Cultura

Cuando el sonido se convierte en imagen

''No hay peor sordo que el que no quiere ver'' es título de la obra

GUADALAJARA, JALISCO.- El artista contemporáneo Omar Guerra ha tomado el espacio de la galería Humo Live Art ( HMLA) para realizar un ejercicio que surgió de la inquietud de transformar sonidos cotidianos en una gráfica.

''No hay peor sordo que el que no quiere ver'', título de la obra que se exhibe desde el viernes pasado en este lugar, es una pieza conceptual de proceso que abarca las disciplinas suscritas al imaginario creativo del realizador: performance, artes sonoras y videoarte.

Para realizar ''No hay peor sordo que no quiere ver'', Guerra reunió a un grupo de personas en HMLA la noche del pasado 21 de abril. Mientras ellos leían -Ensayo sobre la sordera-, estrujaban naranjas con un exprimidor eléctrico, utilizaban una máquina de coser y jugaban un juego de mesa, el artista manipulaba desde su sintetizador efectos de sonido sampleados, cuya atmósfera industrial envolvía con texturas y paisajes los ruidos producidos por los participantes.

El extracto de lo que ocurrió esa noche quedó plasmado en el espacio de la galería HMLA. Los objetos que lo produjeron permanecen ahí, pero ahora como testigos silentes. No hay peor sordo que el que no quiere ver se compone de la mesa que fungió como la base para realizar el concierto de sonidos, un video que documenta lo sucedido durante el proceso (los participantes originando las cacofonías y Guerra haciendo las veces de director, indicando las entradas y salidas de cada "instrumento") y el registro de ecualización delineado horizontalmente una pared del recinto, a manera de mural.

"El hecho fue hacer todo este proceso para obtener el sonido, pero no para que éste sea escuchado. El audio no se ve, pero físicamente está en el espacio, se mueve y pasa a través de ti", apunta Guerra. No hay peor sordo que el que no quiere ver, según su autor, se relaciona también con la escultura, pues una de sus intenciones es "crear una forma, un sonido y mostrarlo".

Sin embargo, ésa es solo una de las lecturas implícitas en No hay peor sordo que el que no quiere ver. La otra cara de la pieza es relativa a la corriente artística del Renacentismo. El propio Guerra lo explica: "las pinturas, o bien los murales renacentistas, narraban algo, una historia o un hecho". Y para los que no entiendan mucho acerca de los derroteros del arte conceptual, la obra puede ser vista simplemente como "un paisaje sonoro", precisa el autor.

La exposición ha sido curada por el especialista en arte contemporáneo de origen regiomontono Marco Granados. Él, traduciendo el argot del arte al de la música, ha sido el "productor" de No hay peor sordo que el que no quiere ver. Ultimó los detalles del montaje de la pieza y apoyó en cuestiones museográficas.

Esta exposición es parte de una serie de intervenciones que el realizador ha pensado llevar a cabo en distintos espacios tanto de Guadalajara como de la Ciudad de México. Después hará "alto" para montar una retrospectiva en la que se encuentren los documentos y registros generados a partir de este trabajo -desde las piezas sonoras, videos e instalaciones-. La intención a posterior es que todas las partes o elementos involucrados establezcan "un diálogo entre sí, que se entrelace en algún punto", expresa Guerra.

No hay peor sordo que el que no quiere ver permanecerá en exhibición hasta los primeros días de junio. Sin embargo, a causa de la reactivación de la contingencia sanitaria en el Estado, Humo Live Art solo recibirá al público que solicite previa cita al número telefónico 33 10 43 11 13. El espacio se encuentra ubicado en la calle Antonio de León 434-1, casi esquina con la avenida López Mateos.
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