Cultura

El Instituto Cervantes dedica altar de muertos a escritores

Los artistas mexicanos Adriana Mendez y Carlos Torio presentan el altar de muertos

MADRID, ESPAÑA (01/NOV/2014).- Con cosas que eran cercanas y apreciadas por escritores ya fallecidos como Ana María Matute, Ana María Moix, Juan Gelman, José Emilio Pacheco y Gabriel García Márquez, los artistas mexicanos Adriana Mendez y Carlos Torio presentaron un altar de muertos en el Instituto Cervantes.

Los vibrantes colores naranja y morado acentúan la muestra en la que no faltan las mariposas amarillas de García Márquez, los lentes del poeta mexicano José Emilio Pacheco, los libros de Juan Gelman o los aretes y collares de Ana María Matute.
 
El altar de muertos que se exhibe en el Instituto Cervantes, está auspiciado también por el Centro de Estudios Mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México ( UNAM) que dirige Alicia Meyer.
 
La actriz María Eugenia Cova, una de las artífices del proyecto, señaló que su amor por esta tradición surgió hace años a raíz del matrimonio de su hermana con Rubén Fuentes, el compositor de "La Bikina".
 
"Me gustó esta tradición que nos quita el miedo a la muerte y nos hace recordar con alegría a los seres queridos que se marcharon", dijo.
 
Recordó que el culto a la muerte existe desde los aztecas, y como ya se sabe a la llegada de los evangelizadores cristianos se forma un sincretismo religioso que perdura hasta nuestros días, y honramos a nuestros seres queridos recibiéndolos la noche del 1 al 2 con una ofrenda, con todos los objetos que les pertenecieron.
 
La artista mexicana Adriana Méndez, afirmó que participó en el proyecto haciendo inicialmente un croquis y destacando la presencia de un arco que representa la entrada a Mictlán.
 
Asimismo, dijo, colocamos los artículos que les gustaban a los que aquí rendimos culto, que son Gabriel García Márquez, José Emilio Pacheco, Ana María Matute, Ana María Moix y Juan Gelman, además de colocar las flores de cempasúchil, que son las flores tradicionales de este día de Muertos, fruta, su comida, el tequila y todo lo que les gustaba,
 
Por su parte, el artista Carlos Torio, explicó su contribución al proyecto: una calavera muy mexicana, que está hecha con cintas de regalo, con listones, que recuerda las calaveras mexicanas que son de azúcar y que van sobre el altar de muertos.
 
Anotó que esta calavera forma parte de una serie que hizo, la cual habla de las vanidades, habla de las cosas temporales que se tienen en la vida.
 
"Quise hacer un diálogo entre una forma contemporánea de representación de la muerte y una forma mucho más antigua, de mucho más tiempo que se ha venido desenvolviendo y desarrollando, un diálogo entre esas dos partes de la tradición mexicana", explicó.
 
La tradición del Día de Muertos, que fue declarada por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2003, es un claro ejemplo de sincretismo cultural.
 
La celebración cristiana de Todos los Santos y Fieles Difuntos se mezcla con la conmemoración de Día de Muertos que los indígenas festejan desde los tiempos prehispánicos, en la que la concepción de la muerte no se asocia con términos de premio (paraíso) o castigo (infierno).
 
La conmemoración de los Fieles Difuntos en la tradición occidental constituye un acto de luto y oración para que descansen en paz los muertos.
 
Al fundirse en México esta fecha con la tradición indígena se ha convertido en una festividad, en un carnaval de olores, gustos y colores en el que los vivos y los muertos conviven y se reencuentran en una celebración llena de respeto, pero también de alegría y bullicio.
Síguenos en

Temas

Sigue navegando