Cultura
El Coliseo de Roma será restaurado
Tras varios años de descuido, el inmueble será intervenido ante el asedio anual de seis millones de turistas
ROMA, ITALIA.- Con dos milenios de historia y tras haber sobrevivido a terremotos, saqueos y hasta al bombardeo de Roma durante el último conflicto mundial, el Coliseo enfrenta ahora el "asedio" de casi seis millones de turistas anuales y un plan de rescate que pondrá fin a años de incuria (abandono).
El monumento, cuya construcción inició en el año 72 de nuestra Era por el emperador Vespasiano y que fue inaugurado en el año 80 por Tito, ha sido puesto bajo la competencia de un comisario extraordinario, Guido Bertolasso, encargado del rescate inderogable del área arqueológica de Roma.
El pasado 12 de marzo el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, firmó la ordenanza que prevé las medidas urgentes para reforzar la seguridad y consolidar las estructuras antiguas de la Ciudad Eterna, que cuenta con la zona arqueológica más importante del mundo.
La intervención se hizo necesaria debido al rápido aumento de riesgos estructurales del patrimonio arqueológico, agravado por las lluvias torrenciales de los últimos meses que, en particular, dañaron la colina del Palatino (donde según la leyenda fue fundada Roma), confirmó Bertolasso.
Se trata de una vasta área que incluye a los Foros Romanos, al propio Palatino y al Coliseo y en la que se encuentra, entre otros muchos monumentos, la "Domus Aurea", la villa del emperador Nerón, que debió ser recientemente cerrada ante el riesgo de derrumbes.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, prometió que, en especial, el Coliseo será restaurado y que serán removidos los andamiajes que en parte lo desfiguran y que datan de los años setenta.
El monumento, originalmente conocido como Anfiteatro Flavio o simplemente como "Amphitheatrum", tenía capacidad para 50 mil espectadores, que asistían a espectáculos de gladiadores y a otras manifestaciones públicas.
Tras el saqueo de Roma por las tribus bárbaras, el Coliseo perdió paulatinamente su carácter de anfiteatro, aunque fue objeto de varias restauraciones luego de haber sido dañado por sucesivos terremotos.
Su uso como sede de espectáculos públicos fue definitivamente abandonado en el siglo VI de nuestra Era, cuando pasó a convertirse en almacén de materiales de construcción, área de sepultura o castillo de la nobleza; en el Renacimiento sus mármoles y estatuas fueron saqueados para construir otros monumentos.
En 1675 asumió el carácter de lugar sagrado en memoria de los mártires cristianos condenados al suplicio y actualmente es también sede, durante cada Viernes Santo, del Via Crucis encabezado por el Pontífice de turno.
En la época moderna, el Coliseo se salvó de los bombardeos aliados que a partir de 1943 también afectaron a Roma, de los que hasta ese año había sido inmune por ser sede de la Ciudad del Vaticano.
Según recientes documentos publicados por la prensa local, el presidente estadounidense, Franklin D. Roosevelt ordenó a sus generales "abatir el maldito Coliseo", si era necesario, con tal de plegar al nazi-fascismo.
Actualmente el "más famoso monumento del mundo" se ve asediado (de acuerdo con cifras oficiales) por un promedio de casi seis millones de turistas al año y según reconoció Mario Resca, asesor del gobierno en políticas museales, se encuentra en "un estado desolador", debido a "años de incuria y descuido".
Para el responsable arqueológico de Roma, Angelo Bottini, hay carencia de fondos y de personal, mientras que los detectores de metales, que hacen interminables las filas de acceso al Coliseo, se hicieron necesarios a raíz de los atentados de Londres de 2006 y de la creciente amenaza terrorista.
Además, el visitante debe prepararse para sortear obstáculos como vallas metálicas, escombros o una verdadera "corte de los milagros", que incluye desde mendigos que piden dinero, gitanas que leen la suerte, "gladiadores" que se fotografían con turistas o vendedores de baratijas.
El subsecretario de Cultura, Francesco Giro, explicó que con la intervención de Bertolasso (también responsable de Protección Civil), se combatirá la degradación y se abrirán incluso lugares arqueológicos aledaños al Coliseo inaccesibles desde los años ochenta.
Explicó que Bertolasso tendrá a disposición 37 millones de euros, que irán no solamente para la zona arqueológica de Roma, sino también a la vecina localidad de Ostia Antica.
El monumento, cuya construcción inició en el año 72 de nuestra Era por el emperador Vespasiano y que fue inaugurado en el año 80 por Tito, ha sido puesto bajo la competencia de un comisario extraordinario, Guido Bertolasso, encargado del rescate inderogable del área arqueológica de Roma.
El pasado 12 de marzo el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, firmó la ordenanza que prevé las medidas urgentes para reforzar la seguridad y consolidar las estructuras antiguas de la Ciudad Eterna, que cuenta con la zona arqueológica más importante del mundo.
La intervención se hizo necesaria debido al rápido aumento de riesgos estructurales del patrimonio arqueológico, agravado por las lluvias torrenciales de los últimos meses que, en particular, dañaron la colina del Palatino (donde según la leyenda fue fundada Roma), confirmó Bertolasso.
Se trata de una vasta área que incluye a los Foros Romanos, al propio Palatino y al Coliseo y en la que se encuentra, entre otros muchos monumentos, la "Domus Aurea", la villa del emperador Nerón, que debió ser recientemente cerrada ante el riesgo de derrumbes.
El alcalde de Roma, Gianni Alemanno, prometió que, en especial, el Coliseo será restaurado y que serán removidos los andamiajes que en parte lo desfiguran y que datan de los años setenta.
El monumento, originalmente conocido como Anfiteatro Flavio o simplemente como "Amphitheatrum", tenía capacidad para 50 mil espectadores, que asistían a espectáculos de gladiadores y a otras manifestaciones públicas.
Tras el saqueo de Roma por las tribus bárbaras, el Coliseo perdió paulatinamente su carácter de anfiteatro, aunque fue objeto de varias restauraciones luego de haber sido dañado por sucesivos terremotos.
Su uso como sede de espectáculos públicos fue definitivamente abandonado en el siglo VI de nuestra Era, cuando pasó a convertirse en almacén de materiales de construcción, área de sepultura o castillo de la nobleza; en el Renacimiento sus mármoles y estatuas fueron saqueados para construir otros monumentos.
En 1675 asumió el carácter de lugar sagrado en memoria de los mártires cristianos condenados al suplicio y actualmente es también sede, durante cada Viernes Santo, del Via Crucis encabezado por el Pontífice de turno.
En la época moderna, el Coliseo se salvó de los bombardeos aliados que a partir de 1943 también afectaron a Roma, de los que hasta ese año había sido inmune por ser sede de la Ciudad del Vaticano.
Según recientes documentos publicados por la prensa local, el presidente estadounidense, Franklin D. Roosevelt ordenó a sus generales "abatir el maldito Coliseo", si era necesario, con tal de plegar al nazi-fascismo.
Actualmente el "más famoso monumento del mundo" se ve asediado (de acuerdo con cifras oficiales) por un promedio de casi seis millones de turistas al año y según reconoció Mario Resca, asesor del gobierno en políticas museales, se encuentra en "un estado desolador", debido a "años de incuria y descuido".
Para el responsable arqueológico de Roma, Angelo Bottini, hay carencia de fondos y de personal, mientras que los detectores de metales, que hacen interminables las filas de acceso al Coliseo, se hicieron necesarios a raíz de los atentados de Londres de 2006 y de la creciente amenaza terrorista.
Además, el visitante debe prepararse para sortear obstáculos como vallas metálicas, escombros o una verdadera "corte de los milagros", que incluye desde mendigos que piden dinero, gitanas que leen la suerte, "gladiadores" que se fotografían con turistas o vendedores de baratijas.
El subsecretario de Cultura, Francesco Giro, explicó que con la intervención de Bertolasso (también responsable de Protección Civil), se combatirá la degradación y se abrirán incluso lugares arqueológicos aledaños al Coliseo inaccesibles desde los años ochenta.
Explicó que Bertolasso tendrá a disposición 37 millones de euros, que irán no solamente para la zona arqueológica de Roma, sino también a la vecina localidad de Ostia Antica.
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