Cultura

Carlos Payán no ha callado aunque lo han amenazado: Hugo Gutiérrez Vega

El periodista recibe un homenaje por su labor en pro de la libertad de expresión y defensa de los derechos humanos

GUADALAJARA, JALISCO (04/DIC/2013).- Los aplausos y los halagos se quedaron cortos durante el homenaje que el periodista y fundador del rotativo nacional La Jornada, Carlos Payán Velver (Ciudad de México, 1929), recibió la tarde de este miércoles en la Feria Internacional del Libro ( FIL) de Guadalajara, escenario en el que Laura Restrepo, Hugo Gutiérrez Vega y Arnoldo Kraus, agradecieron su labor periodística, humana y fraternal en pro de la libertad de expresión y la defensa de los derechos humanos.

Raúl Padilla, presidente de la FIL, encabezó la ceremonia al enumerar los méritos que Payán Velver ha manifestado en los medios de comunicación para que fuera engalanado con el más alto reconocimiento que otorga la Universidad de Guadalajara: el título de Doctor Honoris Causa, entregado la mañana de este miércoles de la manos del director general de la máxima casa de estudios de Jalisco, Tonatiuh Bravo, en el Paraninfo universitario.

Durante el homenaje, Hugo Gutiérrez Vega, destacó el carácter aguerrido y pasional de Carlos Payán hacia el periodismo de investigación y su vocación hacia denunciar las incongruencias políticas y sociales de México, al argumentar que el fundador de La Jornada -en 1984-, "nunca ha callado aunque lo han amenazado. Ha dicho siempre lo que ha querido decir, es para todos los periodistas de este país un ejemplo vivo de honestidad, de pericia y de amor por la verdad".

Por su cuenta, la escritora colombiana, Laura Restrepo, recordó el inicio de su amistad a Carlos Payán hace 30 años, cuando la autora de Hot Sur llegó a México como exiliada política de su país de origen, siendo el medio encabezado por Payán el que le diera posibilidad de aclarar la situación social de la tierra cafetera, destacando no solo su inclusión periodística sino cobijo fraternal hacia los desprotegidos.

Arnoldo Kraus, aplaudió el sentido humano de Payán Velver al ser un profesional enfocado a la crítica objetiva y de análisis en cada una de sus facetas sociales como consejero de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (1990-1997) y como senador de la República mediante el Partido Revolucionario Democrático (PRD), en donde se comisionó en las áreas de derechos humanos, cultura, patrimonio histórico y cultura de la nación, durante los años noventa, periodo en el que también se sumó a la Comisión de Concordia y Pacificación (COCOPA) para conciliar a los involucrados del movimiento zapatista.

Desde el inicio del homenaje, la escrita Elena Poniatowska presenció los argumentos del estrado, en medio de un salón lleno por familiares, académicos e intelectuales, entre los que destacó la directora de la FIL, Marisol Schulz.

Recuerdos del inicio

Durante la entrega del Honoris Causa, entre suspiros y agradecimientos, Payán Velver narró algunas de las anéctodas más significativas de su caminar en el sendero del periodismo, en donde recordó sus inicios previos en el medio "Unomásuno", así como su integración al Partido Comunista Mexicano (PCM) de la década de los ochenta, en donde decidió el tipo de labor social que, hasta el día de hoy a sus 84 años de edad, promueve personalmente y entre las presentes y venideras generaciones de periodistas encausados a la defensa del humano y sus derechos, pero sobre todo, la inclusión y otorgación de voz a los sectores más vulnerables del país, como lo son las comunidades indígenas.

Tonatiuh Bravo Padilla, rector general de UdeG, expresó que el liderazgo de opinión pública de Carlos Payán recae en su convicción de afrontar directamente las limitantes noticiosas que el entonces Gobierno de la época imponía ante la censura de acontecimientos políticos y sociales, siendo La Jornada, el periódico que marcó una tendencia informativa más clara, objetiva y libre, además de ser el rotativo que reflejó la transición democrática de México.

Payán Velver memoró que a sus seis años de edad fue víctima del robo de sus zapatos, situación que hoy recuerda con gracia pero contundente al señalar que desde ese momento se determinó como un defensor de la injusticia y los derechos humanos, atajando desde el inicio de su discurso: "Yo no vengo del periodismo, yo vengo del partido comunista".

El galardonado expresó su pasión por la libertad de expresión y su gusto por la democracia limpia a la par que sentenció que los medios informativos no deben usarse para mentir, distorsionar y exclamar calumnias: "donde hay violencia, despojos, atropellos, ahí debe estar el periodista, sabiendo que con su labor hará sanar la represión y la violencia".

EL INFORMADOR / NORMA GUTIÉRREZ

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