Cultura
De oficios y pesadillas, literatura china para el mundo
Durante la charla, al escritor lo acompañaron, Jon Lee Anders, Felipe Rossette, y su traductor, Carlos Llabé
Felipe Rossette comenzó dando una breve reseña de la temática del libro: "Son relatos en forma de entrevistas". Entrevistas a toda clase de personas: asesinos, prostitutas, paseantes de cadáveres, Liao Yiwu escuchó las historias durante el tiempo que estuvo recluido en la cárcel.
Exiliado en Alemania, el escritor chino originario de una región que él mismo describe, se caracteriza por tener mayor sentido del humor que el resto de China, ha sufrido la persecución política del gobierno de su país, incluso estando fuera de él.
Lo primero que contó Liao Yiwu fue una historia sobre una flauta alargada, delgada y de color oscuro, tradicional para la cultura china; instrumento que aprendió a tocar gracias a la instrucción de un monje. Yiwu, quien es también músico, interpretaría una pieza.
El sonido de la flauta inundó el auditorio, que guardaba silencio con una mezcla de asombro y reverencia, pues el sonido del instrumento de viento recordaba a esas melodías milenarias que remiten a la antigüedad y el sosiego. Esta visión nos acerca a la antigüedad china, sin embargo, para Jon Lee Anders jamás es bueno estereotipar a la gente.
Lee Anders continuó con otra pregunta, para "El Paseante de cadáveres" "¿por qué el autor eligió este tipo de personajes?". Carlos Llabé le tradujo la pregunta a Yiwu en un chino fluido, a lo que el escritor respondió mencionando las numerosas tragedias y la tristeza con la que viven grandes sectores de la población china: "Es una pesadilla", asegura.
Luego el escritor y músico interpretó otra melodía con un instrumento pequeño y redondo parecido a una marimba en miniatura. De nuevo se hace el silencio en el Salón 2, esta vez el sonido se mezcla con la voz del artista, que canta en una especie de grito acompasado.
Al escritor le gusta la bebida, cuenta que, para poder terminar la historia del paseante de cadáveres, debió superar su alergia al alcohol y pasar siete sesiones con el arisco paseante para conseguir su confianza. Afirma que ha escuchado cerca de 300 historias a lo largo de su vida, las que le han estado dando material para escribir durante años.
Para Liao Yiwu su vocación literaria nació cuando se dio cuenta de que debía ser testigo de la China de su tiempo, en que se mezclan el uso de la fuerza y la persecución; pero el escritor chino aprendió a ser libre en la cárcel, afirma, "encontré en la prisión una libertad interior".
La última canción interpretada por Yiwu provino de un instrumento curioso: un recipiente pequeño y un mazo con el que golpeaba y producía sonidos tintineantes, o melodías crecientes y decrecientes, entre el canto gutural del escritor. Otra vez los aplausos.
Los curiosos asistentes interrogaron a Liao sobre su esperanza en torno a la situación de China, país cuya embajada envió una carta a la editorial Sexto Piso exigiendo que se cancelara la presencia de Yiwu, pues lo que escribe "es mentira".
Pero Liao Yiwu no lo sabe, quizás China continúe así durante varios años, quizá mañana mismo acabe todo. Mientras tanto, lo que sí acabó fue la hora destinada a la presentación de "El paseante de cadáveres", y poco antes de las 21:00 horas, el público, satisfecho, abandonó el recinto.
EL INFORMADOR / IRENE VEGA
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