Cultura
Captan 100 besos alrededor del mundo
El argentino Ignacio Lehmann logra serie de fotografías de las muestras de afecto que caracterizan a la especie humana
Amistosos, pasionales, efusivos o sencillos; los besos son el tema central del fotógrafo agentino Ignacio Lehmann, a quien su curiosidad lo orillo a comenzar una serie de habitantes de la ciudad de Nueva York demostrándose afecto.
“Comencé este proyecto de fotografía aquí en Nueva York, cuando llegué, porque me llamó mucho la atención la gente, por sobre todas las cosas”, dice Lehmann sobre ese “empezar a tomarle fotos y mostrar un poco la diversidad y la locura de la gente de acá”.
Luego de que su iniciativa lo hiciera juntar 100 imágenes de neoyorquinos besándose, partió hacia Europa. En París, Londres y Berlin la historia se repitió. Una centena de fotografías por ciudad lo acompañaban a su regreso.
Con esta base, surgió el plan que ahora sigue Ignacio. “Decidí viajar pero a través de los besos de la gente, buscando besos, besos, besos y más besos”, dice.
El proyecto “100 world kisses” (100 besos mundiales) se propone recabar besos de todo tipo, entre novios, matrimonios, amigos, padres e hijos e incluso entre mascotas y sus dueños.
Sin embargo, no sólo a las primeras cuatro ciudades mencionadas se limita la ruta de viaje. “Quiero recorrer absolutamente todas las ciudades que pueda, sacando besos de la gente”, agrega el fotógrafo.
En América, la Ciudad de México y Buenos Aires se han sumado al itinerario de Lehmann, mientras que en otros sitios de habla hispana, Barcelona figura en el Viejo Continente.
EL acto de besar es considerado como benéfico debido a muchos factores físicos como la liberación de adrenalina y noradrenalina en el torrente sanguíneo, además de aumentar el ritmo del corazón y el bombeo de la sangre.
Por otra parte, un beso puede quemar de dos a tres calorías por minuto y el efecto de la endorfina liberada en un beso puede ser más potente incluso que la morfina, lo que contribuye a nivelar los niveles de estrés en el cuerpo humano.
Sin duda, esta colección de ósculos, además de artística, promueve el bienestar en su forma física más pura.
“Es un proyecto que transmite un mensaje de amor que corta un poco con toda la locura que estamos viviendo en estos días todos”, finaliza.
Sinembargo.mx
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