Cultura

De la Parra, Hoopes y la OFJ deleitan en el Degollado

Concierto del programa número 3 de la Segunda Temporada 2012, ''Iluminando el silencio''

GUADALAJARA, JALISCO (24/JUN/2012).- Escalofríos, humedecimiento de ojos, gargantas cerradas, éxtasis. Espectadores del concierto del programa número 3 de la Segunda Temporada 2012, "Iluminando el silencio", de la Orquesta Filarmónica de Jalisco (OFJ), con Alondra de Parra en la batuta, dijeron experimentar una tarde de domingo particular en el Teatro Degollado.

Como si estuviera hechizada por la música, la gente escuchó atenta, casi inmóvil, las piezas que la mexicana, nacida en Nueva York en 1980, dirigió. Unos siguieron el ritmo de las melodías con los pies, otros con las manos.  

De la Parra sonreía, aguzaba el oído, gesticulaba; ora movía la mano y batuta con delicadeza, ora extendía los brazos con energía. Su cuerpo se movía de acuerdo con el ritmo e intensidad de la pieza que los músicos debían interpretar, y ellos respondían al lenguaje corporal de ella para lograr la música escrita en las partituras.   

El Danzón número 2, compuesto en 1994 por el mexicano Arturo Márquez (Sonora, 1950) como encargo de la UNAM, la hizo menearse de una manera singular. Es una pieza conocida para la OFJ y para ella, pero también significativa para algunos entrevistados.  

A Hugo Jáuregui la melodía le llena de nostalgia, le recuerda a su abuelo, quien gustaba de la música clásica. Para él, este género es "alimento para el alma". Además, ver "la pasión que imprimen" los músicos en su trabajo, lo contagia y alienta.

A De la Parra la vio hace seis años por primera vez, antes de su nombramiento como directora artística, y desde entonces frecuenta los conciertos de la OFJ. Opina que ella "traerá sangre nueva y frescura" a la orquesta, "le sacará mucho jugo".

En tanto, sonriente, Beatriz Mendoza confiesa en el intermedio que el Danzón número 2 le humedeció los ojos. Relata que conoció la pieza un día, al volante, por medio de la radio. Buscó su nombre y desde entonces le emociona escucharla. Esta vez, con la OFJ, no fue la excepción.

A quien le dieron escalofríos de escuchar al estadounidense Chad Hoopes, de 18 años, el concierto para violín y orquesta en Mi Menor, Op. 64, de Felix Mendelssohn, fue a Yalinne O'Farril. Ella fue una de las que se puso de pie para ovacionar y aplaudir al joven durante el par de veces que salió al escenario, ante la algarabía del público. De la Parra lo acompañó en una de ellas; detrás de él, aplaudió enfática hasta que ambos se perdieron detrás del telón.

Hoopes ha tocado con numerosas orquestas estadounidenses y participado con otras de Italia, Canadá y Suiza, país éste último a donde irá en agosto próximo con motivo del Menuhin Festival Gstaad, del que es un invitado frecuente.   

Después de las composiciones de Márquez y Mendelssohn, vino Beethoven. La orquesta interpretó una de las piezas favoritas de De la Parra: Sinfonía número 3, la Heroica.

La simpatía hacia el compositor alemán también la comparte Esperanza Campa, de 63 años. Ella disfrutó cómo Alondra dirigió la melodía: "Se ve que se adentra, que la siente (la música), que la vive y transmite". Afirma que desde hace 20 años acude a conciertos de la OFJ; incluso, ya compró entradas para el del 8 de julio, cuando se escuche a Mahler, con la Sinfonía número 2 "Resurrección".

Finalmente, el segundo movimiento de la obra de Beethoven, Marcha fúnebre, entristeció a Margarita Ureña, pues, dice, su madre falleció hace un mes. Le pareció una buena elección empezar con una pieza "alegre" como el Danzón número 2, pero cerrar con un Beethoven "atormentado" le dejó una sensación extraña, pero fue "mucho mejor", que la estridencia de las guitarras que se tocaban frente al Teatro Degollado a la salida del concierto, sobre un escenario instalado en la plancha de Plaza Liberación.

Fue así como, dentro de una vorágine de emociones, terminó el segundo de dos conciertos del programa  número 3 de la Segunda Temporada 2012. El viernes por la noche también se vivió un lleno y la ovación del público hacia Chad Hoopes y Alondra de la Parra.

Para saber
Lo que se escuchó


Danzón número 2, de Arturo Márquez.

Concierto para violín y orquesta en Mi Menor, Op. 64, de Felix Mendelssohn.

Sinfonía número 3, la Heroica, de Ludwig van Beethoven.

EL INFORMADOR / MIRIAM PADILLA
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