Cultura

Barenboim regresa a ''templo wagneriano'' de Bayreuth

El músico ofreció un concierto al frente de la orquesta palestino-israelí West-Eastern Divan

BERLÍN, ALEMANIA.- El músico argentino-israelí Daniel Barenboim regresó hoy al templo wagneriano de Bayreuth, la ciudad elegida por Richard Wagner para su festival de ópera, al frente de la orquesta juvenil palestino-israelí West-Eastern Divan.

Barenboim, director del festival operístico de esa ciudad bávara entre 1981 y 1999, ofreció un concierto con sus jóvenes intérpretes organizado por la Sociedad de Amigos de Bayreuth y auspiciado por la biznieta del compositor Eva Wagner-Pasquier.

Se trata del primer año de dirección conjunta de la descendiente de Wagner y su hermana Katharina Wagner, ambas hijas de Wolfgang Wagner, que la pasada temporada se jubiló tras más de medio siglo al frente del festival.

Tras la Segunda Guerra Mundial, Wolfgang Wagner se consagró a la tarea de restituir la imagen del certamen de Bayreuth, rendido por completo durante el nazismo a Adolf Hitler, para el que la música de Wagner era el exponente musical de la superioridad de la raza aria.

En sus más de cincuenta años de gestión, el patriarca atrajo a la Verde Colina a directores como Barenboim, entusiasta de la música de Wagner.

Bajo la batuta de Barenboim se representaron entre 1981 y 1999 varias producciones de Tristán e Isolda, El Anillo del Nibelungo, Parsifal y Los Maestros Cantores de Nuremberg.

El músico argentino-israelí llevaba diez años sin aparecer por la casa y ahora lo hizo, pero no incorporado al programa de su elitista temporada operística, sino al frente de la orquesta fundada por él y el fallecido intelectual palestino Edvard Said.

La West-Eastern Divan interpretó, en el pabellón de la ciudad, música de Franz Liszt, una pieza del Tristán y otra de Hector Berlioz.

La orquesta juvenil, desde 2002 con una sede permanente en Sevilla, fue fundada en la ciudad alemana de Weimar en 1999 como gesto en favor de la convivencia entre árabes e israelíes y para ayudar a superar los traumas del prolongado conflicto de Oriente Medio.

Bayreuth distinguió este año a Barenboim con el Premio Markgräfin Wilhelmine 2009 en reconocimiento a su compromiso con la tolerancia, el humanismo y la diversidad cultural.

El galardón se concede por segunda vez y el pasado año fue entregado al Premio Nobel de Literatura nigeriano Wole Soyinka.
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