Cultura
Biblioteca de antropología publica catálogo hemerográfico
Se trata de un inventario conformado por 994 fichas que incluyen boletines y gacetas, así como periódicos nacionales y extranjeros
CIUDAD DE MÉXICO (28/ENE/2013).- Un inventario conformado por 994 fichas que incluyen boletines y gacetas, así como periódicos nacionales y extranjeros, que van de 1722 a 1981, se concentró en un disco compacto como parte del catálogo resguardado por la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia (BNAH).
El material ya puede adquirirse en las tiendas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), siendo predominantes los contenidos del siglo XIX, seguidas de las del XX y en menor proporción las del XVIII.
La historiadora Angélica Hernández Pérez destacó que toda esta diversidad de títulos, formatos y contenidos, dan testimonio del devenir histórico de México, desde campos muy distintos, que van de lo político a lo social, de lo económico a la moda, o del espectáculo a la cultura, de la ciencia a los oficios.
La especialista señaló que la BNAH tiene bajo su custodia ejemplares únicos, ejemplo de ello es “El Látigo” (periódico que se circuló en la Ciudad de México a mediados del siglo XIX), que incluso no se encuentra en la Hemeroteca Nacional.
“Tenemos materiales desde el siglo XVIII, cuando comienza a imprimirse la Gaceta de México, que puede considerarse el primer periódico del país, después vino el Diario de México, editado por Carlos María de Bustamante y dirigido por Jacobo de Villaurrutia, y a partir de la Guerra de Independencia, surgieron varios periódicos más”, señaló.
En opinión de la investigadora de la BNAH, las gacetas del siglo XVIII unieron el periodismo colonial con el insurgente, el cual fue mordaz y de combate, divulgador de ideas revolucionarias y enjuiciador de las acciones de los contrarios. El máximo representante de esta prensa beligerante fue el semanario El Despertador Americano, editado por Miguel Hidalgo y Costilla, compuesto por solo siete números.
Asimismo, la agitación política y la rivalidad periodística del primer tercio del siglo XIX se plasmaron en La Avispa de Chilpancingo, de tendencia republicana; La Águila Mexicana [sic] (Iturbidista) y El Pensador Mexicano (divulgador de la causa independiente).
Los antecedentes del acervo hemerográfico de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia se encuentran en el entonces Museo Nacional. Fue en 1903 cuando por primera vez, en el Boletín de Arqueología, Historia y Etnografía, se registró el nombre de las publicaciones recién adquiridas por el repositorio.
Con el tiempo, el acervo se acrecentó con compras y donaciones, y más tarde se hicieron intercambios. En 1978 se creó el fondo denominado Hemeroteca Histórica, formado por títulos antiguos y contemporáneos, y tres años después, en 1981, se editó la primera publicación de periódicos bajo el nombre de Inventario Hemerográfico de la BNAH.
Hoy, después de una ardua tarea que emprendió, en 2002 Angélica Hernández Pérez, circula el catálogo de títulos de periódicos del acervo de la BNAH, el cual se compone de cinco índices: títulos, geográfico, temático, onomástico y cronológico.
Aunque 90 por ciento de los ejemplares de periódicos son originales, existen algunos microfilmes, fotocopias y facsimilares. De estos ejemplares sobresalen los de idioma español, pero también hay en francés, inglés, italiano, portugués y náhuatl, además de tres publicaciones bilingües y una trilingüe. El fondo incluye a todas las entidades de la República Mexicana, así como algunos países de América, Europa y Asia.
La historiadora Angélica Hernández Pérez dijo que a finales del siglo XIX comenzó a definirse el periodismo moderno, pues la edición de la prensa se transformó con nuevas técnicas y maquinaria. Los linotipos desplazaron a los cajistas y la rotativa multiplicó los tirajes. Además de los cambios en los contenidos y la creación de secciones, a su vez, la portada de las revistas atrapaba las miradas de los posibles lectores.
El Imparcial, de Rafael Reyes Spíndola, es ejemplo de esa modernización, aunque fue duramente criticado por otros diarios como El Amigo del Pueblo, por recibir la subvención gubernamental del Porfiriato.
En el corpus hemerográfico de la BNAH, también se hallan publicaciones dedicadas a la mujer —desde el Semanario de las Señoritas Mexicanas a revistas de moda—, a las artes y oficios, para la familia, para los niños.
El material ya puede adquirirse en las tiendas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), siendo predominantes los contenidos del siglo XIX, seguidas de las del XX y en menor proporción las del XVIII.
La historiadora Angélica Hernández Pérez destacó que toda esta diversidad de títulos, formatos y contenidos, dan testimonio del devenir histórico de México, desde campos muy distintos, que van de lo político a lo social, de lo económico a la moda, o del espectáculo a la cultura, de la ciencia a los oficios.
La especialista señaló que la BNAH tiene bajo su custodia ejemplares únicos, ejemplo de ello es “El Látigo” (periódico que se circuló en la Ciudad de México a mediados del siglo XIX), que incluso no se encuentra en la Hemeroteca Nacional.
“Tenemos materiales desde el siglo XVIII, cuando comienza a imprimirse la Gaceta de México, que puede considerarse el primer periódico del país, después vino el Diario de México, editado por Carlos María de Bustamante y dirigido por Jacobo de Villaurrutia, y a partir de la Guerra de Independencia, surgieron varios periódicos más”, señaló.
En opinión de la investigadora de la BNAH, las gacetas del siglo XVIII unieron el periodismo colonial con el insurgente, el cual fue mordaz y de combate, divulgador de ideas revolucionarias y enjuiciador de las acciones de los contrarios. El máximo representante de esta prensa beligerante fue el semanario El Despertador Americano, editado por Miguel Hidalgo y Costilla, compuesto por solo siete números.
Asimismo, la agitación política y la rivalidad periodística del primer tercio del siglo XIX se plasmaron en La Avispa de Chilpancingo, de tendencia republicana; La Águila Mexicana [sic] (Iturbidista) y El Pensador Mexicano (divulgador de la causa independiente).
Los antecedentes del acervo hemerográfico de la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia se encuentran en el entonces Museo Nacional. Fue en 1903 cuando por primera vez, en el Boletín de Arqueología, Historia y Etnografía, se registró el nombre de las publicaciones recién adquiridas por el repositorio.
Con el tiempo, el acervo se acrecentó con compras y donaciones, y más tarde se hicieron intercambios. En 1978 se creó el fondo denominado Hemeroteca Histórica, formado por títulos antiguos y contemporáneos, y tres años después, en 1981, se editó la primera publicación de periódicos bajo el nombre de Inventario Hemerográfico de la BNAH.
Hoy, después de una ardua tarea que emprendió, en 2002 Angélica Hernández Pérez, circula el catálogo de títulos de periódicos del acervo de la BNAH, el cual se compone de cinco índices: títulos, geográfico, temático, onomástico y cronológico.
Aunque 90 por ciento de los ejemplares de periódicos son originales, existen algunos microfilmes, fotocopias y facsimilares. De estos ejemplares sobresalen los de idioma español, pero también hay en francés, inglés, italiano, portugués y náhuatl, además de tres publicaciones bilingües y una trilingüe. El fondo incluye a todas las entidades de la República Mexicana, así como algunos países de América, Europa y Asia.
La historiadora Angélica Hernández Pérez dijo que a finales del siglo XIX comenzó a definirse el periodismo moderno, pues la edición de la prensa se transformó con nuevas técnicas y maquinaria. Los linotipos desplazaron a los cajistas y la rotativa multiplicó los tirajes. Además de los cambios en los contenidos y la creación de secciones, a su vez, la portada de las revistas atrapaba las miradas de los posibles lectores.
El Imparcial, de Rafael Reyes Spíndola, es ejemplo de esa modernización, aunque fue duramente criticado por otros diarios como El Amigo del Pueblo, por recibir la subvención gubernamental del Porfiriato.
En el corpus hemerográfico de la BNAH, también se hallan publicaciones dedicadas a la mujer —desde el Semanario de las Señoritas Mexicanas a revistas de moda—, a las artes y oficios, para la familia, para los niños.
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