Cultura
¿Dónde está Paco Taibo II?
Los hermanos Paco Ignacio Taibo II y Benito Taibo charlan con los jóvenes y les cuentan historias que incitan a echar una mirada a la ficción literaria
Del otro lado, formados, los jóvenes llegan al Auditorio Juan Rulfo con síndrome de leones desesperados, alimentados a pan y agua durante meses, unidos en rijosas jaurías, amenazados por el pupilaje completo de sus profesores. Hablan, chiflan, ríen a mandíbula batiente. Quieren una válvula de escape.
Han soltado a los leones en la FIL
Minutos después, como un fruto verde partido a la mitad, aparece Paco Ignacio Taibo II y se junta con Benito. Arriban al salón dispuestos a dejar embebidos con sus palabras a los presentes. Cuentan una historia de la infancia mientras son apuntados por la mirada de los jóvenes. Hablan de su padre.
Paco Ignacio Taibo II, bigote tricolor (ocre, gris y blanco) de puntas jaladas hacia abajo, los lentes sin montura que cabalgan en la nariz al momento que habla con su voz de eses arrastradas, narra que el día en que su padre le preguntó qué quería ser. Apenas tenía cinco años. Paco contestó que karateka, saxofonista, escritor. Muchos años después, cuando salió a pasear con su padre, a la vez que empujaba la silla de ruedas volvió la misma pregunta: ¿qué quieres ser?, Paco, ahora, con juicio mesurado contestó que lo mismo que es ahora, escritor.
Esta y otras historias fueron las que usaron los hermanos Taibo para invitar a los jóvenes a la lectura, “La literatura no es el acto de creación. Es el acto en el que yo escribo y tú me encuentras.
Además, invitaron a todos a leer las obras de Francisco de Quevedo, Cortázar, Gabriel García Márquez, Carlos
Fuentes; además de criticar el uso de la palabra “guey” entres los jóvenes y el empobrecimiento del lenguaje que esa muletilla genera.
Al final Paco volvió a perderse, pero esta vez Benito ya no lo buscó. El historiador fue a fumarse un cigarro antes de sumergirse, otra vez, en la firma de libros.
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