Cultura

Crean espacio para pensar la ciudad

El Centro para la Cultura Arquitectónica y Urbana se gesta para propiciar el diálogo sobre la metrópoli

GUADALAJARA, JALISCO (09/NOV/2010).- Ante la falta de espacios en Guadalajara para el intercambio y la difusión permanente de ideas de las diferentes disciplinas de la arquitectura, seis jóvenes crearon el Centro para la Cultura Arquitectónica y Urbana (CCAU), “con la intención de proponer la ciudad que queremos”, sin ser un grupo que confronte.

“En la ciudad no hay universidad que tenga un ciclo permanente de conferencias, solamente hay esfuerzos aislados una vez por semestre o congresos que apenas duran un fin de semana; entonces, ante la necesidad de estar actualizándonos, decidimos crear el CCAU”, explica Adolfo Peña Iguarán, integrante de la organización civil, en la que no solamente participan arquitectos o urbanistas, como él, sino artistas que desde sus áreas de especialización consideran que pueden aportar algo.

La sede del Centro para la Cultura Arquitectónica y Urbana es una bodega que se encuentra en Ghilardi, en los límites del barrio de Santa Tere y la colonia Americana. El espacio  está pensado para realizar mesas redondas, conferencias, talleres, charlas, proyecciones de cine, entre otras actividades.

El arranque de las actividades del CCAU fue el pasado 30 de septiembre, cuando en sus instalaciones Leonardo Díaz-Borioli dictó la conferencia Repensar la figura del arquitecto. En octubre, Jesús Carlos Soto Morfín brindó la ponencia Trabajar en el espacio público. Tras estas dos conferencias, Adolfo Peña confirmó que “en Guadalajara hay gente esperando información para comenzar a trabajar ideas o proyectos, pero desgraciadamente no ha habido ni la generación de la información, como tampoco su transmisión”.

Thomas Watkin, también integrante del colectivo, puntualiza que la idea es “ofrecer un espacio que sea independiente a las universidades, donde haya transmisión de conocimiento, desde profesionistas como nosotros, pero también de gente de diferentes sectores y estratos sociales que pueden compartir sus experiencias profesionales, con la intención de enriquecer el panorama. Crearemos talleres y otras actividades que no forman parte todavía de las licenciaturas de Arquitectura”.

Desde hace varias décadas, la metrópoli vive un acelerado e irreversible crecimiento urbano, ante lo cual el CCAU propone no intentar en vano detenerlo, sino “desarrollar asentamientos urbanos más sustentables, aunque el proceso no tiene que ser espontáneo, sino planificado y dirigido a un fin, que pudiera construir un paradigma idealista. Y aunque representa un objetivo que tal vez nunca se alcance totalmente, conviene acercarse por todas las vías posibles”, expresa Peña Iguarán.

Actualmente, la agrupación también conformada por Della Burke, Édgar González, Andrea Soto y Alejandro Guerrero, funciona a través de donaciones y recursos que proporciona cada integrante; el próximo año buscarán formalizar el colectivo y establecerse como asociación civil, para poder recibir apoyos económicos más generosos y realizar otro tipo de actividades.

La información, la mejor herramienta

Adolfo Peña Iguarán señala que no está contemplado ser un grupo que busque ser activista. “No será nuestra forma de operar, lo que sí queremos es informar a la gente, darle herramientas para cuando tengan necesidad de usarlas, y a partir de la presión que ejerza la misma sociedad se reviertan algunos errores en la administración pública; pero lo nuestro no serán las manifestaciones”.

Como ejemplo, Adolfo Peña pone la construcción de la Vía Express, proyecto del Gobierno del Estado al cual “no nos vamos a oponer. Proporcionaremos información sobre situaciones similares en otras ciudades del mundo, para que haya un contexto de lo que queremos decirle a la sociedad. El objetivo es informar y generar el diálogo con la gente”.

La vivienda social

“El problema inmobiliario en Guadalajara es que no se construye a partir de la perspectiva de las personas, ni se aprovecha su experiencia porque todos somos profesionales del hábitat en ese sentido, es decir, todos hemos vivido en casas”, explica Bernardo Jiménez-Domínguez, profesor investigador del Departamento de Estudios Urbanos del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara, quien agrega que como la vivienda social no se construye en ese sentido, debería estar sujeta a evaluaciones permanentes, no sólo por la autoridad, sino por la gente que las habita.

El especialista en estudios urbanos señala que no sólo por razones éticas, sino fundamentalmente por practicidad, durabilidad y sustentabilidad debieran llevarse a cabo evaluaciones para evitar “la tragedia terrible de Tlajomulco; por eso la experiencia de la gente en estos proyectos es sumamente valiosa”.

Bernardo Jiménez-Domínguez es uno de los especialistas que, junto a Tania Vachez de la Barrera y Rocío Contreras Escalona, realizarán el jueves 11 de noviembre la mesa redonda Vivienda social y psicología ambiental, en las instalaciones del CCAU, y desde sus diferentes experiencias y especialidades discutirán la relación entre la psicología y la vivienda, en términos de investigación, intervención y trabajo profesional en este campo, desde los espacios de la universidad, las instituciones, la empresa y las organizaciones sociales.


En detalle

Mesa redonda: Vivienda social y psicología ambiental, con la participación de Rocío Contreras Escalona, Bernardo Jiménez-Domínguez y Tania Vachez de la Barrera. Jueves 11 de noviembre (20:30 horas), en el CCAU (Ghilardi 120, entre Justo Sierra y Juan Manuel). Entrada libre
Síguenos en

Temas

Sigue navegando