Cultura

Damien Hirst se consagra en la Tate

Con veinticinco años de carrera a sus espaldas, Hirst ha accedido por fin a mostrar su trabajo en la Tate, museo que en sus inicios despreció porque era “donde exponían los muertos”

LONDRES, INGLATERRA (03/ABR/2012).- Controvertido y cada vez menos rebelde, Damien Hirst se consagró ayer a sus 46 años como uno de los artistas más influyentes del Reino Unido con su primera gran retrospectiva en la Tate Modern de Londres, templo del arte contemporáneo.

El antiguo enfant terrible de la escena artística londinense, que en los años noventa escandalizó con sus animales muertos metidos en formol, ha dejado atrás su viejo escepticismo para entregarse de lleno a la jerarquía del mundo del arte, donde ahora es poco menos que el rey.

Con veinticinco años de carrera a sus espaldas, Hirst ha accedido por fin a mostrar su trabajo en la Tate, museo que en sus inicios despreció porque era “donde exponían los muertos” y que ahora acogerá su obra del 4 de abril al 9 de septiembre.

“Creo que lo había estado evitando porque de alguna manera me intimidaba”, confesó hoy el artista en una breve aparición para presentar la exposición a la prensa.

“Todos crecemos y maduramos, y él es ahora un artista de mediana edad que se ríe de los comentarios que hizo en su juventud”, apuntó Ann Gallagher, comisaria de la muestra.

Damien Hirst recorre la trayectoria del creador desde su época de estudiante a finales de los años ochenta hasta la actualidad, en que se ha convertido en el artista británico vivo más cotizado y favorito de coleccionistas millonarios.

Hirst amasó una fortuna cuando en 2008 subastó en la casa Sotheby’s por cuenta propia, puenteando así a las galerías de arte, varias obras que recaudaron 70.5 millones de libras (127 millones de dólares o 89 millones de euros), de ellas la más cara The Golden Calf, adjudicada por el récord de 10.3 millones de libras (18.6 millones de dólares o 13 millones de euros).

Aunque en esta exposición no está ese becerro de oro, sí se cuentan algunos de sus trabajos más emblemáticos, incluido, en una sala especial, el cráneo incrustado de diamantes titulado For the Love of God.

También se puede ver por primera vez desde su concepción en 1991 In and Out of Love, un “invernadero” donde vuelan las

mariposas y que linda con otra sala en la que se exponen cuadros hechos con estos insectos muertos.

¿Es o no arte lo que hace Damien Hirst?, es la pregunta recurrente. “Esta exposición ofrece la oportunidad de ver toda su obra junta y formarse una opinión, dejando de lado prejuicios”, responde Gallagher.
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