Cultura
Destaca el INAH hallazgos arqueológicos durante el 2012
Estos descubrimientos revelan el desarrollo de las diferentes culturas que poblaron el país
CIUDAD DE MÉXICO (28/DIC/2012).- Entierros, vestigios paleontológicos tan antiguos que se remontan a la Era de Hielo, pinturas rupestres, así como una punta Clovis y otras herramientas de grupos cazadores-recolectores considerados los primeros pobladores del continente americano, fueron algunos de los principales hallazgos arqueológicos de este año.
Esta serie de hallazgos que datan de distintos momentos históricos, revelan el desarrollo de las diferentes culturas que poblaron el país, informó el a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mediante un comunicado.
Entre los descubrimientos realizados este 2012 destacan tres tumbas localizadas en la recién abierta Zona Arqueológica de Atzompa, Oaxaca, y las cuales presentaban huellas de destrucción intencional con fines rituales, posiblemente realizada al momento del abandono de la ciudad, entre los años 850 y 900 d.C.
Las cámaras mortuorias con mil 100 años de antigüedad fueron localizadas en un edificio exclusivo para este uso y la segunda de éstas cuenta con una pintura mural, que alude al ritual del juego de pelota, tema que no se había visto en un contexto funerario zapoteco.
Cinco meses después, en el tercer sepulcro se encontraron los restos óseos de un individuo de alto rango de la antigua sociedad zapoteca, acompañado de una ofrenda, en la que se encontró una urna antropomorfa de barro con pigmentación roja, orejeras y tocado.
Una semana después fue descubierta una cuarta tumba, de mil 200 años de antigüedad, la cual se localiza en la periferia de la zona, debió pertenecer a una familia zapoteca de estatus medio, lo que da indicios de que la antigua urbe de Atzompa no solo tuvo un área cívico-ceremonial, sino también habitacional.
En Bocana del Río Copalita en Huatulco, Oaxaca, se descubrió el sepulcro de un personaje de élite, que al momento de su muerte tendría entre 20 y 23 años de edad y que fue enterrado junto a una ofrenda realizada con un hacha de piedra blanca, un fémur cortado (quizá bastón de mando), cuentas de jade, vasijas de cerámica y navajillas de obsidiana.
Al sur del país, en el Templo XX de Palenque, Chiapas, un equipo multidisciplinario del INAH ingresó por vez primera a una cámara funeraria descubierta hace 13 años, en la que se encontraron los restos óseos de quien podrá ser uno de los primeros soberanos de la antigua ciudad: K'uk Bahlam I, que ascendió al poder en 431 d.C., y fundó la dinastía a la que perteneció el célebre gobernante maya Pakal.
El sepulcro de aproximadamente mil 500 años de antigüedad contiene una pintura mural con representaciones de los Nueve Señores del Xibalbá, o el inframundo; algunos huesos, acompañados por un sinnúmero de pequeñas cuentas de jade y de concha, y en la superficie se hallaron 11 vasijas y cerca de un centenar de objetos.
En Nayarit, Puebla y, recientemente en Sonora, fueron descubiertos conjuntos de entierros de entre 12 y 25 individuos, que han sido nombrados por los especialistas como panteones o cementerios prehispánicos, ya que cuentan con una gran cantidad de osamentas.
También se hallaron 12 cistas, cajas hechas con piedras de basalto, que contenían restos óseos colocados en su interior y alrededor de ellas, tradición mortuoria de la que por primera vez se tuvo registro en Nayarit.
En Cholula, Puebla, se localizaron los huesos de 13 individuos, cuya antigüedad oscila en 800 años, y los cuales estaban agrupados en dos entierros que posiblemente conformaban un espacio mortuorio familiar.
Mientras que en Onavas, al sur de Sonora, fue descubierto el primer cementerio prehispánico de esa entidad; el cual tiene mil años de antigüedad y se conforma 25 entierros, 13 de los cuales presentaban deformación intencional del cráneo, y cinco mutilación dentaria, prácticas culturales de las que no se tenía registro en el estado.
La Zona Arqueológica del Templo Mayor fue objeto de hallazgos mortuorios y vestigios arqueológicos, ya que a principios del año se encontró un piso de lajas de basalto con 23 relieves de tezontle, que en conjunto forman un discurso iconográfico sobre los mitos del nacimiento de Huitzilopochtli y del origen de la Guerra Sagrada entre los mexicas.
De mayo a octubre se encontró una estructura circular que contenía un encino fragmentado que pudiera ser uno de los árboles sagrados del Recinto Ceremonial; un entierro con la osamenta de una mujer, circundada por huesos de niños, jóvenes y adultos, así como 53 sahumadores, algunos con restos de pigmentación y copal, que quizá formaron parte de una ofrenda de consagración.
En este sitio también se hallaron 45 cráneos humanos y alrededor de 250 mandíbulas inferiores en la parte posterior de edificio denominado cuauhxicalco, descubrimiento que representa el depósito de calaveras más numeroso hasta el momento hallado en la zona.
Además debajo de éste se descubrió una piedra de sacrificios, tapando a su vez cinco cráneos más que presentaban un orificio a la altura del parietal, lo que hace suponer que formaron parte de un tzompantli del Recinto Sagrado de Tenochtitlan.
En el centro del país, especialistas hallaron vestigios paleontológicos de hace miles de años, entre ellos, restos óseos de un mamut de más de 10 mil años de antigüedad, en el municipio de Huimilpan, Querétaro.
En tanto, más de 100 ejemplares de huesos de megafauna, tales como gliptodonte (tipo armadillo), mastodonte, mamut y posiblemente bisonte, fueron encontrados durante el mes de mayo en Atotonilco de Tula, Hidalgo. Dichos animales datan de hace más de 10 mil años, lapso en que se dieron las últimas glaciaciones de la denominada Era de Hielo.
Asimismo, en Guanajuato se encontraron más de tres mil motivos pictóricos rupestres, distribuidos en 40 sitios rocosos, que aluden a rituales de paso, curación, petición de lluvias o de culto a los cerros, hechos por antiguas sociedades de cazadores-recolectores que ocuparon esa zona durante el primer milenio de nuestra era (siglos I al X d.C.).
Otro descubrimiento ligado a grupos de cazadores-recolectores se dio en el sitio arqueológico Fin del Mundo, Sonora, donde se encontró una punta Clovis de 11 centímetros de largo y herramientas pertenecientes a este grupo poblacional, considerado por mucho tiempo como los primeros pobladores del continente americano, cuyos vestigios se han fechado en alrededor de 12 mil años y corresponden al periodo Pleistoceno Terminal.
El INAH informó que entre sus hallazgos de gran relevancia se encuentra el teatro maya posiblemente usado por personajes de élite hace mil 200 años de antigüedad en el sitio arqueológico Plan de Ayutla en Ocosingo, Chiapas.
Este espacio era empleado para la realización de representaciones escénicas de carácter artístico, religioso, simbólico y sobre todo político, como una herramienta utilizada por el grupo de poder en turno, entre 800 y 850 d.C., para legitimarse ante minorías destacas de la región. El foro se descubrió en la Acrópolis Norte, y era de capacidad reducida, a lo sumo para 120 personas.
Esta serie de hallazgos que datan de distintos momentos históricos, revelan el desarrollo de las diferentes culturas que poblaron el país, informó el a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), mediante un comunicado.
Entre los descubrimientos realizados este 2012 destacan tres tumbas localizadas en la recién abierta Zona Arqueológica de Atzompa, Oaxaca, y las cuales presentaban huellas de destrucción intencional con fines rituales, posiblemente realizada al momento del abandono de la ciudad, entre los años 850 y 900 d.C.
Las cámaras mortuorias con mil 100 años de antigüedad fueron localizadas en un edificio exclusivo para este uso y la segunda de éstas cuenta con una pintura mural, que alude al ritual del juego de pelota, tema que no se había visto en un contexto funerario zapoteco.
Cinco meses después, en el tercer sepulcro se encontraron los restos óseos de un individuo de alto rango de la antigua sociedad zapoteca, acompañado de una ofrenda, en la que se encontró una urna antropomorfa de barro con pigmentación roja, orejeras y tocado.
Una semana después fue descubierta una cuarta tumba, de mil 200 años de antigüedad, la cual se localiza en la periferia de la zona, debió pertenecer a una familia zapoteca de estatus medio, lo que da indicios de que la antigua urbe de Atzompa no solo tuvo un área cívico-ceremonial, sino también habitacional.
En Bocana del Río Copalita en Huatulco, Oaxaca, se descubrió el sepulcro de un personaje de élite, que al momento de su muerte tendría entre 20 y 23 años de edad y que fue enterrado junto a una ofrenda realizada con un hacha de piedra blanca, un fémur cortado (quizá bastón de mando), cuentas de jade, vasijas de cerámica y navajillas de obsidiana.
Al sur del país, en el Templo XX de Palenque, Chiapas, un equipo multidisciplinario del INAH ingresó por vez primera a una cámara funeraria descubierta hace 13 años, en la que se encontraron los restos óseos de quien podrá ser uno de los primeros soberanos de la antigua ciudad: K'uk Bahlam I, que ascendió al poder en 431 d.C., y fundó la dinastía a la que perteneció el célebre gobernante maya Pakal.
El sepulcro de aproximadamente mil 500 años de antigüedad contiene una pintura mural con representaciones de los Nueve Señores del Xibalbá, o el inframundo; algunos huesos, acompañados por un sinnúmero de pequeñas cuentas de jade y de concha, y en la superficie se hallaron 11 vasijas y cerca de un centenar de objetos.
En Nayarit, Puebla y, recientemente en Sonora, fueron descubiertos conjuntos de entierros de entre 12 y 25 individuos, que han sido nombrados por los especialistas como panteones o cementerios prehispánicos, ya que cuentan con una gran cantidad de osamentas.
También se hallaron 12 cistas, cajas hechas con piedras de basalto, que contenían restos óseos colocados en su interior y alrededor de ellas, tradición mortuoria de la que por primera vez se tuvo registro en Nayarit.
En Cholula, Puebla, se localizaron los huesos de 13 individuos, cuya antigüedad oscila en 800 años, y los cuales estaban agrupados en dos entierros que posiblemente conformaban un espacio mortuorio familiar.
Mientras que en Onavas, al sur de Sonora, fue descubierto el primer cementerio prehispánico de esa entidad; el cual tiene mil años de antigüedad y se conforma 25 entierros, 13 de los cuales presentaban deformación intencional del cráneo, y cinco mutilación dentaria, prácticas culturales de las que no se tenía registro en el estado.
La Zona Arqueológica del Templo Mayor fue objeto de hallazgos mortuorios y vestigios arqueológicos, ya que a principios del año se encontró un piso de lajas de basalto con 23 relieves de tezontle, que en conjunto forman un discurso iconográfico sobre los mitos del nacimiento de Huitzilopochtli y del origen de la Guerra Sagrada entre los mexicas.
De mayo a octubre se encontró una estructura circular que contenía un encino fragmentado que pudiera ser uno de los árboles sagrados del Recinto Ceremonial; un entierro con la osamenta de una mujer, circundada por huesos de niños, jóvenes y adultos, así como 53 sahumadores, algunos con restos de pigmentación y copal, que quizá formaron parte de una ofrenda de consagración.
En este sitio también se hallaron 45 cráneos humanos y alrededor de 250 mandíbulas inferiores en la parte posterior de edificio denominado cuauhxicalco, descubrimiento que representa el depósito de calaveras más numeroso hasta el momento hallado en la zona.
Además debajo de éste se descubrió una piedra de sacrificios, tapando a su vez cinco cráneos más que presentaban un orificio a la altura del parietal, lo que hace suponer que formaron parte de un tzompantli del Recinto Sagrado de Tenochtitlan.
En el centro del país, especialistas hallaron vestigios paleontológicos de hace miles de años, entre ellos, restos óseos de un mamut de más de 10 mil años de antigüedad, en el municipio de Huimilpan, Querétaro.
En tanto, más de 100 ejemplares de huesos de megafauna, tales como gliptodonte (tipo armadillo), mastodonte, mamut y posiblemente bisonte, fueron encontrados durante el mes de mayo en Atotonilco de Tula, Hidalgo. Dichos animales datan de hace más de 10 mil años, lapso en que se dieron las últimas glaciaciones de la denominada Era de Hielo.
Asimismo, en Guanajuato se encontraron más de tres mil motivos pictóricos rupestres, distribuidos en 40 sitios rocosos, que aluden a rituales de paso, curación, petición de lluvias o de culto a los cerros, hechos por antiguas sociedades de cazadores-recolectores que ocuparon esa zona durante el primer milenio de nuestra era (siglos I al X d.C.).
Otro descubrimiento ligado a grupos de cazadores-recolectores se dio en el sitio arqueológico Fin del Mundo, Sonora, donde se encontró una punta Clovis de 11 centímetros de largo y herramientas pertenecientes a este grupo poblacional, considerado por mucho tiempo como los primeros pobladores del continente americano, cuyos vestigios se han fechado en alrededor de 12 mil años y corresponden al periodo Pleistoceno Terminal.
El INAH informó que entre sus hallazgos de gran relevancia se encuentra el teatro maya posiblemente usado por personajes de élite hace mil 200 años de antigüedad en el sitio arqueológico Plan de Ayutla en Ocosingo, Chiapas.
Este espacio era empleado para la realización de representaciones escénicas de carácter artístico, religioso, simbólico y sobre todo político, como una herramienta utilizada por el grupo de poder en turno, entre 800 y 850 d.C., para legitimarse ante minorías destacas de la región. El foro se descubrió en la Acrópolis Norte, y era de capacidad reducida, a lo sumo para 120 personas.
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