Cultura

Carlos Granés es Premio Isabel Polanco por ''El Puño Invisible''

El autor colombiano señala que su obra ayuda a desenmarañar el caótico presente

GUADALAJARA, JALISCO (27/NOV/2011).- El ensayo ganador del tercer Premio Isabel Polanco, llamado ''El puño invisible, Arte, revolución y un siglo de cambios culturales'', es una obra que ayuda a desenmarañar el caótico presente, dijo su autor, el colombiano Carlos Granés Maya.

“El libro me parece útil para entender lo actual, para entender cómo valoramos hoy en día, para comprender porque nos gusta lo que nos gusta, porqué vemos lo que vemos en los museos, porqué se enseña lo que se enseña en las universidades. Es ensayo es útil para desentrenar el caos del presente y lo hace más claro para llegar a comprenderlo”.

El antropólogo colombiano Carlos Granés luego de recibir el Premio Isabel Polanco dotado con 100 mil dólares, en las instalaciones de la FIL, contó la historia oculta de cómo nació el ensayo. “Surgió por la pregunta relacionada con el impulso revolucionario, es decir, que es aquello que motiva a un individuo o a un grupo de individuos a desafiar la realidad, a ir más allá de lo establecido, a trasgredir, incluso a bajar el cielo a la tierra, a forjar a un ser humano a los ideales morales”.

En un principio pensó Granés pensó en hacer un ensayo que abarcará tres campos: la política, la religión y el arte, pero afortunadamente comenzó con el tercer campo, el del arte que lo llevó a investigar  las furibundas vanguardias artísticas del siglo XX, que se propusieron a derruir todo, a acabar con los cimientos de la sociedad occidental para crear un nuevo mundo y un nuevo hombre, un hombre multiplicado y total.

“La historia de las vanguardias me fue llevando de un grupo a otro, primero el futurismo, después el surrealismo, el letrismo, el dadaísmos, etcétera  y de pronto tuve una intuición que me hizo cambiar los planes, ya que al leer todas las anécdotas que se han escrito sobre las fiestas dadaístas, los happening, toda esta convulsiva historia del Cabaret Voltaire, me di cuenta lo que proponía Tristán Tzara, Hugo Ball y Hans Arp eran familiares a este presente”, contó Granés emocionado frente a decenas de personas.

Los valores y actitudes que defendían los dadaístas como el infantilismo, la irreverencia, la transgresión, la rebeldía, el sarcasmo, la ironía, no eran actitudes que habían quedado sepultadas bajo el peso de la historia, ni habían quedado como simples anécdotas del revoltoso siglo XX. “Me dio la impresión de que muchas de esas actitudes seguían vigentes no sólo en la gente que me rodeaba, también en mí”.

Así concluyó que el dadaísmo no había muerto, que sólo se había difuminado y mutado, pero que su herencia seguía viva, por ello, Carlos Granés Maya se propuso a rastrear esa historia las actitudes del siglo XX para entender el presente y elaborar el ensayo El puño invisible.

El colombiano quien ahora reside en Madrid, agradeció varias veces por el premio y recordó que cuando viajaba por el metro de Madrid, el 8 de octubre a medio día recibió la noticia del premio en voz de Gonzalo Celorio. “El resultado ha sido fantástico, estoy totalmente orgulloso de que me hayan publicado la editorial Taurus, y también orgulloso de ser parte de la lista de ganadores del premio Isabel Polanco, espero estar a la altura de los que me preceden como ganadores, a esta altura de vértigo, y yo espero dar la talla, asumir esta responsabilidad con honor. Estoy supremamente agradecido y repito la palabra mágica: gracias”.

 EL INFORMADOR/ ADRIANA NAVARRO

''El puño invisible. Arte, revolución y un siglo de cambios culturales''
Carlos Granés Maya III Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco
Taurus. Madrid, 2011
496 páginas
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