Cultura

El Conaculta recuerda a Rufino Tamayo

En el vigésimo aniversario luctuoso del artista plástico el Conaculta recuerda al último de los grandes artistas plásticos mexicanos

GUADALAJARA, JALISCO (24/JUN/2011).- En el vigésimo aniversario luctuoso del artista plástico el Conaculta recuerda al último de los grandes artistas plásticos mexicanos.

Nació en Oaxaca el 25 de agosto de 1899. A los 16 años ingresó a la Academia de Bellas Artes de San Carlos para iniciar su formación profesional y académica, pero la abandonó y se dedicó a estudiar los modelos de arte popular mexicano y de arte contemporáneo. En 1926 realizó su primera exposición pública y posteriormente fue invitado a exponer sus obras en el Art Center de Nueva York. A lo largo de casi tres décadas vivió en el extranjero pero siguió visitando México regularmente. Rufino Tamayo murió en la Ciudad de México el 24 de junio de 1991

Tamayo perteneció al grupo de “Los Tres Grandes” (Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco) y fue uno de los primeros artistas que alcanzó importancia y difusión internacional, pero sus obras tienen una dimensión distinta a la de sus compañeros.

El artista dejó de lado las corrientes de la plástica en boga en su tiempo para rescatar del pasado prehispánico la vivacidad de los colores y así inventar una pintura en la que el “color-Tamayo” constituyó un invento y toda una revelación plástica, además se caracterizó por dejar de lado los planteamientos ideológicos y revolucionarios, a diferencia de sus contemporáneos.

En su obra Tamayo desarrolla el tema indio con un estilo más formal y abstracto. Su obra como muralista culmina en el mural “El día y la noche”, realizado en 1964 para el Museo de Antropología e Historia de México, que simboliza la lucha entre el día, representado por la serpiente emplumada, y la noche, el tigre.

En 1952 realizó su primer fresco en el Palacio de Bellas Artes, al año siguiente el mural “El Hombre” para el Dallas Museum of Cine Arts,  en 1956 hizo en Houston su obra, considerado su mural de mayor envergadura,  “América”. En 1957, para la biblioteca de la Universidad de Puerto Rico, lleva a cabo su mural “Prometeo”  y, un año después, en 1958, realiza un monumental fresco para el Palacio de la Organización de las Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en París.

La colección más importante del artista en México se encuentra en el Museo de Arte Moderno, mientras que el museo que lleva su nombre: Museo Tamayo Arte Contemporáneo, posee una colección de arte contemporáneo internacional que integraron Olga y Rufino Tamayo.

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