Cultura
Confiesa electricista ser ladrón del Códice Calixtino
El Códice Calixtino, es un documento histórico de incalculable valor, fue sustraído de la basílica de Santiago de Compostela
"Sí, fui yo quien robó el libro, me lo llevé el año pasado, sobre las 12 de la mañana", afirmó quien negara el hecho durante meses, pero que no puedo seguir mintiendo luego de que el códice fue encontrado en uno de sus garajes.
El Códice Calixtino, documento histórico de incalculable valor, fue sustraído de la basílica de Santiago de Compostela en julio del año pasado, en lo que podría ser considerado el "robo del siglo", pues se trata de uno de los libros más importantes del mundo.
Compuesto por cinco libros y dos apéndices, aunque encuadernado en un tomo único en 1964, el códice, que nació con el objetivo de propagar la devoción por el apóstol Santiago, era una especie de guía para los peregrinos que se dirigían a la ciudad.
Incluye consejos, posibles alojamientos, descripciones de la ruta, de las obras de arte así como de las costumbres locales de las personas que vivían a lo largo del Camino.
También contiene ilustraciones y 22 piezas polifónicas que se cuentan entre las más antiguas de Europa. Mide 30 por 21 centímetros y consta de 225 folios de pergamino.
Recuperado el volumen, la policía investiga ahora la cantidad de 1.2 millones de euros (1.48 millones de dólares), (apróximadamente 19 millones de pesos), aparte de 30 mil dólares encontrados en el domicilio del ladrón.
La cantidad encontrada en el domicilio de Fernández Castiñeiras se debe a hurtos realizados en la catedral, además de donativos que él mismo se quedaba durante los 25 años que estuvo trabajando en la catedral gallega.
La investigación reveló que el autor del robo del Códice Calixtino lleva años comprándose casas, entre ellas una de casi 250 mil dólares, (unos 300 mil pesos),en la costa de Galicia.
Además del juicio en el que será interrogado hoy, la esposa y el hijo del ladrón pasarán a disposición del juez de instrucción de Santiago de Compostela.
La investigación se centró en el detenido a partir de enero anterior, tras descartar a una treintena de sospechosos, entre empleados de la catedral, trabajadoras de la limpieza y personal que pudieran acceder a esta joya histórica.
El hurto del pergamino se debe a que Fernández Castiñeiras fue despedido de su puesto y no recibió 40 mil euros (48 mil dólares), (apróximadamente 645 mil pesos), de indemnización como él demandó.
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