Cultura
El amor materno y la resistencia humana en novela de Lisa See
Obra situada en la época del Gran Salto Adelante en la China revolucionaria de finales de los 50, cuando la hambruna provocó la muerte de millones de personas
Situada en la época del Gran Salto Adelante en la China revolucionaria de finales de los años 50, en la que se vivió una hambruna que provocó la muerte de millones de personas, la nueva novela de esta autora de origen chino retrata la valentía del amor maternal a través de dos personajes centrales, Pearl y su hija Joy.
"Cuando pienso en una madre, pienso en una mujer que haría cualquier cosa para proteger a un hijo, y para eso se requiere mucha valentía porque a veces hay que hacer un gran sacrificio, renunciar", ha explicado See en una entrevista con Efe.
En "Sueños de felicidad", que la editorial Bruguera publica ahora en español, See retoma la historia de las hermanas Pearl y May, protagonistas de su novela "Dos chicas de Shangai", y la joven hija de la primera, Joy, que acaba de descubrir secretos familiares que la llevan a huir de Los Ángeles, donde viven.
Joy llega a China en 1957 para descubrir a su padre biológico, Z.G.Li, un artista del que estuvieron enamoradas su madre y su tía.
Tras la testaruda joven viaja su madre, Pearl, que regresa así a una China inundada de las consignas de la Nueva Sociedad de la China Roja, en la que ambas se verán envueltas poniendo en peligro sus vidas.
See ha llevado a cabo una minuciosa labor de investigación que le ha llevado dos años para escribir esta novela debido a la poca literatura y documentación que hay sobre la época del Gran Salto Adelante, años en los que la represión y la sobreexplotación de los campesinos en las comunas, unidas a catástrofes naturales, llevaron a millones de ellos a la muerte por hambre.
"Entrevisté a personas que habían vivido en la época del Gran Salto Adelante en China, personas que habían huido a Estados Unidos y a otras partes del mundo, entre ellas una mujer que con cinco años casi murió de hambre y, todavía ahora, cuando sale a un restaurante, pide muchísimas cosas para poder llevarse algo a su casa ya que no se acaba de quitar el miedo de que la comida se acabe".
Con otro testimonio la escritora ha reconstruido en la novela un escalofriante episodio que, asegura, se llevó a la práctica en esa época de hambruna: los intercambios de hijos entre familias para comérselos.
"Yo intento reflejar en mi libro cómo se llega a esas situaciones: se da un paso, otro, y se llega a un punto en el que la persona se encuentra tan mal que no está en condiciones de hacer nada para salir de esa situación. Ese es el momento en el que lo que llamamos civilización, nuestra ética, nuestras referencias religiosas y morales se derrumban, porque el deseo de comer, aunque sea una hoja de un árbol, es demasiado potente", sostiene See.
A pesar del dramatismo de estas situaciones la novela es una apuesta por la felicidad, como resume su título; "existe un momento en el libro en el que parece que va a acabar fatal y quiero transmitir que cuando parece que todo va mal, cuando todo es tan dramático, existe la posibilidad de un final feliz", señala See.
Y eso que, explica, sus obras no son precisamente conocidas por los finales felices. Por eso, tras avanzar que ya trabaja en una nueva novela con otros personajes totalmente diferentes, expresa sus dudas sobre la posibilidad de "resucitar" la historia de estas mujeres en un libro posterior.
"No digo que no vaya a haber continuación, en todo caso no ahora" afirma rotunda, para bromear a continuación: "También pienso que, tras acabar con una nota de optimismo y felicidad, si vuelvo a escribir sobre ellas, les pasará algo malo, y yo no quiero que les pase nada malo".
Orgullosa de su libro y de las buenas críticas que ha recibido, la escritora reconoce que se trata de su novela "más ambiciosa".
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