Cultura
De lecturas varias
Después de veintidós años de haber comenzado su segunda época, la revista sigue abordando temas que van de lo cotidiano a lo insólito con enjundia
Después de veintidós años de haber comenzado su segunda época (Artes de México nació en la década de 1950, pero dejó de publicarse por varios años antes de revivir en 1988), la revista sigue abordando temas que van de lo cotidiano a lo insólito con enjundia, gusto y una calidad insuperable. Se han publicado números monográficos, y a veces series enteras, sobre los más distintos asuntos y con la colaboración de cientos de artistas y escritores. Del maíz y el tequila hasta los viajeros que visitaron México en el siglo XIX o el circo, de los textiles de Chiapas a la casa de Luis Barragán, de la espiritualidad de los jesuitas a la cestería, la obra del ceramista Gustavo Pérez o las relaciones entre México y Francia, casi nada de lo humano ha sido ajeno a la mirada de Artes de México. Los números dedicados a las artes aplicadas se han convertido para los artesanos de lugares como Tonalá o Metepec en la tarjeta de presentación y el catálogo que nunca habían tenido; el número En el mundo de Luis Barragán es la mejor guía para visitar la gran casa de Tacubaya; los ayuntamientos de Querétaro, Zacatecas, Guadalajara, Puebla, San Luis, San Miguel y otros lugares tienen una publicación que para sí quisieran muchas ciudades del mundo. Mención aparte merecen los seis números que hasta la fecha integran la serie sobre los jesuitas, pues por la relevancia de los textos de los más prestigiados historiadores y por la espléndida colección de imágenes que los ilustran han tenido un eco singular en el mundo académico.
El hecho de que el próximo número de la revista vaya a ser el centésimo es un triunfo de la voluntad y del trabajo como pocos se registran en la historia cultural del país. Alberto Ruy Sánchez y Margarita de Orellana han sabido convertir un proyecto intelectualmente sólido y creativo en una empresa modelo que además de la revista insignia publica docenas de libros, tiene la mejor tienda de artesanías de la ciudad de México y gana todos los premios de la industria editorial habidos y por haber.
Si alguien en México pudiera hacerse rico en el negocio de los libros, quienes más lo merecerían serían sin duda los responsables de una revista que da al país su más atractiva, más refinada y más inteligente presencia en el mundo.
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