Cultura
Detienen en España a saqueadores de sitios arqueológicos
La red criminal se dedicaba al tráfico de ilícito de oro y plata y al saqueo de piezas arqueológicas de incalculable valor que posteriormente subastaban en internet
En la operación, desarrollada por la policía y la guardia civil españolas, se han recuperado miles de piezas, principalmente de la época romana, aunque también objetos prehistóricos y del periodo medieval e islámico, informaron hoy fuentes policiales.
Entre las piezas localizadas en los más de 115 registros destacan más de seis mil monedas romanas y medievales, puntas de flecha, fíbulas de origen romano, pendientes y hebillas visigodas, hachas de piedra pulimentada, estelas con inscripciones en árabe, columnas y exvotos.
Algunas de las piezas expoliadas proceden de los yacimientos prehistóricos de Cástulo y Los Villares, en la provincia de Jaén (sur de España), y del de Calatrava la Vieja, situado en Ciudad Real (centro) y uno de los yacimientos arqueológicos de origen islámico de mayor relevancia en el territorio español.
Solamente las piezas confiscadas por la guardia civil tienen un valor cercano a los 600 mil euros (unos 800 mil dólares).
La red desarticulada, que operaba en varias provincias españolas, contaba con clientes en Estados Unidos, el Reino Unido o Alemania.
Además, los agentes han desmantelado en Jaén un sofisticado taller en el que se restauraban y, en ocasiones, se falsificaban con gran destreza piezas arqueológicas que vendían como auténticas.
Los detenidos copiaban una pieza original con máquinas de alta precisión y la envejecían mediante procesos químicos y físicos, de forma que dificultaban, incluso a un experto, determinar si era auténtica o falsa.
Después, ofertaban las piezas en portales de subastas de internet o las vendían directamente a compradores habituales.
En ocasiones, como explicó hoy en una rueda de prensa el jefe de la Brigada de Patrimonio de la Policía, Antonio Tenorio, los detenidos realizaban "autopujas" sobre los objetos que vendían en las páginas de subastas para hacer subir artificialmente el precio final que pagaba el coleccionista.
El grupo estaba perfectamente organizado, con personas que señalaban los yacimientos y vendían las piezas y otras que actuaban "in situ" utilizando detectores de metales.
De forma paralela, la policía española ha vinculado al máximo responsable de la organización desmantelada con una trama de blanqueo de capitales por medio de la venta ilegal de metales preciosos, como plata y oro.
La investigación arrancó al detectarse que el líder de la organización compraba numerosas joyas a un clan familiar asentado en Jaén.
Los agentes han intervenido más de 120 kilos de oro y plata, 900 mil euros (1.2 millones de dólares) en efectivo, maquinaria para la fundición de metal, siete armas de fuego -entre ellas, una ametralladora- y se han bloqueado un centenar de cuentas bancarias en veinte entidades, una de ellas en Suiza.
El oro, una vez fundido en talleres clandestinos, se enviaba a Alemania, Turquía, Italia y Suiza donde se refinaba, volviendo posteriormente a España para su introducción en el mercado legal.
El grupo contaba con diversas sociedades pantalla para diversificar la facturación y eludir la carga impositiva.
Como norma general, las compras de oro se hacían en efectivo, para luego extender facturas de la manera más conveniente y así eludir el pago de impuestos.
Síguenos en