Cultura
Colección de objetos históricos se reúnen en Querétaro
Los especialistas en las obras tienen el compromiso de no comercializar antigüedades robadas
Revolución Mexicana, botines españoles de hace 200 años, cruces del siglo XVI y otras antigüedades, están en pleno centro de la ciudad cada fin de semana a disposición del público dispuesto a comprarlos.
Instalados desde hace seis años en el Jardín del Arte, con el aval del Instituto Queretano para la Cultura y las Artes, 23 anticuarios destacados de la entidad rescataron el lugar que quedó abandonado mucho tiempo y hoy tiene otra imagen.
Actualmente, en el Jardín del Arte se muestran objetos que son fragmentos de la historia del país.
Los anticuarios, especializados en diversos objetos y ramas, ofrecen desde libros antiguos hasta objetos de porcelana y forjados en hierro, que alcanzan diversos precios entre los coleccionistas y se sabe que algunas de las piezas llegan a ubicarse en museos.
El coordinador del mercado, Francisco Rabell Flores, señaló que este sitio de antigüedades es uno de los pocos que existen en el país con la seriedad de ofrecer piezas valuadas y únicas, lo que genera que personas de diversas entidades acudan cada fin de semana este lugar.
'Ahora ya todo es desechable, se usa una o dos veces y a la basura, en cambio estos objetos se hacían con buenos materiales y duran años; tenemos objetos que tienen 100, 200 años y siguen como los hicieron', explicó.
Como ejemplo, unos botines de piel de 1800, que no muestran el paso del tiempo y un estribo de cruz española de 1525 que fue rescatada de un negocio de chatarra a punto de ir a la fundición.
Además, una colección de periódicos de la Revolución, como El Tiempo: Diario Católico de la Mañana, del 19 de febrero de 1912, que tiene como nota principal 'Los zapatistas a 3 km de Cuernavaca'.
Asimismo, El País: Diario Independiente de 1890, aún fechado en 'Méjico' o bien un periódico editado en el Distrito Federal en árabe y lo único que está en español es la publicidad de una cervecería.
Pinturas, esculturas y publicidad del siglo pasado, teléfonos extranjeros, fotografías antiguas y de difuntos son parte de los objetos que destacan en las mesas ubicadas en el jardín y que llaman la atención de niños y adultos.
'Cada quien se especializa en un tipo de producto. Hay compañeros especializados en porcelana y cristalería, otro en radios antiguos, otros en juguetes antiguos y en libros, en discos, incluso', añadió.
Los anticuarios tienen un compromiso de no comercializar antigüedades robadas, para evitar el mercado negro que existe en este sector, por lo que quien desee vender alguna pieza tiene que mostrarla en su casa.
'Se trata de rescatar las piezas y hacerlas llegar a quienes la coleccionan. A los extranjeros les gusta mucho verlas, pero compran poco, se llevan alguna cosa ligera nada más; los que pagan mejor son los nacionales', afirmó.
En el jardín se encuentra también una mesa presidida por el presidente de la Sociedad Queretana de Filatelia, José Juan Corro Hernández, que promueve el rescate de las estampillas con fines de investigación de la historia mexicana.
'No es solamente juntar; la gente cree que se colecciona cuando se es niño, cuando es lo contrario, se empieza como niño y puedes terminar como adulto como un investigador del correo, un investigador del servicio postal', apuntó.
A tan sólo unos pasos de Plaza de Armas, el Jardín del Arte se encuentra abierto todos los fines de semana, con sus diversas colecciones de antigüedades, para dar testimonio de la historia nacional.
QUERÉTARO, QUERÉTARO (23/ABR/2011).- Una colección de periódicos de la
Instalados desde hace seis años en el Jardín del Arte, con el aval del Instituto Queretano para la Cultura y las Artes, 23 anticuarios destacados de la entidad rescataron el lugar que quedó abandonado mucho tiempo y hoy tiene otra imagen.
Actualmente, en el Jardín del Arte se muestran objetos que son fragmentos de la historia del país.
Los anticuarios, especializados en diversos objetos y ramas, ofrecen desde libros antiguos hasta objetos de porcelana y forjados en hierro, que alcanzan diversos precios entre los coleccionistas y se sabe que algunas de las piezas llegan a ubicarse en museos.
El coordinador del mercado, Francisco Rabell Flores, señaló que este sitio de antigüedades es uno de los pocos que existen en el país con la seriedad de ofrecer piezas valuadas y únicas, lo que genera que personas de diversas entidades acudan cada fin de semana este lugar.
'Ahora ya todo es desechable, se usa una o dos veces y a la basura, en cambio estos objetos se hacían con buenos materiales y duran años; tenemos objetos que tienen 100, 200 años y siguen como los hicieron', explicó.
Como ejemplo, unos botines de piel de 1800, que no muestran el paso del tiempo y un estribo de cruz española de 1525 que fue rescatada de un negocio de chatarra a punto de ir a la fundición.
Además, una colección de periódicos de la Revolución, como El Tiempo: Diario Católico de la Mañana, del 19 de febrero de 1912, que tiene como nota principal 'Los zapatistas a 3 km de Cuernavaca'.
Asimismo, El País: Diario Independiente de 1890, aún fechado en 'Méjico' o bien un periódico editado en el Distrito Federal en árabe y lo único que está en español es la publicidad de una cervecería.
Pinturas, esculturas y publicidad del siglo pasado, teléfonos extranjeros, fotografías antiguas y de difuntos son parte de los objetos que destacan en las mesas ubicadas en el jardín y que llaman la atención de niños y adultos.
'Cada quien se especializa en un tipo de producto. Hay compañeros especializados en porcelana y cristalería, otro en radios antiguos, otros en juguetes antiguos y en libros, en discos, incluso', añadió.
Los anticuarios tienen un compromiso de no comercializar antigüedades robadas, para evitar el mercado negro que existe en este sector, por lo que quien desee vender alguna pieza tiene que mostrarla en su casa.
'Se trata de rescatar las piezas y hacerlas llegar a quienes la coleccionan. A los extranjeros les gusta mucho verlas, pero compran poco, se llevan alguna cosa ligera nada más; los que pagan mejor son los nacionales', afirmó.
En el jardín se encuentra también una mesa presidida por el presidente de la Sociedad Queretana de Filatelia, José Juan Corro Hernández, que promueve el rescate de las estampillas con fines de investigación de la historia mexicana.
'No es solamente juntar; la gente cree que se colecciona cuando se es niño, cuando es lo contrario, se empieza como niño y puedes terminar como adulto como un investigador del correo, un investigador del servicio postal', apuntó.
A tan sólo unos pasos de Plaza de Armas, el Jardín del Arte se encuentra abierto todos los fines de semana, con sus diversas colecciones de antigüedades, para dar testimonio de la historia nacional.
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