Cultura
Carballo y los otros valores literarios
El crítico no es un acto de impunidad, es algo que las leyes deben decidir si es correcto o no
El Carballo crítico “mira todo desde la barrera”, asegura. Y agrega “no en la barrera sino estar en el pozo y capotear, tirarse a matar cuando es necesario hacerlo. A veces cortar las orejas y el rabo y a veces que te echen todos los cojines encima. El crítico no es un acto de impunidad, es algo que las leyes deben decidir si es correcto o no; si merece la libertad provisional, definitiva o la prisión”.
—¿Es necesario la crítica en las letras?
No, mire, la crítica... uno de los grandes problemas de México es la falta de crítica. Decir lo que se piensa sin pensar en lo que te pueda pasar. Yo a mis 80 años he sufrido muchos agravios por decir la verdad. Hay que jugársela y si uno se equivoca, decirlo con toda honestidad: “Me equivoqué”.
—¿Qué papel juega el crítico en México?
—Ya no, ya no juega ningún papel. La cosa es muy complicada, por ejemplo nosotros en los años sesenta —y al decir “nosotros” pienso en un grupo (conformado por Jaime García Terrés, Arnaldo Orfila Reynal, José Luis Martínez, Alí Chumacero y yo mismo) que le llamaban “La Mafia”, que era una especie de invencible... que lo que nosotros decíamos, se cumplía.
Nosotros jugamos a luchar por la literatura mexicana; redescubrimos a Alfonso Reyes, a Vasconcelos a Martín Luis Guzmán a José Revueltas; auspiciamos a Arreola, a Rulfo, a Fuentes a Sabines a Castellanos a Carballido a Magaña...
—¿Y en la actualidad?
—En la actualidad es el desastre. Hay algunos escritores importantes, pero que se confunden con la “grey astrosa”, como decía López Velarde —La grey astrosa, los feligreses de la literatura—.
Toda la gente hace libros de autoayuda, como Carlos Cuauhtémoc Sánchez o literatura infantil; o hasta grandes autores escriben sobre niños no porque amen a los niños y quieran empezar a formar la niñez, (que es) la nueva generación de lectores mexicanos. Si se hiciera eso sería maravilloso.
—Ha dicho que en su momento usted puso en tela de juicio a sus mayores, ahora, ¿hay algún joven que lo cuestione?
—Debe ser eso, sino es eso, es que México anda mal. Los juicios literarios cuando mucho duran 25 años; al cambiar la filosofía, las leyes de la literatura, cómo hacer un cuento, novela, ensayo, una obra de teatro. Ya son otros escritores los que buscan seguir otros valores en sus obras, y lo que yo dije ya no tiene sentido.
“El crítico tiene un momento de validez; después lo que dice ya nadie lo escucha, lo que dice ya no tiene valor”.
Emmanuel Carballo, escritor.
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