Cultura

Dedicarán recital al genio musical Franz Schubert

Antonio Salieri, quedó impresionado con la genialidad de Schubert, al grado de comentar ''Franz debe ser enseñado por el mismo Dios''

CIUDAD DE MÉXICO (30/ENE/2012).- La mezzosoprano leonesa Pilar Vázquez, acompañada de la pianista zamorana Elisa Rapado, ofrecerá un concierto dedicado a Franz Schubert y la música contemporánea, con un programa que incluye varios 'lieder' del compositor romántico austriaco y otras canciones de autores más contemporáneos.

El recital, a realizarse el sábado 4 de febrero en el Teatro Municipal de Bergidum en Ponferrada, España, también incluirá otras canciones de autores más contemporáneos como Schoenberg (1874-1951), Alban Berg (1885-1935), Peter Ruzika o el catalán Xavier Montsalvatge (1912-2002).

De acuerdo con el portal del recinto, los boletos ya están a la venta desde este fin de semana; además anunció que la disponibilidad es de tan sólo 100 localidades.

Respecto al dueto entre Vázquez y Rapado, señaló que surgió en 2009, debutando en la XVIII Schubertiada de Vilabertrán en Barcelona. Posteriormente han continuado su actividad conjunta con numerosos recitales.

Oriundo de Viena, el compositor austriaco Franz Schubert nació el 31 de enero de 1797; fue un gran compositor de 'lieder' (breves composiciones para voz y piano, antecesor de la moderna canción), así como de música para piano, de cámara y orquestal.

 Desde muy joven, su padre y su hermano mayor le enseñaron a tocar el violín y el piano, instrumentos que aprendió en pocos meses.

De acuerdo con sus biógrafos, cuando la familia se dio cuenta de las maravillosas habilidades del pequeño trataron de darle una buena educación con los pocos ingresos monetarios que poseían.

Así, fue enviado al seminario de coristas en Viena, donde conoció a Antonio Salieri, quien quedó impresionado con el joven músico, al grado de comentar "Franz debe ser enseñado por el mismo Dios".

A los 14 años comenzó a crear sus primeros 'lieder', poemas musicalizados para voz y piano, y antes de los 18 ya había creado algunas obras maestras, como 'Gretchen am Spinnrade', el primero de los muchos 'lieder' inspirados en poemas de Goethe. Un año después, Schubert ya había escrito más 250 'lieder', entre ellas, su obra maestra "Gretchen am Spinnrade".

Pese a sus grandes dotes de talento, su padre pretendía que heredara su profesión, lo que motivó el enfrentamiento entre ambos y el abandono de la casa paterna. No obstante, continuó con su gran pasión escribiendo una amplia producción musical pero no porque se lo solicitara algún conde, sino por mera diversión durante su tiempo libre, pues se dedicaba a la docencia.

El compositor, quien nunca fue bueno para ganar dinero, conoció en 1815 a Franz von Schober, un estudiante de leyes de buena familia  que lo persuadió para que dejara la posición de maestro y fuera a vivir con él.

Schubert deja su viejo trabajo para convertirse en un músico totalmente libre, pero sin ingreso seguro.

En la casa de Schober, el músico conoció al gran cantante Johann Michael Vogl y juntos iniciaron "Los Schubertianos", un grupo de amigos que se reunían con el único propósito de divertirse con la música.

Sin embargo, y pese a que éstos fueron días muy felices, Schubert estaba ansioso y preocupado debido a que sus trabajos no le redituaban ninguna ganancia y no tenía una casa propia.

Durante sus últimos años escribió piezas magistrales, fruto y reflejo de sus experiencias personales y siempre con el sello inconfundible de una inagotable inspiración melódica. Ejemplo de ello, es la tensa profundidad que marcó en la 'Wanderer-Fantasie', para piano solo o el ciclo de lieder 'Die schöne Mullerin', ambas creaciones inspiradas en poemas de Wilhelm Muller.

En 1824 escribió 'La muerte y la doncella', uno de sus cuartetos más conocidos, y ya hacia el final de su vida el intenso dolor y el aislamiento dejaron su impronta en el 'Winterreise', también con textos de W. Muller.

Por aquel entonces, Schubert tenía solamente 31 años y acababa de matricularse para estudiar fuga; pero una gonorrea, complicada finalmente con una fiebre tifoidea, lo condujo a la muerte el 19 de noviembre de 1828.

Dueño de un talento inigualable, Franz Schubert dejó al mundo un vasto repertorio compuesto por al menos 600 canciones, 25 obras de cámara y nueve sinfonías, además de música para piano, óperas y coral.

Su obra completa se publicó entre 1884 y 1897 en la editorial Breitkopf & Härtel; fue especialmente relevante, dentro de ésta, la edición de las canciones, encomendada al musicólogo y compositor Eusebius Mandyczewski, quien realizó un trabajo tan meticuloso que todavía hoy es referencia.

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