Cultura

El Premio Sor Juana para una habitante de lo “inhóspito”

Cristina Rivera Garza celebra su segunda ocasión en que gana el galardón, esta vez con ‘‘La muerte me da’’

GUADALAJARA, JALISCO.- Hace ocho años, con Nadie me verá llorar, Cristina Rivera Garza (Matamoros, 1964) obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz que se otorga desde 1993 en la Feria Internacional del Libro (FIL) en Guadalajara. De nuevo tuvo que subir al escenario dispuesto en el Auditorio Juan Rulfo para recibir la condecoración y 10 mil dólares por La muerte me da, una novela “soberbia, retadora y osada”, como la describió Margarita Valencia, una de las integrantes del jurado del certamen, en la ceremonia de premiación celebrada la tarde de ayer.

Nubia Macías y Raúl Padilla López, directora y presidente de la FIL, respectivamente; Marco Antonio Cortés Guardado, rector de la UdeG; y Carmen López Portillo Romano, en representación de Tequila Cuervo, compartieron con la autora el placer por honra de este nuevo y viejo galardón.

Durante su intervención, Macías celebró que Rivera Garza se alzara de nueva cuenta con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz y reconoció que la autora que hoy es la ganadora, poco tiene qué ver con la que fue ayer: “su voz es (ahora) más clara y compleja”.

Pero si algo hay que destacar en esta nueva obra, editada por Tusquets, es que para la propia autora -y evidentemente para el lector, como lo ha sido ya para el jurado-, se trata de un texto en el que “no hay lugar para la complicidad, porque las primeras páginas nos da un puñetazo en la boca del estómago y nos deja sin aire, no podemos hacer otra cosa que caer de rodillas y escuchar la voz de una mujer que huye y se encuentra”, según Valencia.
Destacó que el texto “se rehusa al reconocimiento fácil y la clasificación; propone un reto desde la primera página”, y se congratuló por otorgar esta condecoración a una autora que reta a sus lectores y a sí misma.

“La muerte me da es un thriller, pero no un thriller cualquiera: Rivera Garza se instala como una detonación en este género de lo tradicional y lo despedaza desde adentro, reinventando las maneras clásicas de narrar. Su domino del lenguaje es solo comparable con su audacia narrativa y su atracción por el riesgo y la ruptura de los modelos establecidos”, dice el acta de jurado.

En su discurso de aceptación, Cristina Rivera Garza confesó estar emocionada y narró que hace unos días la sorprendió una noticia sobre una mujer que vivió durante 18 años en la selva y regresó a la civilización anhelando volver a ese lugar inhóspito.

“La selvática nunca aprendió a hablar. Se negaba a comer. Y, estando en un hospital, intentó escapar varias veces. Escribir es un poco eso. Escribir es vivir un poco en Ratanakkiri. Es un honor, por supuesto, recibir este prestigiado premio. Pero también es importante no olvidar que se escribe siempre desde Ratanakkiri. Ese lugar inhóspito. A la intemperie. Ratanakkiri es otro de los nombres de la escritura”, advirtió.

Aseguró que este libro, con el que se la reconoce una vez más en el marco de la FIL, surgió solo; y aprovechó la ocasión para establecer un mapa literario de algunas mujeres que ha seguido y sigue en la actualidad, como son los casos de Socorro Venegas, Brenda Lozano, Sara Uribe, Rocío Cerón y Mónica Nepote, entre otras.

¿Quién es…?


Cristina Rivera Garza nació en 1964, en Matamoros, Tamaulipas. Se graduó de la UNAM en Sociología y estudió posteriormente Historia Latinoamericana en la Universidad de Houston. Ha dedicado gran parte de su carrera a la academia; ha sido profesora en sus almas máter, DePaw University y actualmente es profesora asociada de la San Diego State University. Como narradora ha publicado el libro de relatos La guerra no importa, que obtuvo el Premio Nacional de Cuento en 1987. Su primera novela, Desconocer, fue finalista del Premio Juan Rulfo que otorga Radio France Internacional, en 1994, año en que también fue becaria del programa Jóvenes Creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, en la categoría de poesía, género en el que ha publicado el poemario La más mía, además de estar incluida en varias antologías.
Otras ganadoras

Gioconda Belli
    (2008)
Tununa Mercado
    (2007)
Claudia Amengual
    (2006)
Paloma Villegas
    (2005)
Cristina Sánchez-Andrade
    (2004)
Margo Glantz
    (2003)
Sana Gloria Moya
    (2002)
Cristina Rivera Garza
    (2001)
Silvia Iparraguirre
    (1999)
Silvia Molina
    (1998)
Laura Restrepo
    (1997)
Elena Garro
    (1996)
Tatiana Lobo
    (1995)
Marcela Serrano
    (1994)
Angelina Muñiz Huberman
     (1993)
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