Cultura
Buscan restaurar y rehabilitar el histórico panteón civil de Cuautla
En el cementerio descansaron personajes como Emiliano Zapata
Ese cementerio que cuenta con 10 mil tumbas, entre las que figuran las de personajes relevantes de la Revolución Mexicana, tiene un estilo arquitectónico similar a los diseñados por el escultor y arquitecto Manuel Tolsá en el siglo XIX, además fue la primera morada de los restos de Emiliano Zapata en 1919, ya que posteriormente sus restos fueron exhumados y trasladados a la Plaza Revolucionara del Sur (Plaza del Señor del Pueblo).
En 1803, el virrey José de Iturrigaray le solicitó a Manuel Tolsá diseños para panteones en urbes grandes y pequeñas, con ciertos rasgos característicos, que se aprecian en ese sitio, aunque no hay un registro que compruebe que en esa ciudad se aplicó el proyecto del arquitecto español.
La arquitecta Roxana Galindo Cortés, quien encabeza la propuesta que busca el rescate del camposanto afectado por el paso del tiempo, para que no sólo historiadores e investigadores lo aprecien, sino la ciudadanía en general, también propone reglamentar su uso que podría ser autofinanciable.
“Los diseños de Tolsá empezaron a implementarse antes de la promulgación de las Leyes de Reforma. Observando los planos de los camposantos en los que intervino, percibimos que el de Cuautla cumple con esa distribución arquitectónica que ideó el artista. Se trata de una planta en U con nichos en los corredores laterales, a un costado de la iglesia central”, indicó Galindo Cortés.
Su riqueza arquitectónica
Se tenía la hipótesis de que el cementerio fue construido entre 1874 y 1875, pero se encontró una tumba de 1867. Además se aprecian varias etapas constructivas, comenzando con la capilla, a la que se le adosaron los corredores laterales con los nichos, y después los corredores que cierran la planta arquitectónica en forma de U.
El camposanto posee un estilo arquitectónico neoclásico, con mampostería de piedra y adobe. Tanto las tumbas históricas que datan del siglo XIX y principios del XX, como todas las columnas de sus arcadas, están estructuradas con tabique y argamasas de cal-arena.
Tiene varias bardas perimetrales, la más antigua de mampostería de piedra y adobe. La fachada principal está decorada con triglifos y metopas, característicos del siglo XIX, además de sus volutas que también se observan en la portada de la Iglesia del Señor del Pueblo, antiguo Templo de Santa Bárbara, rematando con su calavera en la peana. Afortunadamente no ha sufrido deterioros considerables.
Un dato importante para la arquitecta es la tipología del remate en las cabeceras de las tumbas (una especie de corona), las cuales cambian un poco los diseños pero en general son los mismos. En alguna de las intervenciones se restituyó la cubierta del corredor sur-sacristía construida entre 1920 y 1930, así como una fuente en 1928.
“Originalmente el camposanto tenía cubiertas de viguería de madera en su bóveda catalana, actualmente en muy mal estado, y en el corredor sur viguetas de rieles, también deterioradas. Es el único corredor que todavía tiene las cubiertas, los demás las han perdido.
“El cementerio cuenta con sepulturas afrancesadas y porfirianas, y su importancia radica en las épocas de construcción; hay elementos importantes no sólo históricos sino también artísticos, por lo que es necesario hacer un catálogo de la arquitectura relevante, por ejemplo la sepultura más antigua data de 1867 y corresponde a un infante”.
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