Cultura
El 30 de abril “El increíble niño come libros” será premiado
El concurso “El increíble niño come libros” que se lleva a cabo en cuatro bibliotecas del Ayuntamiento y en la Librería “José Luis Martínez” invita a los pequeños a leer
El Globo Museo del Niño, ubicado en la zona de Analco, invita a los pequeños a ser uno de los tres que más “devore libros” en la ciudad.
El concurso, que se lleva a cabo también en cuatro bibliotecas del Ayuntamiento de Guadalajara y en la Librería “José Luis Martínez” del Fondo de Cultura de Económica, culminará en la celebración del Día del Niño, en Paseo Chapultepec.
Llevado a cabo entre el FCE y la Secretaría de Cultura del gobierno municipal de Guadalajara, “El increíble niño come libros” inició el pasado 1 de marzo y tiene como objetivo fomentar la lectura en los pequeños a través de 379 títulos ilustrados editados por el Fondo.
Cada uno de los espacios cuenta con un número específico de textos al cual pueden acceder los niños de forma gratuita. Al finalizar la lectura los participantes llenan una papeleta con sus impresiones.
El niño con mayor número de éstas resultará el ganador y será reconocido el 30 de abril en el marco de Paseo Chapultepec.
El Globo instaló una sala de lectura especial para esta convocatoria y se puede ingresar de martes a domingos de 10 a 18:00 horas.
Por su parte, en las bibliotecas “Efraín González Martínez”, “Agustín Yánez”, “Gabriel Covarrubias Ibarra” y “Cornejo Franco”, con horario de 08:00 a 20:00 horas, es posible llevarse los libros a casa con previa credencial.
En tanto, la Librería “José Luis Martínez” del FCE funciona diariamente de 09:00 a 21:00 horas y los sábados en el camellón de Paseo Chapultepec.
La convocatoria está inspirada en el aclamado texto infantil de Oliver Jeffers, que cuenta la historia de “Enrique”, un niño al que le encantan los libros, pero no como a cualquier niño pueden gustarle.
Un día, mientras tenía en una mano una paleta y en la otra un libro, “Enrique”, distraídamente, probó el libro. Notó que le gustaba y aunque tenía sus dudas decidió comerse primero una palabra, luego una oración y, después, una página.
Un par de días después ya se había comido un libro entero. Inexplicablemente, el conocimiento que contenían los libros llegaba al cerebro de “Enrique” y pensó que con ésto en poco tiempo podría ser la persona más lista del mundo, pero de pronto todo empezó a complicarse.
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