Cultura

El MAZ celebra 10 años

El festejo por una década de vida fue la noche de este jueves, e incluyó charlas, conciertos y un brindis

GUADALAJARA, JALISCO (16/AGO/2012).-  Diez años de exposiciones y actividades culturales han consolidado al Museo de Arte de Zapopan como un referente del arte contemporáneo en Jalisco. Una década de trabajo amerita –sin duda— el festejo que el MAZ ofreció la noche del jueves al público que se ha mantenido cerca de la institución en sus diferentes etapas.

Después de un recorrido en salas para apreciar la exposición A Mano Armada del pintor sonorense Enrique Oroz, dio inicio la charla programada en el Foro Juan José Arreola, con el objetivo de hacer una reflexión del pasado, presente y futuro del museo.

En la mesa de discusión estuvieron Guillermo Gómez Mata, director del Instituto de Cultura de Zapopan; Carlos Beltrán, primer director del MAZ; Arturo Camacho, presidente del CECA; Alfredo Sánchez, periodista cultural, así como la arquitecta Emilia Orendáin, el crítico Juan José Doñán y el curador Carlos Ashida.

Los grandes ausentes fueron la directora actual, Alicia Lozano –quien no pudo asistir a la celebración por motivos de salud— así como su antecesor, Ricardo Duarte, quien debió atender otros compromisos laborales. Sin embargo, ambos enviaron una reflexión por escrito que el director de cultura de Zapopan leyó antes de pasar el micrófono a los presentes.

En su carta, Lozano agradeció a las autoridades del municipio así como a todo su equipo de trabajo, conformado en total por 10 personas. Duarte se refirió al MAZ como el museo más importante de Guadalajara, con el mayor diálogo interinstitucional; pero también señaló algunos de sus retos futuros, como la creación de una colección propia y un mayor contacto entre el museo y la gente.

Después habló Emilia Orendáin, la arquitecta que, junto a su esposo Enrique Toussaint, fueron los encargados de diseñar el espacio que en un primer momento se planteó como un museo de historia. “Me gusta pensar que es un espacio flexible en el que se puede soñar”, dijo Orendáin quien agregó que la intención desde un principio fue que el edificio albergara la obra de arte.

“Muchos recuerdos salen a flote”, expresó después Carlos Beltrán, quien –como dijo Gómez Mata— fue el protagonista del arranque del museo. Explicó que desde las exposiciones inaugurales se buscó mostrar las grandes obras de arte que anteriormente no llegaban a Guadalajara por la falta de un espacio. Dijo también que se ha cumplido con la intención inicial de convertirse además en centro cultural y que los tres directores han hecho una tarea “cada vez mejor”.

En opinión de Arturo Camacho, si bien el MAZ es un espacio que se ha consolidado y cumple su función, sigue teniendo una deuda con la cabecera municipal de Zapopan. Recordó, como ejemplo, que el municipio cuenta con una colección de los frailes franciscanos, que sería interesante ponerla a dialogar con la gente. “Creo que el MAZ debería tener otras propuestas, no nada más para la élite que disfrutamos y que nos gusta el arte contemporáneo”.

Tanto Alfredo Sánchez como Juan José Doñán, subrayaron el hecho de que el museo ha logrado sobrevivir a través de distintas administraciones y partidos, “lo cual no es poca cosa”, dijo Doñán. Dijo también que el MAZ es un lugar con suerte, ya que ha mantenido un nivel “de decoroso para arriba (…) y goza de cabal salud: todavía no se le ve ninguna arruga”.

Finalmente, Carlos Ashida se refirió a las imágenes que estuvieron pasando en la pantalla de fondo, para reconocer la diversidad y alta calidad de los proyectos del MAZ. Expresó que tres años es un periodo corto para la dirección de un museo, ya que una investigación seria requiere cerca de un año, por lo que dijo, “se requiere encontrar una figura para este y otros museos que los acredite como institución académica, cercana a una universidad pública, donde su función no esté sujeta a la voluntad política de los funcionarios en turno”.

La gente que ya no cupo en el foro Juan José Arreola, esperó el inicio de la música en la explanada, la cual, poco a poco, también se fue llenando. Después de la charla el ambiente se animó con tequila, vino tinto, la música de la banda Naranjito Blues, y posteriormente, del DJ Fernando Dimare.


EL INFORMADOR / EUGENIA COPPEL
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