Cultura

Dolores Redondo: 'Quería huir de la típica novela negra'

La escritora española llega a México con su Trilogía del Baztán, una terna de novelas policiacas que exploran más allá de un crimen

GUADALAJARA, JALISCO (11/AGO/2015).- La serie de historias policiacas conocida como Trilogía del Baztán, de la narradora española Dolores Redondo, ya ha llegado a librerías mexicanas y sus tres volúmenes, las novelas “El guardián invisible” (2013) —que apareció en su país, de manera simultánea, en castellano, catalán, euskera y gallego—, “Legado en los huesos” (2014) y “Ofrenda a la tormenta” (2015), han vendido en conjunto más de 400 mil ejemplares solamente en España y, además, los derechos de adaptación cinematográfica fueron adquiridos por una importante compañía productora relacionada asimismo con autores de la talla de Stieg Larsson y Henning Mankell.

De hecho, el éxito de “El guardián invisible” ha sido tal que en su primer año se publicó también en francés, alemán, italiano, neerlandés, portugués, noruego, inglés, turco, checo, polaco y eslovaco; así, ahora Redondo se declara “muy feliz de estar en México, donde me han tratado muy bien y prepararon cosas extraordinarias para hablar de mis novelas que, por otra parte, han recibido muy buena respuesta de los lectores latinoamericanos”.

Aunque su carrera literaria comenzó como autora de relatos dirigidos al público juvenil, “lo cierto es que ya tenía el gusto por el misterio, lo oculto y los dolores que uno lleva dentro, que arrastra toda la vida”, dice la escritora, “mis cuentos ya hablaban de circunstancias difíciles, por eso creo que ya estaba predispuesta hacia la novela”.

Con todo, detalla Redondo, “me parece que, si pienso en el cuento, a veces uno se acerca primero a él por la creencia errónea de que es más sencillo ocultarse en 20 páginas que en 450, porque en ese número por fuerza tiene que verse la piel; y si no se ve, malo, porque a un autor de quien no percibimos su propia realidad o dolor, no llega al lector. Si algo sé, es que cuando se escribe ficción, la mejor manera de llegar a quien lee es ser honesto en el dolor”.

Escenario y fondo


Parte de esa honestidad se refleja en el escenario donde se ubica “El guardián invisible”, la región boscosa del Baztán —en la provincia de Navarra, dentro del País Vasco—, “que se ha convertido en un personaje, tal vez el más importante de las novelas, porque ha marcado a los demás; yo me crié en el País Vasco y me sentí identificada porque el lugar se parece a los escenarios de mi infancia donde, por añadidura, había elementos que me permitían dotar de fondo la novela”.

En estos términos, en palabras de Redondo, “de lo que quería huir todo el tiempo era de la típica novela negra en la que hay un crimen, un policía que lo investiga y su resolución; del policía me importaban su familia, sus sentimientos y las personas a su alrededor que resultan afectadas por una muerte violenta”.

De este modo, detalla, “el valle de Baztán me lo daba todo, una arquitectura maravillosa, una fuerza natural tremenda; pero también un fondo histórico que me hizo posible dotar de profundidad a mis personajes y hacer la historia más interesante, primero para mí y espero que para los lectores también. Con todo, en la mente del autor, el escenario de la novela es una mezcla del auténtico y aquel, interior, que sólo veo e imagino yo”.

Tres y en orden

Para Dolores Redondo, esta trilogía de novelas —para comprenderla— “deben leerse las tres, y en orden, además; la concebí como un iceberg, la primera es la punta visible y es una historia de acción, contundente, pero es a partir de la segunda donde se ahonda en el pasado de la protagonista y se conoce a los demonios familiares, los secretos que pueden acabar con la cordura”.

Finalmente, refiere Redondo, “cuando se llega a la tercera novela, el iceberg da la vuelta en el final y las respuestas que uno suponía resultan no ser auténticas; esa fue mi manera de concebir esos misterios y no creo que eso pueda obedecer a una fórmula de escritura, creo que corresponde más bien al modo en que funciona la mente de cada autor”.

Quizá por eso, la autora española está “convencida de que al lector mexicano le van a gustar mucho estas novelas; son historias de orgullo, de hacer lo que se tiene que hacer, de continuar a pesar de no saber para qué. Eso me parece una constante en el tiempo que nos ha tocado vivir. Además, si a eso se suman la magia y el deseo de conducir la vida propia con autonomía y rumbo concreto, tiene que gustar”.

Mujeres fuertes

Hay otros elementos esenciales en esta trilogía, uno es la mitología (el aspecto mágico, ya que la referencia a criaturas y tradiciones antiguas de los vascos es constante) del lugar, y otro —dice la escritora— “la familia matriarcal; yo nací y crecí en el seno de una familia así, donde las mujeres por fuerza son fuertes, solas, al frente de los negocios y la vida. Por eso, sin restar importancia a los varones de la novela, era importante que una mujer tuviera un papel que, en esa zona, les confiere su propia experiencia vital”.

En estos términos, la protagonista —la policía investigadora Amaia Zalazar— es ejemplo de, comenta Redondo, “que si bien una sociedad concebida por hombres y para hombres puede provocar quejas, estas a veces no son sólo una respuesta ante diferentes exigencias sociales sino, también, de lo exigente que las mujeres somos con nosotras mismas”.

PERFIL

Fascinación por las letras


Dolores Redondo (Donostia-San Sebastián, 1969) estudió derecho y restauración. Se inició en la literatura como escritora de relatos breves y cuentos infantiles.

“El guardián invisible” (2013) es la primera parte de la Trilogía del Baztán, compuesta por tres fascinantes "thrillers" ambientados en el Pirineo Vasco que han vendido más de 400 mil copias sólo en su país y se distribuye en el exterior a través de 32 editoriales internacionales. Vive actualmente en la Ribera Navarra ( España).
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