Cultura
Conaculta lamenta la muerte de Wilmot Mason
El MAP se suma a la pena que embarga a la comunidad artística
CIUDAD DE MÉXICO (12/ENE/2012).- El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) lamentó el fallecimiento del ceramista regiomontano Jorge Wilmot, acontecido hoy en la ciudad de Guadalajara, Jalisco.
La titular de esta dependencia, Consuelo Sáizar, informó en su cuenta en 'Twitter' sobre el deceso del maestro a quien definió como "uno de los más grandes artistas de este país".
En un comunicado, el Museo de Arte Popular (MAP) se unió a la pena que embarga a la comunidad de artesanos y artistas de México y recordó que en reconocimiento al trabajo de Wiltmon, en 2009 montó una retrospectiva del artista.
Bajo el título "Artes y oficios en la obra de Jorge Wilmot", la muestra estuvo integrada por alrededor de 600 piezas. Debido al éxito también se presentó en el "Centro de las Artes de San Agustín" (CaSa), de la ciudad de Oaxaca y en el Museo Regional de Guadalajara.
La obra del Premio Nacional de Ciencias y Artes (1995), en la categoría de Artes y Tradiciones Populares, se distinguió por la aplicación de las técnicas habituales sobre pastas cerámicas de gran resistencia y por su innovación en sus bellos diseños de aves, flores, águilas bicéfalas, leones y soles abigarrados, entre otros.
El artista manifestó en reiteradas entrevistas que no se consideraba a sí mismo como un innovador, pues estaba interesado en unirse a la colectividad y apegado a los valores tradicionales y para dar cuerpo a sus obras echaba mano de los artesanos que podían imprimirle un toque experto.
Sus más reconocidas incursiones en el arte popular fue el barro bruñido en alta temperatura; técnica que tuvo gran aceptación en Europa, Japón y Estados Unidos, lugares a donde exportó sus piezas.
Fiel investigador del arte, Jorge Wilmot fundó su taller y una escuela de cerámica en Tonalá, Jalisco, a finales de los años 50.
Establecido en este municipio, el ceramista logró impregnar de su pasión a cientos de artistas que quedaron fascinados tanto por su destreza como por su creatividad innata.
Wilmot pidió a sus familiares no tener ningún acto funerario. No obstante, debido al trabajo y dedicación que realizó en Tonalá, en donde vivió desde los años 70, Ricardo Duarte, director de Cultura de ese municipio, preparará un homenaje póstumo al artesano.
Igualmente el Museo Nacional de la Cerámica, de esta entidad, montará una ofrenda en su honor a fin de exhibir algunas de sus obras.
La titular de esta dependencia, Consuelo Sáizar, informó en su cuenta en 'Twitter' sobre el deceso del maestro a quien definió como "uno de los más grandes artistas de este país".
En un comunicado, el Museo de Arte Popular (MAP) se unió a la pena que embarga a la comunidad de artesanos y artistas de México y recordó que en reconocimiento al trabajo de Wiltmon, en 2009 montó una retrospectiva del artista.
Bajo el título "Artes y oficios en la obra de Jorge Wilmot", la muestra estuvo integrada por alrededor de 600 piezas. Debido al éxito también se presentó en el "Centro de las Artes de San Agustín" (CaSa), de la ciudad de Oaxaca y en el Museo Regional de Guadalajara.
La obra del Premio Nacional de Ciencias y Artes (1995), en la categoría de Artes y Tradiciones Populares, se distinguió por la aplicación de las técnicas habituales sobre pastas cerámicas de gran resistencia y por su innovación en sus bellos diseños de aves, flores, águilas bicéfalas, leones y soles abigarrados, entre otros.
El artista manifestó en reiteradas entrevistas que no se consideraba a sí mismo como un innovador, pues estaba interesado en unirse a la colectividad y apegado a los valores tradicionales y para dar cuerpo a sus obras echaba mano de los artesanos que podían imprimirle un toque experto.
Sus más reconocidas incursiones en el arte popular fue el barro bruñido en alta temperatura; técnica que tuvo gran aceptación en Europa, Japón y Estados Unidos, lugares a donde exportó sus piezas.
Fiel investigador del arte, Jorge Wilmot fundó su taller y una escuela de cerámica en Tonalá, Jalisco, a finales de los años 50.
Establecido en este municipio, el ceramista logró impregnar de su pasión a cientos de artistas que quedaron fascinados tanto por su destreza como por su creatividad innata.
Wilmot pidió a sus familiares no tener ningún acto funerario. No obstante, debido al trabajo y dedicación que realizó en Tonalá, en donde vivió desde los años 70, Ricardo Duarte, director de Cultura de ese municipio, preparará un homenaje póstumo al artesano.
Igualmente el Museo Nacional de la Cerámica, de esta entidad, montará una ofrenda en su honor a fin de exhibir algunas de sus obras.