Cultura
Colombia homenajea a Alí Chumacero con Altar de Muertos
El FCE en Colombia ha preparado altar al poeta fallecido el pasado 22 de octubre en el Centro Cultural Gabriel García Márquez
BOGOTÁ, COLOMBIA (01/NOV/2010).- El Centro Cultural 'Gabriel García Márquez', del Fondo de Cultura Económico (FCE) en Bogotá, instaló hoy su Altar de Muertos en homenaje al poeta mexicano Alí Chumacero (1918–2010), fallecido el pasado 22 de octubre.
El FCE resalta así la vida y la obra del autor de 'Páramo de sueños', 'Imágenes desterradas', 'Palabras en reposo', 'Los momentos críticos', 'En la orilla del silencio' y otros poemas.
Durante todo este 1 de noviembre, el FCE obsequiará a los asistentes pan de muertos y chocolate, mientras se hacen lecturas de calaveras o versos en honor a los muertos, y en esta ocasión, en especial, al maestro Chumacero.
Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal.
Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes.
Chumacero, como autor, editor, redactor y corrector 'fue una de las figuras claves en la historia del Fondo de Cultura Económica, casa editorial para la cual laboró por más de medio siglo de trabajo intermitente'.
Fue famoso por haber corregido para el FCE, entre cientos de obras, el 'Pedro Páramo', de Juan Rulfo.
Alí Chumacero negó en repetidas ocasiones haber mejorado drásticamente la obra con su corrección, pero el rumor de que lo hizo persiste.
El FCE resalta así la vida y la obra del autor de 'Páramo de sueños', 'Imágenes desterradas', 'Palabras en reposo', 'Los momentos críticos', 'En la orilla del silencio' y otros poemas.
Durante todo este 1 de noviembre, el FCE obsequiará a los asistentes pan de muertos y chocolate, mientras se hacen lecturas de calaveras o versos en honor a los muertos, y en esta ocasión, en especial, al maestro Chumacero.
Según la creencia de la civilización mexicana antigua, cuando el individuo muere su espíritu continúa viviendo en Mictlán, lugar de residencia de las almas que han dejado la vida terrenal.
Dioses benevolentes crearon este recinto ideal que nada tiene de tenebroso y es más bien tranquilo y agradable, donde las almas reposan plácidamente hasta el día, designado por la costumbre, en que retornan a sus antiguos hogares para visitar a sus parientes.
Chumacero, como autor, editor, redactor y corrector 'fue una de las figuras claves en la historia del Fondo de Cultura Económica, casa editorial para la cual laboró por más de medio siglo de trabajo intermitente'.
Fue famoso por haber corregido para el FCE, entre cientos de obras, el 'Pedro Páramo', de Juan Rulfo.
Alí Chumacero negó en repetidas ocasiones haber mejorado drásticamente la obra con su corrección, pero el rumor de que lo hizo persiste.