Cultura
Develan placa para Gabriel Vargas en su segundo aniversario luctuoso
Carbot develó una placa conmemorativa por el segundo aniversario luctuoso del caricaturista
CIUDAD DE MÉXICO (25/MAY/2012).- Al rendir hoy un homenaje a don Gabriel Vargas Bernal (Tulancingo, Hidalgo, 5 de febrero de 1915-Ciudad de México, 25 de mayo de 2010), creador de la célebre "La familia Burrón", el periodista mexicano Alberto Carbot subrayó que "sin proponérselo, fue un cronista de la mexicanidad".
Acompañado por la viuda del maestro Vargas, la periodista Lupita Appendini, Carbot develó una placa conmemorativa por el segundo aniversario luctuoso del caricaturista en la fachada del inmueble ubicado en la colonia Cuauhtémoc de esta ciudad, donde el artista tuvo su hogar y su estudio durante muchos años.
Dijo que "durante más de 70 años ininterrumpidos, el maestro Gabriel Vargas se dedicó a divertir con profunda sencillez al pueblo de México con sus monigotes, como él llamaba a sus dibujos, y sin posturas académicas representó con una gran meticulosidad el lenguaje y costumbres del ser y el alma del mexicano".
Ante un puñado de familiares y amigos cercanos, especialmente inmersos en el quehacer periodístico de la honorable "Vieja guardia", el también director de la revista "Gente sur" recordó que con "La familia Burrón" y cientos de personajes más que él creó, "Gabriel Vargas ha trascendido su época y hoy es inmortal.
"La precocidad fue uno de sus signos: En 1927 ganó un concurso de dibujo internacional infantil y en 1930 obtuvo una beca para estudiar dibujo en París, que no ejerció para seguir al pendiente de sus hermanos y su madre, Josefina, quien quedó viuda muy joven", recordó Carbot durante su discurso.
Afirmó que Vargas fue uno de los más grandes dibujantes y caricaturistas que ha dado México, cuyo trabajo trascendió las fronteras. "Un hombre sencillo, observador, generoso, lleno de ingenio y humor, pero que casi nunca se dejó ver en fiestas o reuniones, por ser enemigo de la publicidad".
Sin embargo, Carbot reconoció con la autoridad que le otorga la amistad que mantuvo durante muchos años con el maestro Vargas, colaborador asiduo de la revista mensual "Gente Sur", que "también fue un hombre con un vicio, muy difícil de erradicar, al que amigos y familiares tratamos de hacer a un lado".
Ese vicio, añadió, fue el del trabajo y la lectura. "Muchos de quienes lo amamos, conocimos y apreciamos, tratamos de quitárselo, porque en ocasiones lo puso al borde de la muerte". Tras esa aseveración, los presentes asintieron, como dando por cierto esas palabras que colocaron a don Gabriel como un hombre esforzado.
Al mirar hacia atrás, Alberto Carbot se refirió también en el sentido de que el homenajeado, a dos años de su partida física, también escribió y dibujó "La vida de Cristo", "Sherlock Holmes", "Los chiflados", "La del doce", "Don Jilemón", "El caballero rojo", "Poncho López" y "Los Superlocos", entre otras historietas.
"Pero su obra más significativa, 'La familia Burrón', fue creada en 1948, una historieta que se mantuvo vigente por casi 60 años y en la cual 'Doña Borola', su esposo 'Regino' y sus hijos 'Maruca', 'Regino' y el pequeño 'Foforito Cantarranas', cuyas aventuras siguen entreteniendo a generaciones enteras".
Al término de la ceremonia pública, Guadalupe Appendini, compañera de vida de Gabriel Vargas, se dijo emocionada por el cariño y admiración mostrada al maestro, y reflexionó al mencionar que "no muere el que fallece, sino el que es olvidado cuando ha muerto, y Gabriel es recordado por todos nosotros".
Acompañado por la viuda del maestro Vargas, la periodista Lupita Appendini, Carbot develó una placa conmemorativa por el segundo aniversario luctuoso del caricaturista en la fachada del inmueble ubicado en la colonia Cuauhtémoc de esta ciudad, donde el artista tuvo su hogar y su estudio durante muchos años.
Dijo que "durante más de 70 años ininterrumpidos, el maestro Gabriel Vargas se dedicó a divertir con profunda sencillez al pueblo de México con sus monigotes, como él llamaba a sus dibujos, y sin posturas académicas representó con una gran meticulosidad el lenguaje y costumbres del ser y el alma del mexicano".
Ante un puñado de familiares y amigos cercanos, especialmente inmersos en el quehacer periodístico de la honorable "Vieja guardia", el también director de la revista "Gente sur" recordó que con "La familia Burrón" y cientos de personajes más que él creó, "Gabriel Vargas ha trascendido su época y hoy es inmortal.
"La precocidad fue uno de sus signos: En 1927 ganó un concurso de dibujo internacional infantil y en 1930 obtuvo una beca para estudiar dibujo en París, que no ejerció para seguir al pendiente de sus hermanos y su madre, Josefina, quien quedó viuda muy joven", recordó Carbot durante su discurso.
Afirmó que Vargas fue uno de los más grandes dibujantes y caricaturistas que ha dado México, cuyo trabajo trascendió las fronteras. "Un hombre sencillo, observador, generoso, lleno de ingenio y humor, pero que casi nunca se dejó ver en fiestas o reuniones, por ser enemigo de la publicidad".
Sin embargo, Carbot reconoció con la autoridad que le otorga la amistad que mantuvo durante muchos años con el maestro Vargas, colaborador asiduo de la revista mensual "Gente Sur", que "también fue un hombre con un vicio, muy difícil de erradicar, al que amigos y familiares tratamos de hacer a un lado".
Ese vicio, añadió, fue el del trabajo y la lectura. "Muchos de quienes lo amamos, conocimos y apreciamos, tratamos de quitárselo, porque en ocasiones lo puso al borde de la muerte". Tras esa aseveración, los presentes asintieron, como dando por cierto esas palabras que colocaron a don Gabriel como un hombre esforzado.
Al mirar hacia atrás, Alberto Carbot se refirió también en el sentido de que el homenajeado, a dos años de su partida física, también escribió y dibujó "La vida de Cristo", "Sherlock Holmes", "Los chiflados", "La del doce", "Don Jilemón", "El caballero rojo", "Poncho López" y "Los Superlocos", entre otras historietas.
"Pero su obra más significativa, 'La familia Burrón', fue creada en 1948, una historieta que se mantuvo vigente por casi 60 años y en la cual 'Doña Borola', su esposo 'Regino' y sus hijos 'Maruca', 'Regino' y el pequeño 'Foforito Cantarranas', cuyas aventuras siguen entreteniendo a generaciones enteras".
Al término de la ceremonia pública, Guadalupe Appendini, compañera de vida de Gabriel Vargas, se dijo emocionada por el cariño y admiración mostrada al maestro, y reflexionó al mencionar que "no muere el que fallece, sino el que es olvidado cuando ha muerto, y Gabriel es recordado por todos nosotros".
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