Cultura
Centenares de besos en una colección fotográfica
Ignacio Lehmann decide visitar diferentes ciudades del mundo y captar 100 besos en cada una
Ignacio Lehmann, un joven fotógrafo argentino que recorrió el mundo y creó "100 World Kisses", una colección fotográfica de besos en espacios públicos que se exhibe en Buenos Aires hasta el próximo martes.
Esta aventura comenzó en Nueva York de forma lúdica y natural, y dado el desafío que implica retratar besos espontáneos y la buena recepción que tuvieron sus primeras fotografías, Lehmann decidió salir a visitar diferentes ciudades del mundo y captar cien besos en cada una de ellas, siempre con la premisa de que fueran en la calle.
"Besar está buenísimo. Es una obviedad y puede sonar cursi, pero cuando uno da un beso, se siente mejor", asegura el fotógrafo frente al interrogante de por qué se sintió motivado a fotografiar besos.
Lehmann tiene su propio "modus operandi" para esta peculiar "caza": primero dispara su cámara y luego se acerca a las parejas "blanco" para comentarles de su proyecto.
Pero también hay algunas situaciones en las que Lehmann les pide a las personas que se besen para registrar ese momento único con hermosos paisajes de fondo.
De esta forma, Lehmann recorrió plazas de ciudades como Tokio, Londres, Berlín, Cali y Buenos Aires y fotografió desde "besos tiernos, sensuales y románticos" hasta algunos "más rockeros y jugados", entre parejas, entre padres e hijos, entre mascotas y sus dueños y hasta entre niños jugando.
"100 World Kisses" dejó de ser un desafío personal y se convirtió en una amplia colección fotográfica con más de mil 500 imágenes.
Parte de esta colección integra una muestra que se expone hasta el martes en la Plaza San Martín de Buenos Aires.
Lehmann, además, escribe historias que acompañan algunas de sus fotos, por eso, después de tomar una fotografía, es frecuente que se quede conversando con los protagonistas, los conozca mejor e incluso mantenga el contacto con algunos de ellos a través de correo electrónico.
De esta manera, durante su viaje por Asia, llegó a conocer a una pareja de sobrevivientes de la bomba atómica de Hiroshima y asegura que es una de las historias más significativas que le ha tocado retratar a lo largo de su recorrido.
Lehmann recuerda que uno de los lugares en que más le gustó tomar fotografías fue Japón.
"Fue un lugar especial para mí, fue como estar en otro mundo. Es algo muy distinto a lo que nosotros estamos acostumbrados y allá el contacto físico es muy limitado y no es tan pasional como en Latinoamérica. Entonces, hacer esto fue un desafío muy grande pero lo disfrute muchísimo", rememora.
Entre todas las historias que retrató, cita con cariño un beso que capturó en el último viaje de los históricos vagones de la línea A del metro de Buenos Aires y aún se sigue sorprendiendo con la cantidad de "primeros besos" que tiene en su colección de parejas que hasta ese momento no eran más que amigos.
Para el creador de "100 World Kisses", una parte de su tarea es "mostrar un poco el amor en el mundo" ya que los besos son el gesto por excelencia para expresar este sentimiento y, a la vez, un momento de conexión muy íntimo entre las personas que representa un "símbolo de esperanza".
Lehmann no se plantea, por el momento, hasta cuándo ni hasta cuántos besos seguirá retratando, pero ya está trabajando en un nuevo proyecto y espera, para el año siguiente, poder publicar el libro de "100 World Kisses".
BUENOS AIRES, ARGENTINA (27/JUL/2014).- "Sólo una persona cazando 100 besos en cada ciudad alrededor del mundo", así se define
Esta aventura comenzó en Nueva York de forma lúdica y natural, y dado el desafío que implica retratar besos espontáneos y la buena recepción que tuvieron sus primeras fotografías, Lehmann decidió salir a visitar diferentes ciudades del mundo y captar cien besos en cada una de ellas, siempre con la premisa de que fueran en la calle.
"Besar está buenísimo. Es una obviedad y puede sonar cursi, pero cuando uno da un beso, se siente mejor", asegura el fotógrafo frente al interrogante de por qué se sintió motivado a fotografiar besos.
Lehmann tiene su propio "modus operandi" para esta peculiar "caza": primero dispara su cámara y luego se acerca a las parejas "blanco" para comentarles de su proyecto.
Pero también hay algunas situaciones en las que Lehmann les pide a las personas que se besen para registrar ese momento único con hermosos paisajes de fondo.
De esta forma, Lehmann recorrió plazas de ciudades como Tokio, Londres, Berlín, Cali y Buenos Aires y fotografió desde "besos tiernos, sensuales y románticos" hasta algunos "más rockeros y jugados", entre parejas, entre padres e hijos, entre mascotas y sus dueños y hasta entre niños jugando.
"100 World Kisses" dejó de ser un desafío personal y se convirtió en una amplia colección fotográfica con más de mil 500 imágenes.
Parte de esta colección integra una muestra que se expone hasta el martes en la Plaza San Martín de Buenos Aires.
Lehmann, además, escribe historias que acompañan algunas de sus fotos, por eso, después de tomar una fotografía, es frecuente que se quede conversando con los protagonistas, los conozca mejor e incluso mantenga el contacto con algunos de ellos a través de correo electrónico.
De esta manera, durante su viaje por Asia, llegó a conocer a una pareja de sobrevivientes de la bomba atómica de Hiroshima y asegura que es una de las historias más significativas que le ha tocado retratar a lo largo de su recorrido.
Lehmann recuerda que uno de los lugares en que más le gustó tomar fotografías fue Japón.
"Fue un lugar especial para mí, fue como estar en otro mundo. Es algo muy distinto a lo que nosotros estamos acostumbrados y allá el contacto físico es muy limitado y no es tan pasional como en Latinoamérica. Entonces, hacer esto fue un desafío muy grande pero lo disfrute muchísimo", rememora.
Entre todas las historias que retrató, cita con cariño un beso que capturó en el último viaje de los históricos vagones de la línea A del metro de Buenos Aires y aún se sigue sorprendiendo con la cantidad de "primeros besos" que tiene en su colección de parejas que hasta ese momento no eran más que amigos.
Para el creador de "100 World Kisses", una parte de su tarea es "mostrar un poco el amor en el mundo" ya que los besos son el gesto por excelencia para expresar este sentimiento y, a la vez, un momento de conexión muy íntimo entre las personas que representa un "símbolo de esperanza".
Lehmann no se plantea, por el momento, hasta cuándo ni hasta cuántos besos seguirá retratando, pero ya está trabajando en un nuevo proyecto y espera, para el año siguiente, poder publicar el libro de "100 World Kisses".
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