Cultura
Bellas Artes será sede del homenaje a Giuseppe Verdi
Se llevará a cabo la gala ''Viva Verdi! Jubileo a 200 años de su nacimiento, 1813-1901''
El Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes deleitarán al público con selecciones musicales de las óperas "Aída", "Ernani", "I Lombardi", "Il Trovatore", "La Traviata", "Luisa Miller", "Macbeth", "Nabucco" y "Un ballo in maschera", entre otras.
La gala, que conmemorará el bicentenario del natalicio de Verdi, tendrá como director concertador a Iván López Reynoso y como director huésped del coro a Xavier Ribes.
Giuseppe Fortunio Francesco Verdi, nombre de pila el destacado compositor, nació el 10 de octubre de 1813, en Rocole, Busseto, y fue protegido de Antonio Barezzi, un comerciante que observó sus dotes musicales.
Por no superar algunas pruebas, fue rechazado del Conservatorio de Milán, por lo que decidió convertirse en autodidacta, reseña su biografía publicada en el portal de Internet "biografiasyvidas.com".
Se dice que fue instruido por Vicenzo Lavigna y posteriormente, continuó su formación con el maestro de música de Busseto, lugar de donde era originario su protector.
Luego de avanzar en sus conocimiento musicales, Verdi hizo su debut en teatro en 1839, con "Oberto, conte di San Bonifacio", que consiguió gran éxito en el famoso escenario de la Scala de Milán.
Su siguiente ópera, "Un gioirno di regno", fue un fracaso profesional y en seguida fallecieron su esposa y dos hijos.
A pesar del panorama poco alentador que le aquejaba, Verdi presentó la lectura del libreto "Nabucco" (1842), lo que le valió un triunfo musical y político, pues en una Italia oprimida y dividida, el público se identificó con el conflicto que presenta el drama. Así, se convirtió en un símbolo de la lucha patriótica por la unificación de su país.
El principal personaje en esta obra es el pueblo judío en exilio en Babilonia, que canta a su patria perdida en términos que bien podían convenir a la situación del "milanesado", sometido al dominio austriaco.
El coro "Va, pensiero sull'ali dorate", fue cantado en toda Italia y el nombre de Verdi se grababa sobre los muros de las casas y en los monumentos públicos, ya que V.E.R.D.I. podía traducirse como: "Vittorio Emmanuele, Rey de Italia".
Tiempo después, se sumaron a este éxito mayúsculo, entre 1843 y 1850, "I Lombardi", "Ernani", "I due Foscari", "Giovanna d'Arco", "Alzira", "Attila", "Macbeth", "I masnadieri", "Il corsaro", "La battaglia di Legnano", "Luisa Miller" y "Stiffelio".
La siguiente décadas produjo, quizás sus mayores éxitos, "Rigoletto", "Il trovatore", "La Traviata", "Les vêpres siciliennes", "Simon Boccanegra" (en su primera versión), "Aroldo" (revisión de Stiffelio) y "Un ballo in maschera".
A partir de esta etapa, su producción disminuyó cuantitativamente, pero aumentó cualitativamente pues, aún faltaba la otra parte de su obra maestra: "La forza del destino", "Don Carlos", "Aída", "Simon Boccanegra" (en su versión definitiva), "Otello", obra que compuso a los 70 años, y "Falstaff", que dio a conocer a la edad de 80.
Además, el connotado compositor, al perder a su gran amigo el poeta Manzoni, compuso un bello "Réquiem" (1874), al cual le siguieron cuatro piezas sacras, que serían las últimas obras de su inspiración.
Verdi falleció el 27 de enero de 1901, en Milán, Italia, a los 88 años de edad, pero su legado ha quedado para la posteridad, pues es imposible concebir la ópera sin su música.
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