Cultura
Celebran, a la japonesa, temporada de cerezos en flor
Funcinario japonés comparte el manual para celebrar en Estados Unidos la temporada de cerezos en flor
Durante este período que marca un "nuevo comienzo", los espacios verdes "se llenan de gente en Japón, por eso es muy importante apropiarse un lugar" por adelantado, agrega este diplomático oriundo de Kioto, y que lleva seis meses en Washington con su esposa Akiko y su hija de dos años, Haruno.
Para su primer "cherry blossom" ("hanami", en japonés) en la capital estadounidense, la familia se prepara con ansias para descubrir y admirar los miles de cerezos en flor que bordean el Tidal Bassin, en el corazón de la ciudad, ofrecidos a Estados Unidos por Japón en 1912 en nombre de la amistad entre sus pueblos.
Este año, debido al frío tardío, fue postergado a entre el 6 y el 8 de abril el pico de floración --cuando el 70% de las flores eclosionan en simultáneo-- que estima mediante métodos científicos el Servicio Nacional de Parques.
"En Japón, si prevemos ir al parque para contemplar cerezos en flor después del trabajo, enviamos antes a pasantes o empleados juniors para reservar un buen lugar", cuenta Yoshiyuki. Cuando lo encuentran, instalan el famoso mantel y "¡tienen que esperarnos ahí!", agrega. "No es algo extraño, todo el mundo lo hace".
Empleados de traje y corbata, estudiantes de secundaria con sus mochilas al hombro, o familias enteras con canastos llenan los espacios verdes durante una semana, lapso promedio de la efímera floración, que puede darse entre fines de marzo y principios de mayo, según la región.
"Preparamos 'bento' (bandejas con un almuerzo para una persona), o cuando somos muchos llevamos un gran plato para compartir, lleno de bolitas de arroz, pollo, verduras y frutas", describe su esposa Akiko.
Y mucho alcohol
No hay que olvidarse del alcohol. Hay mucho alcohol. Cerveza y sake, sobre todo, pero también vino "que aprecian mucho los jóvenes", asegura el diplomático.
¿Hasta quedar borracho? "¡Por supuesto!", contesta. La policía no sólo no dice nada, sino que parece divertirse con el espectáculo.
Algo insólito en Washington, donde consumir alcohol en la vía pública está terminantemente prohibido. Y donde parece incluso temerario instalarse alrededor del Tindal Bassin, dado el flujo de transeúntes que avanzan a toda marcha en el estrecho sendero que bordea el agua.
Cada año en la capital estadounidense, cientos de miles de turistas acuden para contemplar los tres mil 370 cerezos japoneses y para participar del festival organizado para la ocasión, que dura "más de un mes y permite recaudar más de 100 millones de dólares a la ciudad", según Gregory O'Dell, presidente de Events DC, que organiza las festividades.
En Japón también, la llegada de la primavera es una buena excusa para multiplicar anuncios publicitarios y la venta de productos relacionados con la ocasión, como recetas especiales de pasteles o sake, que toman prestados el color y el sabor de las flores de cerezo.
La familia Yamada tiene previsto acercarse el domingo y el lunes al Tindal Bassin para pasear, aunque no podrán repetir "todo lo que se hace en Japón".
Los cerezos en flor son para ellos un motivo de alegría. "Son el símbolo del cambio de estación, marcan a la vez un nuevo comienzo y una era que culmina", explica la pareja.
En Japón el mes de abril corresponde de hecho al inicio del año escolar y del año fiscal. "Es el momento en que uno es diplomado, o integra una nueva empresa, o cuando se inicia una nueva vida. Algunas personas toman buenas resoluciones. Pero nosotros no; sólo queremos disfrutar", aseguran.
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