Cultura
Dar con la propia voz convierte al poeta en original: Juan Gelman
Gelman considera que el plagio literario es una señal de infantilidad en el creador, un robo, eso está claro
Juan Gelman, premiado en 2007 con el Cervantes de Literatura
"Cuando un escritor o un poeta da con su propia voz es original, porque en lo que nos parecemos todos los humanos es que todos somos distintos", apunta el escritor durante una entrevista con Efe en Manila.
Gelman, por el contrario, considera que el plagio literario "es una señal de infantilidad en el creador, un robo, eso está claro", aunque matiza que otro aspecto diferente son las imitaciones o las "inevitables influencias que se deslizan" en la obras.
"Nadie nace por generación espontánea", destaca.
El poeta, en visita a la antigua colonia española de Filipinas, sostiene que no cree que exista la verdadera obra de arte perfecta "tal y como se entiende el sentido de perfecto", y se considera poco apto para juzgar cualquier poema de los que ha escrito desde que en 1956 publicara su primer libro, "Violín y otras cuestiones".
"Me resulta muy difícil juzgar lo que hago, no es por fingir una virginidad que no tengo, en general todo me parece insatisfactorio, supongo que esa es la razón por la que sigo escribiendo, a ver si alguna vez atrapo a la poesía", comenta el escritor.
Gelman, también periodista fascinado por una profesión en la que se inició hace cerca de medio siglo, explica que sus poemas son cada vez más breves, concentrados, y que tiende a emplear el menor número de palabras posible.
"La poesía es palabra calcinada", dice este autor de títulos como "El juego en que andamos", "Velorio del solo", "Gotan", "Cólera Buey", "Los poemas de Sidney West, "Fábulas", "Carta Abierta", "Bajo la lluvia ajena", "Hacia el Sur", "Com/posiciones" y "Eso".
Para este poeta, que en los próximos meses publicará otro libro, aparte del que lleva por título "Vivir cien años", "la lectura es un viaje por uno mismo, porque despierta en uno cosas que no sabía que tenía. Al no saber que las tenía, no las tenía".
Gelman confiesa que para él escribir poemas, siempre de noche, en absoluta tranquilidad y paz interna, es una "necesidad y hasta una convulsión" que retiene el mayor tiempo posible, pero que de repente se interrumpe y luego regresa.
"Cuando me siento empujado a escribir, no sé lo que voy a escribir, lo averiguo cuando escribo", explica.
"La poesía no puede ser el resultado de la voluntad de escribir, sino el de la necesidad de escribir", matiza el escritor argentino.
Gelman, miembro del jurado del Premio Cervantes 2008, confiesa ser lector del escritor español Juan Marsé, ganador de la última edición de ese galardón literario.
"Es un gran escritor. Felicito a Juan Marsé por este premio que le honra y que es honrado con su nombre", dijo Gelman.
MANILA, ESPAÑA.- El escritor necesita encontrar "su propia voz" para ser original en un entorno literario en el que todos emplean la misma lengua, defiende el autor argentino
"Cuando un escritor o un poeta da con su propia voz es original, porque en lo que nos parecemos todos los humanos es que todos somos distintos", apunta el escritor durante una entrevista con Efe en Manila.
Gelman, por el contrario, considera que el plagio literario "es una señal de infantilidad en el creador, un robo, eso está claro", aunque matiza que otro aspecto diferente son las imitaciones o las "inevitables influencias que se deslizan" en la obras.
"Nadie nace por generación espontánea", destaca.
El poeta, en visita a la antigua colonia española de Filipinas, sostiene que no cree que exista la verdadera obra de arte perfecta "tal y como se entiende el sentido de perfecto", y se considera poco apto para juzgar cualquier poema de los que ha escrito desde que en 1956 publicara su primer libro, "Violín y otras cuestiones".
"Me resulta muy difícil juzgar lo que hago, no es por fingir una virginidad que no tengo, en general todo me parece insatisfactorio, supongo que esa es la razón por la que sigo escribiendo, a ver si alguna vez atrapo a la poesía", comenta el escritor.
Gelman, también periodista fascinado por una profesión en la que se inició hace cerca de medio siglo, explica que sus poemas son cada vez más breves, concentrados, y que tiende a emplear el menor número de palabras posible.
"La poesía es palabra calcinada", dice este autor de títulos como "El juego en que andamos", "Velorio del solo", "Gotan", "Cólera Buey", "Los poemas de Sidney West, "Fábulas", "Carta Abierta", "Bajo la lluvia ajena", "Hacia el Sur", "Com/posiciones" y "Eso".
Para este poeta, que en los próximos meses publicará otro libro, aparte del que lleva por título "Vivir cien años", "la lectura es un viaje por uno mismo, porque despierta en uno cosas que no sabía que tenía. Al no saber que las tenía, no las tenía".
Gelman confiesa que para él escribir poemas, siempre de noche, en absoluta tranquilidad y paz interna, es una "necesidad y hasta una convulsión" que retiene el mayor tiempo posible, pero que de repente se interrumpe y luego regresa.
"Cuando me siento empujado a escribir, no sé lo que voy a escribir, lo averiguo cuando escribo", explica.
"La poesía no puede ser el resultado de la voluntad de escribir, sino el de la necesidad de escribir", matiza el escritor argentino.
Gelman, miembro del jurado del Premio Cervantes 2008, confiesa ser lector del escritor español Juan Marsé, ganador de la última edición de ese galardón literario.
"Es un gran escritor. Felicito a Juan Marsé por este premio que le honra y que es honrado con su nombre", dijo Gelman.
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