Cultura

Celebran, a la japonesa, temporada de cerezos en flor

Funcinario japonés comparte el manual para celebrar en Estados Unidos la temporada de cerezos en flor

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (07/ABR/2013).- "Esto es fundamental para celebrar la  estación de cerezos en flor en Japón", explica Yoshiyuki Yamada al desplegar  sobre el suelo un mantel colorido, buscando asegurarse un lugar bajo uno de los  miles de árboles tomados por asalto por la población en primavera.

Durante este período que marca un "nuevo comienzo", los espacios verdes "se  llenan de gente en Japón, por eso es muy importante apropiarse un lugar" por  adelantado, agrega este diplomático oriundo de Kioto, y que lleva seis meses en  Washington con su esposa Akiko y su hija de dos años, Haruno.

Para su primer "cherry blossom" ("hanami", en japonés) en la capital  estadounidense, la familia se prepara con ansias para descubrir y admirar los  miles de cerezos en flor que bordean el Tidal Bassin, en el corazón de la  ciudad, ofrecidos a Estados Unidos por Japón en 1912 en nombre de la amistad  entre sus pueblos.

Este año, debido al frío tardío, fue postergado a entre el 6 y el 8 de  abril el pico de floración --cuando el 70% de las flores eclosionan en  simultáneo-- que estima mediante métodos científicos el Servicio Nacional de  Parques.

"En Japón, si prevemos ir al parque para contemplar cerezos en flor después  del trabajo, enviamos antes a pasantes o empleados juniors para reservar un  buen lugar", cuenta Yoshiyuki. Cuando lo encuentran, instalan el famoso mantel  y "¡tienen que esperarnos ahí!", agrega. "No es algo extraño, todo el mundo lo  hace".

Empleados de traje y corbata, estudiantes de secundaria con sus mochilas al  hombro, o familias enteras con canastos llenan los espacios verdes durante una  semana, lapso promedio de la efímera floración, que puede darse entre fines de  marzo y principios de mayo, según la región.

"Preparamos 'bento' (bandejas con un almuerzo para una persona), o cuando  somos muchos llevamos un gran plato para compartir, lleno de bolitas de arroz,  pollo, verduras y frutas", describe su esposa Akiko.

Y mucho alcohol


No hay que olvidarse del alcohol. Hay mucho alcohol. Cerveza y sake, sobre  todo, pero también vino "que aprecian mucho los jóvenes", asegura el  diplomático.  

¿Hasta quedar borracho? "¡Por supuesto!", contesta. La policía no sólo no  dice nada, sino que parece divertirse con el espectáculo.

Algo insólito en Washington, donde consumir alcohol en la vía pública está  terminantemente prohibido. Y donde parece incluso temerario instalarse  alrededor del Tindal Bassin, dado el flujo de transeúntes que avanzan a toda  marcha en el estrecho sendero que bordea el agua.

Cada año en la capital estadounidense, cientos de miles de turistas acuden  para contemplar los tres mil 370 cerezos japoneses y para participar del festival  organizado para la ocasión, que dura "más de un mes y permite recaudar más de  100 millones de dólares a la ciudad", según Gregory O'Dell, presidente de  Events DC, que organiza las festividades.

En Japón también, la llegada de la primavera es una buena excusa para  multiplicar anuncios publicitarios y la venta de productos relacionados con la  ocasión, como recetas especiales de pasteles o sake, que toman prestados el  color y el sabor de las flores de cerezo.

La familia Yamada tiene previsto acercarse el domingo y el lunes al Tindal  Bassin para pasear, aunque no podrán repetir "todo lo que se hace en Japón".

Los cerezos en flor son para ellos un motivo de alegría. "Son el símbolo  del cambio de estación, marcan a la vez un nuevo comienzo y una era que  culmina", explica la pareja.

En Japón el mes de abril corresponde de hecho al inicio del año escolar y  del año fiscal. "Es el momento en que uno es diplomado, o integra una nueva  empresa, o cuando se inicia una nueva vida. Algunas personas toman buenas  resoluciones. Pero nosotros no; sólo queremos disfrutar", aseguran.
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