Cultura

Cristina Pacheco narra los últimos momentos de su esposo

Recuerda haber tomado una toalla con perfume y agua, los cuales se los dio a oler, a fin de que despertara, pero el intento resultó en vano, narra Cristina Pacheco

CIUDAD DE MÉXICO (27/ENE/2014).- La periodista mexicana Cristiana Pacheco narra cómo fueron los últimos instantes de quien fue su esposo, el laureado escritor José Emilio Pacheco, quien esta tarde recibió un homenaje de cuerpo presente en El Colegio Nacional en esta capital.

De acuerdo con la conductora de programa de televisión "Aquí nos tocó vivir", el poeta, novelista, cuentista, ensayista y traductor sufrió una caída en la que se golpeó la cabeza, por lo que el viernes presentó dolor y pidió una pastilla para aliviar el síntoma que presentaba, la cual al final lo dejó inconsciente hasta morir.

"Lo último que platiqué con él fue muy poco, porque lo encontré mal, no le dolía el golpe en la cabeza, pero sí estaba incomodo. Pidió una pastilla para el dolor, por si le daba, me pidió una pastilla para dormir, dormimos juntos, vimos un poco la televisión, las noticias, me comentó algo de mi programa que había visto y que le agradeceré siempre.

"Luego se quedó dormido, intenté despertarlo, me quedé cerca de él en una silla junto a su cama, pues le seguía doliendo la cabeza. No tuve tiempo de decirle si lo llevaba al hospital o llamar al doctor, pero dijo que por un tonto dolor de cabeza no iría al hospital", anota.

Cristina Pacheco expuso que "en la madrugada no dormí, estaba inquieta porque a pesar de que respiraba normal, había algo que no me gustaba; y al día siguiente le dije que ya era muy tarde, que no fuera dormilón, que no porque hizo un articulo bonito lo iba a dejar dormir más, así que le llevé café".

La periodista señala que prácticamente se lo coloco en la boca, pues el autor no había probado nada, "y pensé que quizás le había hecho mucho efecto la pastilla, le hablé fuerte y al oído y nada".

Recuerda haber tomado una toalla con perfume y agua, los cuales se los dio a oler, a fin de que despertara, pero el intento resultó en vano, y en cuanto llamó a su médico de cabecera, éste le comento que José Emilio no estaba dormido sino inconsciente, e inmediatamente fue trasladado al hospital.

"Lo trasladamos en ambulancia, consultamos dos cirujanos y ambos coincidieron en que es tanta la hemorragia que presenta que la operación no iba a resultar bien.

"Hay 95 por ciento de probabilidades de quedar en estado vegetativo, y jamás le hubiera hecho yo algo a José Emilio, no me hubiera gustado verlo convertido en vegetal, tener a una persona que no podía hacer lo que más ama en la vida, que es leer, escribir y caminar.

"Así que preferí que no se hiciera la operación, que lo dejáramos tranquilo y se fue muriendo lentamente y en la absoluta tranquilidad", relató.

Indica que, en cama, el autor de "Las batallas en el desierto" no tuvo quejas ni dolor. Asimismo, expuso que rechazó se le hubieran realizado curaciones absurdas e inútiles, "no hubo medicamentos innecesarios, se quedó dormido y se fue a su sueño, el sueño de su poesía", comenta.


Cristina Pacheco recuerda a su esposo como un hombre honesto, que nunca quiso aprovecharse de temas como la violencia o pobreza, "por el contrario, lo hizo honestamente, desde adentro, nunca trato de ser un francotirador, simplemente por ser amante y fiel a las palabras, simplemente dijo lo que veía y lo que veíamos todos, pero que quizás nadie dijo con precisión".

También indica que la reciente muerte del poeta argentino Juan Gelman le impresionó mucho, tanto que al final le dedicó un articulo. Me decía: ''bueno, al menos siento que ya cumplí con Juan, que era realmente un gran poeta".

Cristina Pacheco afirma que el mejor homenaje que se le puede hacer a quien fuera su esposo es leerlo y respetar este país.

"Nos enseñó que hay que amar este país, que hay que amar las palabras, porque si uno las ama, respeta todas las cosas. Nos enseñó que hay que seguir y hay que hacer lo que se tiene que hacer", continuó la periodista.

Destaca que la vida sin José Emilio no será la misma, pero a pesar de ello saldrá adelante, pues dijo que se trata de una lección maravillosa lo que él le dejó.

"José Emilio dejó de existir y mi primer impulso al ver que no está fue decir: el jueves y viernes, siempre he trabajado esos días para la televisión, y no sé si tomaré un descanso, voy a pensar, no estoy clara y debo de estar clara, así que el jueves estaré donde siempre he estado trabajando, en el calle, y el viernes en mi estudio en Canal Once.

"Sé que estaría muy contento en este momento de saber que aprendí su lección, una lección maravillosa entre muchas otras. Me hace ilusión su obra; no me quedaré sola, porque si voy a una librería encontraré un libro suyo, si voy a la biblioteca pasará igual y la misma experiencia tendrán mis hijas", concluye.
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