Cultura
De la realidad virtual al juego de luces
Chika compartió su experiencia internacional, mientras que Mano Arma puso la música
GUADALAJARA, JALISCO (25/AGO/2014).- El Festival Internacional de Arte Digital “MOD” (Monitor Digital) representa un escaparate del arte moderno en su modalidad digital: un lugar donde artistas nacionales e internacionales muestran sus obras, al tiempo que ofrecen talleres en Guadalajara, tal como sucedió durante la semana pasada.
En las instalaciones del Laboratorio de Arte y Variedades estuvieron varios de los artistas que crearon obras de arte moderno. Su característica fue la inclusión de la tecnología para concretar sus trabajos (software, realidad virtual y aparatos de música electrónica). Así, platicamos con varios de los artistas para recoger sus impresiones sobre la reacción de la gente frente a su arte.
Chika desde Nueva York
Dentro de las actividades del festival hubo varios talleres, y precisamente una de las talleristas fue Chika, artista con base en Nueva York y que ha tenido numerosas participaciones en este festival.
Algunos de los artistas que exponen en esta edición del festival han sido sus alumnos en los talleres que ha impartido en otros años. En particular, su obra es un diseño geométrico con luces que parpadean de forma aleatoria, controladas por medio de software desde su computadora. De manera general la obra tiene la forma de una estrella, con patrones de luz que se apagan y prenden constantemente.
La pieza es un desarrollo de la obra que presentó en otra edición del festival, con un mayor trabajo en el acomodo de dichas luces. Tanto en México como en el extranjero, Chika advierte la sorpresa que genera el juego de luces, “a la gente le gustan las luces, creo que viene desde el control del fuego”, comentó para este medio.
Por el contacto con sus alumnos tiene una buena opinión del arte moderno en nuestro país; aunque sí nota una diferencia entre lo que se presenta en la Ciudad de México y el arte que se hace en Guadalajara, ya que en la capital jalisciense todavía hay mucho camino por recorrer, por ello ve con buenos ojos la realización del festival.
ARTE A DUETO
Mano Arma, más que electrónica
Por su parte, Mano Arma, originarios de Guadalajara, es un dúo conformado por Manolo y Armando.
Este dueto toca dentro del género de la música electrónica, en particular en el subgénero del techno, pero con mucha improvisación: “como en el jazz, la idea es ponerse a tocar e improvisar lo que salga”, comparten.
Su improvisación dura aproximadamente una hora y media, y la instrumentación que implementan incluye sintetizadores de diversa índole: análogos, secuenciadores y cajas de ritmos. Además, los sonidos que le extraen a estos aparatos electrónicos son modificados por los efectos que usan: un reverb y un par de delay.
Llevan trabajando poco más de un año juntos, y en su experiencia la posibilidad que les da la improvisación y contar con toda una mesa llena de instrumentos es ideal para generar una atmósfera.
Lo más complicado en su viaje a través de la electrónica ha sido poder sincronizar las máquinas, pues con este hardware hay que trabajar con el modelo del ensayo y error, que de hecho les resulta una de las partes más emocionantes de su trabajo.
Dejar el software de lado es también una de sus metas: “Volver al hardware, es más entretenido estar con los aparatos que con la computadora, que es muy fría”, comentaron.
Otra de las dificultades de emplear sólo crear música electrónica fuera del software es el montaje de todos los instrumentos para conectarlos bien en su consola, además de que hacerse de un arsenal de aparatos electrónicos no es fácil, ya que muchos son difíciles de encontrar porque son viejos. En su haber tienen dos cajas de ritmos Roland, que son la base rítmica de su espectáculo.
Igualmente conseguir aparatos nuevos puede ser algo costoso, pues muchos no se distribuyen en México, como la caja de Dave Smith, o un pequeño sintetizador traído desde Alemania (más allá de los precios).
Saben que sus sonidos son duros, no aptos para oídos sensibles, pues la propuesta de improvisar con los aparatos y sacarles los sonidos con una base de elementos electrónicos genera obras muy densas, pero por ello mismo han presentado su arte en festivales como el MOD, es decir, en contextos en los que el público está más abierto a apreciar sus improvisaciones. “Sabemos que nunca vamos a tocar en un club, aunque sea música electrónica”.
Mano Arma lanzó hace dos semanas su primer EP, y entre sus planes a futuro tienen tres proyectos en el mismo formato. Con su primera producción recibieron reseñas positivas. Globalmente, el dúo elogió la tendencia actual de dejar las computadoras de lado para volver a hacer música electrónica que salga directo de los aparatos originales.
En las instalaciones del Laboratorio de Arte y Variedades estuvieron varios de los artistas que crearon obras de arte moderno. Su característica fue la inclusión de la tecnología para concretar sus trabajos (software, realidad virtual y aparatos de música electrónica). Así, platicamos con varios de los artistas para recoger sus impresiones sobre la reacción de la gente frente a su arte.
Chika desde Nueva York
Dentro de las actividades del festival hubo varios talleres, y precisamente una de las talleristas fue Chika, artista con base en Nueva York y que ha tenido numerosas participaciones en este festival.
Algunos de los artistas que exponen en esta edición del festival han sido sus alumnos en los talleres que ha impartido en otros años. En particular, su obra es un diseño geométrico con luces que parpadean de forma aleatoria, controladas por medio de software desde su computadora. De manera general la obra tiene la forma de una estrella, con patrones de luz que se apagan y prenden constantemente.
La pieza es un desarrollo de la obra que presentó en otra edición del festival, con un mayor trabajo en el acomodo de dichas luces. Tanto en México como en el extranjero, Chika advierte la sorpresa que genera el juego de luces, “a la gente le gustan las luces, creo que viene desde el control del fuego”, comentó para este medio.
Por el contacto con sus alumnos tiene una buena opinión del arte moderno en nuestro país; aunque sí nota una diferencia entre lo que se presenta en la Ciudad de México y el arte que se hace en Guadalajara, ya que en la capital jalisciense todavía hay mucho camino por recorrer, por ello ve con buenos ojos la realización del festival.
ARTE A DUETO
Mano Arma, más que electrónica
Por su parte, Mano Arma, originarios de Guadalajara, es un dúo conformado por Manolo y Armando.
Este dueto toca dentro del género de la música electrónica, en particular en el subgénero del techno, pero con mucha improvisación: “como en el jazz, la idea es ponerse a tocar e improvisar lo que salga”, comparten.
Su improvisación dura aproximadamente una hora y media, y la instrumentación que implementan incluye sintetizadores de diversa índole: análogos, secuenciadores y cajas de ritmos. Además, los sonidos que le extraen a estos aparatos electrónicos son modificados por los efectos que usan: un reverb y un par de delay.
Llevan trabajando poco más de un año juntos, y en su experiencia la posibilidad que les da la improvisación y contar con toda una mesa llena de instrumentos es ideal para generar una atmósfera.
Lo más complicado en su viaje a través de la electrónica ha sido poder sincronizar las máquinas, pues con este hardware hay que trabajar con el modelo del ensayo y error, que de hecho les resulta una de las partes más emocionantes de su trabajo.
Dejar el software de lado es también una de sus metas: “Volver al hardware, es más entretenido estar con los aparatos que con la computadora, que es muy fría”, comentaron.
Otra de las dificultades de emplear sólo crear música electrónica fuera del software es el montaje de todos los instrumentos para conectarlos bien en su consola, además de que hacerse de un arsenal de aparatos electrónicos no es fácil, ya que muchos son difíciles de encontrar porque son viejos. En su haber tienen dos cajas de ritmos Roland, que son la base rítmica de su espectáculo.
Igualmente conseguir aparatos nuevos puede ser algo costoso, pues muchos no se distribuyen en México, como la caja de Dave Smith, o un pequeño sintetizador traído desde Alemania (más allá de los precios).
Saben que sus sonidos son duros, no aptos para oídos sensibles, pues la propuesta de improvisar con los aparatos y sacarles los sonidos con una base de elementos electrónicos genera obras muy densas, pero por ello mismo han presentado su arte en festivales como el MOD, es decir, en contextos en los que el público está más abierto a apreciar sus improvisaciones. “Sabemos que nunca vamos a tocar en un club, aunque sea música electrónica”.
Mano Arma lanzó hace dos semanas su primer EP, y entre sus planes a futuro tienen tres proyectos en el mismo formato. Con su primera producción recibieron reseñas positivas. Globalmente, el dúo elogió la tendencia actual de dejar las computadoras de lado para volver a hacer música electrónica que salga directo de los aparatos originales.
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