Cultura

De asquerosidades y otros cuentos, con Francisco Hinojosa

El escritor para niños y jóvenes más importante del país, fue reconocido en el Trompo Mágico por su trayectoria

GUADALAJARA, JALISCO (14/ABR/2012).- ¿Saben cómo se disfraza a un niño de vomitada?- exclamó Francisco Hinojosa con la cara torcida como si por su nariz volara algo realmente asqueroso.
-¡No!
-¡De fushi!- gritó uno de los niños que estaba tirado escuchando al escritor capitalino.

"Pues les voy a contar. Agarramos al niño, lo ensuciamos por todos lados, le echamos tierra, granitos de elote, salsa picante, le rompimos un huevo en la cabeza, hasta que quedó horrible, espantoso, asqueroso", prosiguió Hinojosa en un espacio al aire libre en el Museo Trompo Mágico, donde recibió un homenaje dentro de la Primera Fiesta del Libro Espiral Sabia 2012, por su larga trayectoria como escritor para niños y jóvenes.

El autor de A golpe de calcetín (1982) contó un par de historias, de pie, a un metro de niños sentados y tirados en unas escalinatas, con repetidos gestos, la espalda encorvada, piernas en forma de "n" y agachándose una y otra vez para enfatizar las palabras "asquerosas" que salían de su boca len-ta-men-te.

El primer relato fue de un niño que tenía la enfermedad de "fushi", que no se quería bañar, y que se encuentra en el Manual para corregir a niños malcriados. Francisco Hinojosa hizo una pausa y le pidió a los niños que hicieran preguntas. "Yo fui a Oaxaca y me dormí en el camino", gritó una pequeña con vestido rosa. El escritor hizo gesto de "wow" y repitió gritando, con asombro, "de niño yo también fui a Oaxaca y me quedé dormido en el camino". Y así, con cada uno de los comentarios, él los resaltó e hizo sentir a los niños los más listos del mundo.

Luego remató con La peor señora del mundo, contó todo lo malvadísima, terrible, bruja, demente, mala, malísima, espantosa que era esa mujer, y al final le confesó a los niños que ese cuento lo hizo en honor de una vecina que lo molestaba.

El Trompo Mágico terminó el homenaje con un pequeño tango en honor a uno de los escritores de literatura infantil más importantes de México, y los niños hicieron fila para pedir que les firmara los libros. "Oye, pero esos cuentos son para malcriadas, ¿tú eres malcriada?", le preguntó a la última niña que se acercó con su pequeño librito.

EL INFORMADOR / ALEJANDRA GUILLÉN
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