Buscan preservar los recursos naturales del ritual de los Voladores de Papantla
La propuesta para preservar el palo volador, que se utiliza en la Ceremonia Ritual de los Voladores de Papantla, es impulsada por la bióloga Evodia Silva Rivera
La iniciativa para proteger este árbol emblemático del patrimonio cultural y natural totonaca busca la revitalización biocultural de esta región, con la participación de las comunidades locales, como principales actores y responsables para la continuación a largo plazo de estas actividades, destacó Silva Rivera.
La especialista dictó la conferencia "Desarrollo de sistemas agroforestales en el Totonacapan: una perspectiva participativa y de revitalización biocultural" en la Zona de Monumentos Arqueológicos de El Tajín, informó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En el acto, mencionó que "la revitalización biocultural de esta región, es clave para recuperar la vegetación tropical asociada a la especie del palo volador utilizado en el rito de los Voladores de Papantla", declarado en 2009 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.
La propuesta, explicó, se basa "en el desarrollo de los Sistemas Agroforestales Diversificados (SAD), como una estrategia que podría contribuir al desarrollo sustentable en una región cultural y biológicamente diversa".
Así como "en la implementación de un proceso participativo incluyente, utilizando como elemento biocultural al palo volador, uno de los diversos árboles que conforman la selva alta o mediana del Totonacapan", apuntó la especialista.
Subrayó que es indispensable recuperar las plantas y los árboles asociados al ejemplar, pues estas especies le proporcionan diversos elementos como soporte y humedad, así como condiciones ecológicas y ambientales necesarios para que pueda desarrollarse.
Con más de 15 años de experiencia en proyectos de educación ambiental y desarrollo comunitario con diversas organizaciones, consideró de suma importancia rescatar el conocimiento tradicional y la diversidad biológica y cultural nativa del Totonacapan.
"Históricamente y desde tiempos prehispánicos los totonacas desarrollaron formas complejas de utilización de los gradientes de vegetación con diversos fines productivos (como alimentos, materiales para construcción, leña y otros productos de especial valor, como la vainilla y el cacao)", recordó.
De acuerdo con Silva Rivera, este grupo aprovechaba de forma integral los recursos, pero sin llevarlos al límite y así preservarlos, a diferencia de los sistemas productivos industrializados que se implementan en la actualidad.
En ese sentido, afirmó, "los SAD pueden conformarse de una amplia variedad de especies, preferiblemente nativas de la región, e incluye maderables, frutales, medicinales, oleaginosas y comestibles, con la finalidad de cubrir diversas necesidades para las comunidades y pueblos de vocación agrícola y forestal".
Advirtió que la transformación del régimen de la propiedad ejidal a privada, la extracción petrolera, el reemplazo de la agricultura diversificada y de autosubsistencia por otra basada en el monocultivo y la aplicación intensiva de insumos, así como la ganadería extensiva, fueron los factores que provocaron la degradación de la selva tropical en el norte de Veracruz, en el último siglo.
Por ello, calificó como una tarea fundamental la participación activa de las comunidades locales en el rescate y preservación de la vegetación tropical, aunada al apoyo de autoridades e instituciones civiles para alcanzar ese propósito.
"La labor de los investigadores, de las instituciones educativas, gubernamentales, civiles y privadas, deberá propiciar las condiciones para el intercambio de información, la creación de redes de apoyo y de conocimientos, así como el establecimiento de alianzas y el diálogo horizontal donde las comunidades locales sean el centro y el motor de cambio para la recuperación de la vegetación en regiones tropicales y altamente biodiversas", puntualizó.
La doctora Evodia Silva Rivera ha participado en investigaciones sobre el entorno natural del Sendero Ecoturístico y Cultural de la comunidad San Antonio Ojital (2012-2013) y la vinculación interinstitucional y fortalecimiento de valores para el manejo y conservación de recursos en El Tajín.
Ha investigado la adaptación al cambio de organizaciones y grupos étnicos, así como el diálogo de saberes como una vía hacia sociedades más sustentables, además de ser autora y coeditora de varias publicaciones que exploran la relación entre los sistemas sociales y ecológicos.