Cultura

Difícil calificar de plagio la fachada de la Biblioteca Pública

Expertos y académicos señalan que la similitud entre los edificios es algo común no sólo en México, sino en el mundo

GUADALAJARA, JALISCO (21/JUN/2011).- Los polémicos cambios en la fachada de la Biblioteca Pública del Estado Juan José Arreola,  encargados al arquitecto tapatío Federico González Martínez,  que fueron cuestionados por la similitud con el frente inmueble del Centro Harvey B. Gantt para las Artes y la Cultura Afroamericana en Charlotte no son plagio según varios expertos consultados por este medio. 

“La historia de la arquitectura es la historia de copia de la arquitectura”, expresó Leonardo Díaz Borioli, doctorando en Filosofía de historia, teoría y crítica del arte, arquitectura y forma urbana de la Universidad de Princeton, Nueva Jersey.

En lo anterior, coincide Carlos Petersen, académico del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), quien explicó que   “en la historia de la arquitectura se reconocen varias categorías de arquitectos y unos cuantos son dadores de forma. En el siglo XX puede reconocerse a Fran Lloyd Wright, Le Corbusier y Ludwing Mies van der Rohe, representantes del movimiento moderno. Aquí en México a Luis Barragán y unos cuantos más y en los últimos años a Santiago Calatrava y a Herzog & de Meuron”.

Carlos Petersen agregó que el resto de los profesionales siguen la llamada “ruta principal”, es decir a filiarse a alguna corriente estética de los grandes creadores, lo que no puede considerarse plagio porque dicha acción implica la copia directa de los planos. Apuntó que “los arquitectos somos dueños de nuestros dibujos”. 

Por otro lado, el director de la carrera de Arquitectura del Tecnológico de Monterrey campus Guadalajara, Mauricio Morales Romero, comentó que “siempre ha existido una similitud en cuanto a las propuestas arquitectónicas porque es una búsqueda de identidad y se nota más ahora por el impacto mediático”.

Añadió que como profesionales siempre se evita la copia, pero es por diferentes circunstancias que resultan proyectos similares y eso es “inevitable”.  
Morales Romero destacó que “un espacio arquitectónico es el resultado de un análisis muy profundo de usuarios, clima y contextos, es multifactorial”. Además pidió recordar que la arquitectura es un reflejo de la cultura, “no podemos irnos a una isla desierta y buscar la inspiración divina, tenemos como cualquier creativo influencias voluntarias e involuntarias”.

Del inmueble de la Universidad de Guadalajara (UdeG), ubicado en el Centro Cultural Universitario (CCU), Díaz Borioli consideró que “cambiar aspectos formales de un proyecto internacional ganador por un concurso le baja el valor a ese edifico”. Pero aclaró que “tú no puedes plagiar en arquitectura porque su misma materialidad y ubicación geográfica hace necesaria una adecuación”.

Explicar las coincidencias
Para Morales Romero, la fachada de la Biblioteca Pública del Estado y el frente del Centro Harvey B. Gantt para las Artes y la Cultura Afroamericana son “muy similares, pero antes de juzgarlo valdría la pena platicar con los diseñadores para cuestionar la propuesta y argumentar por qué salió así”.
Por otra parte, Díaz Borioli señaló que es necesario saber los detalles del proyecto de la UdeG  “para conocer si el hierro colocado por fuera genera un beneficio de sombras sobre una fachada de cristal, que hay atrás, y baja el consumo del aire acondicionado en una ciudad tan caliente como Guadalajara”.

Saber el porqué de una propuesta arquitectónica es parte del análisis que permite saber si existió plagio en un edificio. “Porque si no se tiene una respuesta concreta es cuando uno se pregunta de dónde salió”, expresó  Morales Romero, director de la carrera de Arquitectura del Tecnológico de Monterrey. 

En cuanto a la justificación de que la Universidad de Guadalajara tiene el derecho a cambiar proyecto original de Museotec porque lo compro, ésa no es la cuestión señaló Díaz Borioli. 

“Lo que es relevante es discutir como sociedad si con nuestros impuestos se hizo una buena decisión al cambiar la fachada o una mala decisión, si el valor cultural, simbólico e icónico de ese edificio se mantiene y cuánto se perdió por ahorrarse cierto montó de dinero”, expresó Díaz Borioli, quien añadió que “al no respetar la integridad de un proyecto –la UdeG- devalúa la profesión de cuyos alumnos educa y eso es escandaloso”.

Otras referencias
En la zona cercana a Plaza Andares existen propuestas muy similares entre los edificios, “lo único que cambia es el material del exterior, pero arquitectónicamente son torres, no hay alternativa para decir que son proyectos distintos, salvo el caso de Carmen Pinos”, expresó el director de la carrera de Arquitectura del Tecnológico de Monterrey, Mauricio Morales.  
Sobre los inmuebles que tienen similitudes de otros, el académico  del Departamento del Hábitat y Desarrollo Urbano del ITESO, Carlos Petersen, pide pensar en cualquiera. “La arquitectura tapatía que se dio en el siglo XX le debe algo a  Luis Barragán, a Ignacio Díaz Morales y a Pedro Castellanos. En el arte y la arquitectura, las búsquedas se dan por diferentes caminos, pero unos cuantos –autores- en la historia han sido revolucionarios en términos de la forma”.

Sondeo
¿Consideras que la fachada de la Biblioteca Pública del Estado, próxima a inaugurarse, es un plagio o sólo tiene referencias a inmuebles como el Museo Judío, en Berlín, y el Centro Harvey B. Gantt, en Carolina del Norte, Estados Unidos?

38% Es un plagio (30)

63% Sólo tiene referencias (50)

Este sondeo no tiene validez estadística, sólo representa la opinión de 80 lectores de www.informador.com.mx. Actualizado hasta las 18:45 horas de ayer.
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