plástico Cildo nos confunde y nos mete al color y a la textura

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CIUDAD DE MÉXICO
.- El arquitecto Ramón Medina López se pregunta qué quiere Cildo Meireles con una obra como “Desvio para o Vermelho” (Desvío al rojo): “¿engañar o hacer sentir?”.

Al final, concluye, el artista plástico consigue ambas cosas: “nos confunde y nos mete al color y a la textura”.

Sin importarle que sus mechas rosa mexicano se vuelvan blancas, una visitante del Museo Universitario de Arte Contemporáneo ( MUAC) se tira al piso de polvo industrial, base de la obra “Volátil”, repta hasta llegar a la luz y no se atemoriza con el olor a gas.

“Podemos contribuir con algunos ”, comenta una familia cuando observa la magnitud de la torre de alrededor de 700 radios llamada “Babel”.

—¿No te recuerda a Gabriel Orozco?, le pregunta una mujer a su compañero, cuando se paran ante la instalación “Eureka”, que fue creada por el artista brasileño entre 1970 y 1975.

Premio estético

Paulina Sierra, quien se define como fanática de Cildo Meireles, ha concluido que este creador de dibujos, instalaciones, fotografías y performances, demanda mucho del paso de las personas: “te presenta situaciones oscuras, inesperadas; te revienta con algo mágico. Es un maestro. Te pone en situaciones incómodas, pero esa confianza tiene al final un premio estético”.

Al observar las obras ahí expuestas, Juan Carlos Canfield coincide: “te lleva a cosas que a veces son molestas, pero la cuestión es atreverse”.

Cada uno de los espectadores ha vivido una experiencia muy distinta ante las obras de esta muestra antológica. Un conjunto de piezas donde el artista dejó clara su intención primera: “abrir el campo de arte a otros sentidos, más allá de lo puramente visual”.


Mientras que un niño de 11 años juega a perderse entre las cintas métricas, los relojes y los números de “Fontes”, Julio, de 14 años, se mira en el “Espejo ciego” y dice: “Hay muchas cosas que no entiendo. Es padre, pero no sé qué es”.


Para Constanza y Eduardo, que vinieron a México desde Buenos Aires, hace falta información para comprender esta muestra: “No hay gente que le explique a uno y por ser arte conceptual se necesita saber qué piensa el artista, qué hace. Lo buscaremos en internet para entender más”, expresa con desencanto.


El rojo que todo lo invade en “Desvio para o Vermelho” ha causado el mayor impacto. Tiene que ver con la cantidad de detalles en rojo -las frutas y verduras, la ropa, el ventilador, los peces, la televisión, el sillón, los cuadros, las bebidas, los lentes-, pero también por el salto que supone cuando de la habitación roja se pasa a una negra en la cual apenas se oye el agua correr:

“En el cuarto negro no hay parámetros -comenta Ramón Medina-, no sabemos cuál es la altura, cómo es el espacio, nos confunde. Hay un truco, una ilusión y cuando llegamos a entender se viene abajo. ¿Será arquitecto este artista?”.


La psicoterapeuta gestálticaSandra Manzo, quien vino desde Hermosillo, Sonora, no imaginaba a alguien tan obsesionado con un color: “creo que al artista anda buscando amor, afecto”.

Ricardo Díaz, un pintor de 70 años, opina de esa pieza: “es una verdadera sorpresa su manejo de la policromía”.


Al salir de “Volátil”, el estudiante Miguel Ángel Rodríguez cuenta su experiencia: “te obligan a no llevar zapatos ni calcetines, y a caminar sobre el polvo. Se siente suave, como arena, me sentí a gusto, pacífico. Te olvidas por un momento de la sociedad y los problemas”.
“A través”, que es una instalación construida con cientos de kilos de vidrios en el piso y cercas, paredes, cortinas, alambres y puertas por pasar, confunde y da miedo hasta cierto punto, como lo reconoce María, una joven. No es común, a diferencia de “Fontes” o “Desvio para o Vermelho”, que la gente que se quede en “A través”, al contrario.


“Te está retando”

Cuando está ante la obra “Liverbeatlespool”, una de las más recientes de Cildo Meireles, de 2004, el biólogo Gabriel Villegas se coloca los audífonos para discernir el orden en esa mezcla de 27 canciones del cuarteto de Liverpool que fueron número uno.

“Te está retando -concluye la psicóloga Marlén Galicia al terminar de recorrer la muestra en el MUAC. El artista invita a que te atrevas a pasar por elementos como la vela, el fuego, el vidrio, el tacto; a jugar con el espacio y lo que genera. Despierta sensaciones más allá de otras emociones y sentidos”.


Visitada en sus primeros 20 días por 18 mil 500 personas, la muestra “Cildo Meireles”, con obras de 1967 a 2008 y organizada por la Tate Modern de Londres en asociación con el MUAC, se exhibirá hasta el mes de enero en las salas 1, 2, 3 y 9 del MUAC (Centro Cultural Universitario). Miércoles, viernes y domingos de 10:00 a 18:00 hrs.; jueves y sábado de 12:00 a 20:00 hrs.
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